Berkeley y el empirismo: resumen
En esta lección de unPROFESOR te ofrecemos un breve resumen del pensamiento de Berkeley y el empirismo. Este filósofo irlandés negaba la materia extensa, defendiendo un idealismo subjetivo o inmaterialismo. Entre sus obras más conocidas destacan Tratado sobre los principios del conocimiento humano en el año 1710 y Los tres diálogos entre Hylas y Philonus en 1713. Se trata de un diálogo ficticio ente Locke, quien viene representado por el primero y Berkeley, a quien representa el segundo. Otra de sus obras fundamentales es El analista, donde hace una dura crítica a los fundamentos de la ciencia y fue clave en el desarrollo de la ciencia matemática.
El empirismo extremo de Berkeley
Empezamos este resumen de resumen de Berkeley y el empirismo hablando sobre su concepción filosófica. Berkeley es un empirista radical que no solo niega que los objetos puedan conocerse, sino que afirma que únicamente se puede conocer un objeto si hay una mente que lo percibe. La materia es incognoscible para el ser humano y asegura que las propiedades de las matemáticas y las sensoriales, son las mismas. No es posible, por tanto, el conocimiento de un objeto. Tan solo es posible percibirlo. Nada justifica la presunción de que existe una sustancia real que sirva de soporte a los cuerpos.
Si Locke hablaba de conceptos abstractos, Berkeley los va a negar radicalmente, no son más que un producto de la imaginación, una ilusión. Lo propio de las ideas, es el lenguaje, y no lo abstracto, que permite generalizar a través de la observación de lo particular.
Solo los objetos percibidos son susceptibles de ser conocidos. Decir que algo es real es percibirlo. La extensión no es más que una percepción. Si esto es así, ¿son las cosas las mismas para toda la humanidad?, ¿son los objetos objetivos?, ¿existen los seres humanos más allá de la percepción?
Berkeley afirma que la existencia de los seres humanos y la percepción similar del mundo, se puede suponer debido a que interactuamos con otros seres humanos, hablamos con ellos, y sabemos que nuestra visión del mundo es la misma.
“Que no existe eso que los filósofos llaman sustancia material estoy firmemente persuadido; pero si se me hiciera ver que había algo absurdo o escéptico en eso, renunciaría a ello por la misma razón por la que yo creo que en la actualidad tengo que rechazar la opinión contraria.”
Vemos, pues, que el empirismo de Berkeley es extremo.
Conocimiento y percepción en Berkeley
¿Qué es el mundo para este filósofo? Berkeley asegura que solo a través de la percepción directa es posible conocer el mundo empírico. Si eliminamos todo pensamiento y atendiendo solo a la percepción pura, es posible obtener un conocimiento puro del mundo. Pero si tenemos en cuanto lo particular de las percepciones, no es posible conocimiento alguno.
El conocimiento científico, dice Berkeley, debe buscar las percepciones puras y olvidarse del pensamiento. De esta manera, sería posible conocer todos lo que hasta ahora ha permanecido oculto, tanto en relación al mundo como al individuo. Y purificar las percepciones significa eliminar de ellas todo pensamiento. Su empirismo radical no se puede negar.
“Aun cuando fuera posible que las sustancias sólidas, dotadas de figuras determinadas y movibles existieran sin la mente y fuera de ella, correspondiendo a las ideas que tenemos de los cuerpos, ¿Cómo llegaríamos a conocer todo esto? Habrá de ser o por medio de los sentidos o por la razón”.
La realidad trascendente
Terminamos este resumen de Berkeley y el empirismo para hablar sobre la realidad trascendente. El defensor del empirismo más radical asegura que existe una realidad trascendente y que esta se puede conocer. Porque si los cuerpos solo son reales desde el momento en que son percibidos, se puede suponer que el sujeto que las percibe existe. La única sustancia es el espíritu que percibe y que piensa. Fuera del espíritu, no hay sustancia alguna.
Dios actúa sobre el espíritu para que las ideas del mismo, sean consistentes. La percepción que tenemos del mundo físico es así porque Dios ha querido que así sea. Pero el ser humano, no puede conocer a Dios, porque lo único que puede conocer son las percepciones, lo aparente.
Dios no diseña el mundo a la manera de un arquitecto, sino que el mundo, no es más que una idea de Dios. Y si un objeto deja de ser percibido, este no desaparece, ya que está siendo observado por Dios. Dios es, por tanto, la garantía de un orden en el mundo.
“Es evidente, para quien haga un examen de los objetos del conocimiento humano, que éstos son las ideas. (...). Además de esta innumerable variedad de ideas u objetos de conocimiento, existe igualmente algo que las conoce o percibe y ejecuta diversas operaciones con ellas, (...) un ser activo al que llamamos mente, alma, espíritu, yo.”
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Berkeley, G. Tratado sobre los principios del conocimiento humano.Ed. Losada. 2004