Aparato circulatorio: función
El sistema circulatorio es uno de los principales aparatos del cuerpo. Por su gran extensión a lo largo del cuerpo, ya podemos sospechar que es muy importante ya que este llega a cada una de las células que forma nuestro cuerpo, ya sea directa o indirectamente.
Como veremos en esta lección de unPROFESOR, la función del aparato circulatorio es el transporte, especialmente el de nutrientes y sustancias de desecho, pero no es la única. Si quieres saber más sobre las funciones del aparato circulatorio, ¡te animamos a que sigas leyendo!
- Función principal del sistema circulatorio: transporte de oxígeno, nutrientes y energía
- Transporte de productos de desecho
- Transporte de hormonas y células inmunes
- Regulación de la temperatura corporal
- Regulación del equilibrio hídrico y electrolítico
- Papel del sistema circulatorio en la reproducción
Función principal del sistema circulatorio: transporte de oxígeno, nutrientes y energía
Fundamentalmente el aparato circulatoriofunciona como un sistema de tuberías, capaz de transportar nutrientes a todas y cada una de nuestras células. Pero no son lo único, además de nutrientes que permiten que realicen sus funciones y que sinteticen todas las estructuras que necesitan (membrana, ADN, etc), las células reciben energía en forma de ATP a través de la sangre y oxígeno, necesario para las reacciones que se producen en nuestro cuerpo.
- El transporte de oxígeno se realiza gracias a los eritrocitos o hematíes. Estas células tienen forma de disco bicóncavo, son realmente pequeñas (con alrededor de unas siete micras de diámetro) y no tienen núcleo (son células muertas). Los hematíes tienen un pigmento rojizo llamado hemoglobina, que les sirve para transportar el oxígeno desde los pulmones a las células. Una insuficiente o mala fabricación de hemoglobina o de glóbulos rojos da lugar a anemia.
- El transporte de nutrientes y energía se hace a través de una enzima muy abundante en el plasma sanguíneo: la albúmina. La albúmina puede transportar energía contenida en los lípidos modificados o sintetizados, pero también aminoácidos, calcio, drogas y medicamentos, etc.
El transporte se realiza a través de la sangre, que se distribuye a través de vasos y capilares de diferente tamaño. Esta es propulsada por el corazón, que actúa de bomba. Si quieres saber más sobre el sistema circulatorio y sus partes, te animamos a que eches un vistazo a las Partes del sistema circulatorio.
Transporte de productos de desecho
Otra función del aparato circulatorio que también es muy importante es el hecho de transportar dióxido de carbono y otros desechos celulares.
Este transporte de sustancias de desecho se hace por medio de la albúmina. Como vimos antes, la albúmina es una enzima capaz de unirse a gran multitud de sustancias entre las que se encuentran: la bilirrubina no conjugada, vitaminas que hemos ingerido y no son utilizadas, proteínas sobrantes, etc. La albúmina es la encargada de transportar gran cantidad de sustancias hasta el riñón, pero allí debe de ser devuelta al torrente sanguíneo. Es por ello que la albúmina tiene carga eléctrica negativa, al igual que la membrana basal del glomérulo renal; esto impide que la albúmina pase a la orina.
En el síndrome nefrótico, esta propiedad es menor, y se pierde gran cantidad de albúmina por la orina, lo que puede provocar anemia, déficit de vitamina C, etc. Otras sustancias como el alcohol y algunos medicamentos se dirigen hacia el hígado antes de ser eliminadas, ya que son altamente tóxicos y no pueden ser eliminados directamente por la orina, han de ser transformados antes por el hígado.
El dióxido de carbono es eliminado por la hemoglobina. Al llegar a los tejidos, que tienen gran carga de dióxido de carbono, la hemoglobina es capaz de separarse del oxígeno y cambiarlo por el dióxido de carbono. La hemoglobina, cargada de dióxido de carbono, va a través de las venas y capilares venosos hasta los pulmones, pasando por el corazón. Allí, vuelve a intercambiar el dióxido de carbono por oxígeno, liberándolo al exterior a través de los pulmones.
Transporte de hormonas y células inmunes
La sangre es capaz también de distribuir las hormonas producidas por los diferentes órganos de secreción interna. Ciertos órganos generan sustancias, denominadas hormonas, que viajan libres o asociadas a proteínas hasta sus órganos o tejidos diana, donde producen una determinada acción.
De la misma forma, la sangre es el medio por el que pueden circular los anticuerpos que nos protegen de virus y bacterias, pero también células encargadas de la protección de los tejidos de otras formas como los fagocitos, leucocitos o macrófagos.
Además del transporte de células inmunitarias, la sangre es la responsable de transportar los compuestos necesarios para los procesos de cicatrización de los tejidos, de coagulación de la sangre o mecanismos más rudimentarios de protección frente a organismos y moléculas invasoras.
Regulación de la temperatura corporal
La regulación de la temperatura corporal es otra de las funciones del aparato circulatorio. La desviación del riego sanguíneo a una u otra parte del cuerpo son un importante mecanismo de regulación corporal. Este mecanismo evolutivo no es utilizado solo por el hombre, si no que también lo utilizan, entre otros, algunos reptiles.
En general, el flujo de sangre a los tejidos periféricos evita el sobrecalentamiento, mientras que una concentración de la sangre en el centro del cuerpo hace que la temperatura corporal se mantenga más alta. Esto se debe a mecanismos de intercambio de calor con el medio, ya que cuanto mayor calor desviemos hacia nuestros tejidos periféricos (por ejemplo, las extremidades), mayor superficie caliente tendremos y mayor intercambio con el medio a nuestro alrededor. En cambio, si nuestras extremidades se encuentran más frías, menor calor intercambiaremos con el medio y por tanto, menos calor perderemos.
Regulación del equilibrio hídrico y electrolítico
Otra de las funciones del sistema circulatorio es el mantenimiento de la composición de la sangre dentro de los valores correctos. Para realizar todas las funciones que hemos visto hasta ahora, dentro del cuerpo tiene que haber una determinada cantidad de sangre, con una composición determinada.
A la cantidad o volumen de agua del cuerpo se le denomina equilibrio hídrico, mientras que la composición de iones y demás sustancias en disolución se le denomina equilibrio electrolítico. Ambos equilibrios guardan una relación estrecha y el desajuste de uno provoca una variación en el otro. El control de estos niveles se da gracias al sistema excretor y otros mecanismos accesorios como el control de la sensación de sed, la producción de sudor, etc.
Un desequilibrio en alguno de ellos (deshidratación, desequilibrio de los niveles de sodio o potasio sanguíneos, etc) provoca situaciones de gran estrés corporal que pueden ser muy graves y hay que remediar cuanto antes y evitar su reaparición.
Papel del sistema circulatorio en la reproducción
Otra función del sistema circulatorio tiene que ver con la reproducción. Aunque es una función secundaria de este sistema, es igualmente importante.
El sistema circulatorio tiene un importante papel en la reproducción, concretamente en el coito, ya que es el responsable de la conducción de grandes cantidades de sangre al cuerpo cavernoso del pene, produciendo la erección.
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- Universidad de Cantabria (12 de junio de 2017). Características funcionales del aparato circulatorio. Recuperado de: https://ocw.unican.es/mod/page/view.php?id=533
- Institut Icària. El cuarto blanco (s.f) Homeostasis II: la regulación de la temperatura. Recuperado de: http://iesicaria.xtec.cat/sbg/BiologiaCurtis/Seccion%207/7%20-%20Capitulo%2044.htm
- Blog de ILERNA Online (18 de marzo de 2019) La sangre: componentes, funciones y el sistema circulatorio. Recuperado de: https://www.ilerna.es/blog/fp-a-distancia/sangre-componentes-funciones/