Capas de la Tierra y sus características
Nuestro planeta Tierra es demasiado grande para ser estudiado en toda su estructura y composición, por eso para poder estudiar la estructura de nuestro planeta, su composición y características lo más simple es dividirlo por grandes capas o esferas. A su vez, estas enormes esferas se subdividen en otras capas. En esta lección de unPROFESOR vamos a ver cuáles son las capas de la Tierra y sus características. Si este tema te interesa ¡Acompáñanos en la siguiente lección!
Cuáles son las capas de la Tierra
Las capas de la Tierra se pueden dividir en 4 capas o esferas:
- Geosfera (también conocida como litosfera)
- Hidrosfera
- Biosfera
- Atmósfera
Ninguna de estas capas es independiente una de otra, sino que están interconectadas y son dependientes unas de otras. Entre ellas difieren en su composición y características, como su temperatura, la cual es más elevada cuanto más se aproxima al núcleo interno terrestre, debido al aumento de la presión.
La estructura y composición de estas cuatro esferas terrestres es estudiada por la geología. Conocer esto es importante para averiguar la evolución de nuestro planeta. También estudia los recursos naturales y procesos que impactan sobre la superficie terrestre.
Características de la atmósfera, una de las capas de la Tierra
Vamos a analizar las capas de la Tierra y sus características centrándonos en la atmósfera, ya que constituye la capa más extensa del planeta. Alcanza hasta 10 mil km de espesor y es una capa fundamentalmente gaseosa. Los gases mayoritarios en su composición son el nitrógeno, el oxígeno y en menor medida el ozono, el dióxido de carbono y el vapor de agua.
Podemos dividir, a su vez, a la atmósfera en las siguientes capas:
- Troposfera: esta es la capa inferior de la atmósfera. Se encuentra en contacto con la superficie de la tierra y en ella se producen los fenómenos climáticos y meteorológicos ya que en ella se concentran las nubes, los vientos y el vapor de agua. Está formada por nitrógeno, oxígeno y vapor de agua. Alcanza una altura aproximada de 10 km y según se aleja de la superficie de la tierra, la presión y densidad del aire disminuyen.
- Estratosfera: esta capa está formada por elementos inorgánicos, como son el ácido sulfúrico, el ozono, el ácido nítrico, el óxido de nitrógeno o los compuestos halogenados. Es una capa que presenta un aire frío y pesado. La capa de ozono se encuentra en su parte externa y es la que actúa de filtro o escudo frente a la radiación ultravioleta del sol que no fue absorbida en la termosfera.
- Mesosfera: esta capa protege a la tierra del impacto de los meteoritos y asteroides. Esta formada por una mezcla de diferentes gases, por lo que no presenta una estratificación como otras capas de la atmósfera.
- Ionosfera o termosfera: esta cata está formada por gases procedentes de distintos procesos químicos de ionización, como el dióxido de carbono, oxígeno, o nitrógeno, por ello también se le llama ionosfera. Esta capa es muy importante, ya que es la que absorbe la mayor parte de la radiación del sol, como es la radiación ultravioleta
- Exosfera: esta es la capa de transición entre la atmósfera y el espacio externo que lo rodea, donde no existen ni gases ni gravedad. Es la capa menos densa de la atmósfera y está formada por helio e hidrógeno. En esta capa se encuentran varios de los satélites artificiales que orbitan la tierra.
Características de la biosfera
Esta capa se extiende desde los 3 metros bajo tierra hasta los 30 metros por encima y está compuesta por todos los seres vivos que habitan el planeta, como los animales, los organismos unicelulares o las plantas.
Se propuso esta extensión porque es en ella donde habitan la mayor parte de los organismos vivos. En océanos y ares, la mayoría de los organismos acuáticos viven desde la superficie hasta los 200 metros de profundidad, aproximadamente, allí donde la luz ya es escasa y la presión muy elevada.
Sin embargo, también existen organismos vivos que habitan fuera de estos rangos. Así por ejemplo, algunas aves vuelan en algunas situaciones hasta los 7000 metros sobre el nivel del mar, algunas especies marinas se han encontrado viviendo a una profundidad de 6000 metros en la fosa de las marianas o los microorganismos que viven mucho más allá de estos rangos, en condiciones realmente extremas.
Podemos dividir el conjunto de la biosfera en diferentes biomas, que son los hábitats donde habitan juntos especies de plantas y animales. Ejemplos de biomas son los desiertos, con su arena, cactus y lagartos o los arrecifes de coral.
Características de la hidrosfera
La hidrosfera no es una capa definida como tal, sino que el ámbito de la geología se le conoce como hidrosfera al conjunto de depósitos y agua circulantes de agua que existe en la superficie de nuestro planeta tierra, tanto sobre los continentes como fuera de ellos. Esto abarca mares, lagos, aguas subterráneas, ríos, hielos, nieves y océanos. Estos depósitos de agua líquida se dan solo en el planeta Tierra, que es el único planeta del sistema solar que los presenta (que conozcamos de momento), lo que la hace propicia para la vida como la conoceos.
Dos tercios de la superficie de nuestro planeta Tierra está cubierto por agua, lo que hace un total de 1400 trillones de litros aproximadamente. Sin embargo, este reparto no es equitativo entre todas las asas de agua que existen, sino que su distribución se da de la siguiente manera.
- Océanos: los océanos representan la ayor parte de la superficie terrestre, concretamente es un 93,96% del total.
- Aguas subterráneas: estas son las aguas que se encuentran bajo la superficie de la tierra, en el suelo y en el subsuelo, entre los intersticios de las rocas, como por ejemplo en los acuíferos. En total representan aproximadamente un 4,12% del total.
- Aguas interiores y glaciares: representa un 1,65% del total.
- Embalses y lagos: son un parte minoritaria de la hidrosfera. Representan solo el 0,019% del total.
- Humedad atmosférica: solo representa un 0,001% del agua total.
- Agua de ríos: representan un 0,0001% del total.
En función de dónde se sitúe esa agua y su estado, su capacidad de renovarse y velocidad de cambio variará. En su estado de vapor de agua, se renueva unas 34 veces por año al completo, y abandona totalmente la atmósfera en unos 10 días. En cambio, el agua de los océanos tarda unos 3700 años en renovarse por completo. La hidrosfera está en continuo movimiento y cambio, creándose así un ciclo hídrico o ciclo del agua en la Tierra.
En este ciclo, el agua terrestre se evapora, precipita y se congela periódicamente, en función de la presión y temperatura de cada región. Este ciclo es una parte primordial de la vida en este planeta: la precipitación del agua moja los suelos y alienta los ríos y las asas de agua, que se evapora y mantiene el aire húmedo, que vuelve a precipitar, y así cíclicamente.
En las regiones más frías del planeta, como la Antártida, el agua solidifica en forma de hielo. En estado de gas o vapor de agua, el agua se encuentra en las asas de aire cálido o termal que emite vapor, en las nubes más elevadas (las que llegan a la atmósfera) y en las nieblas.
Geosfera, otra de las capas de la Tierra
Terminamos conociendo las capas de la Tierra y sus características hablando de la geosfera. Engloba las capas que forman la parte sólida del planeta.
Al igual que otros planetas, la Tierra está compuesta de diferentes tipos de materiales rocosos con distintas dinámicas entre ellas. Muchos de estos materiales rocosos se han formado durante etapas geológicas convulsas de actividad volcánica. Algunas de estas rocas están datadas hace unos 4400 millones de años.
La geosfera es estudiada por los geólogos y otros especialistas mediante la exploración del suelo, sobre todo en aquellos lugares donde los estratos inferiores pueden aflorar debido a distintos accidentes del terreno. Muchas de estas observaciones no son medidas directamente, sino a través de fórmulas de aproximación.
Su estructura se puede estudiar desde el punto de vista químico o geológico. Desde un punto de vista químico, la geosfera se divide en tres capas, que de fuera hacia dentro son:
- Corteza: la corteza se extiende desde la superficie hasta los 35 km de profundidad y es el estrato de roca superficial sobre la que se desarrolla la vida y con un grosor relativamente fino que alcanza una densidad media de 3 g/cm3. Esta capa también incluye los lechos marinos y depresiones profundas. Esta formada mayoritariamente por rocas de silicatos de distintos elementos.
- Manto: se extiende desde los 35 a los 2890 km de profundidad. Es la capa de mayor grosor y esta formada por rocas silíceas, con mayor contenido en hierro que la corteza. Cuanto mayor es la profundidad del manto, mayor es la presión y temperatura, para alcanzar un estado semi-sólido que perite el movimiento de las placas tectónicas en los terremotos. Debido a la presión, la capa superior del manto tiene más movimiento y es menos viscosa que la capa inferior.
- Núcleo: se extiende desde los 2890 a los 6371 km de profundidad. Es la parte más interna del planeta y en ella se sitúan los materiales más densos. Podemos dividirlo a su vez en núcleo externo (hasta los 5150 km) y núcleo interno (hasta los 6371 km) y está formado por hasta un 80% de hierro y níquel y otros materiales minoritarios, como el plomo.
Desde un punto de vista geológico se puede dividir en litosfera (hasta los 100 km de profundidad) que es la parte más sólida, astenósfera (hasta los 400 km de profundidad) con materiales más dúctiles, la mesosfera (hasta los 2890 km) que se corresponde al manto y la endosfera (hasta los 6371 km) que se corresponde a la parte del núcleo.
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