Ejemplos de parasitismo

En un ecosistema, las distintas especies de organismos establecen entre sí relaciones tróficas. Las relaciones tróficas son las relaciones que se establecen entre organismos de las distintas especies. Un tipo de relación trófica es la que se conoce con el nombre de parasitismo.

En este tipo de relación trófica, un organismo denominado parásito o huésped, se alimenta a costa de otro organismo, que no obtiene ninguna ventaja de esta relación y que recibe el nombre de hospedador.

Uno de los ejemplos de parasitismo más estudiado es el llamado parasitismo de cría en las aves. En esta relación de parasitismo, el huésped no construye su propio nido, sino que, deposita sus huevos en el nido de otra especie para que los progenitores de la especie hospedadora se encarguen de la incubación de los huevos y de la cría de los polluelos de la especie parásita.

El ejemplo más conocido de este tipo de parasitismo es el del cuco común o cuco gris (Cuculus canorus). Esta especie de pájaro, se encuentra ampliamente distribuida en Europa y Asia durante la época estival, mientras que en invierno se distribuye en áreas del sur del continente africano y en el sur de china. Una hembra de cuco común puede llegar a poner hasta 25 huevos, en distintos nidos, durante la temporada de cría. El cuco parasita más de 300 especies de aves paseriformes (aves de pequeño tamaño).

La estrategia de parasitismo del cuco común no se limita a la puesta del huevo en un nido ajeno. Una vez eclosiona el huevo, el polluelo del cuco, que tiene un tamaño muy superior al de sus hospedadores, carga sobre su espalda los huevos de la especie hospedadora para arrojarlos fuera del nido. De esta manera se asegura que los progenitores del nido parasitado concentran todos sus esfuerzos en alimentarlo únicamente a él.

El parasitismo de cría supone enormes costes para la especie parasitada. Por este motivo, a lo largo de la evolución estas especies han desarrollado distintas estrategias para defenderse del parasitismo, a la vez que la especie parásita desarrolla en paralelo estrategias para burlar estas defensas en uno de los ejemplos más claros de coevolución. Las aves parasitadas aprenden a reconocer los huevos que no son propios, a “contar” el número de huevos de su puesta o a ubicar sus nidos en hábitats que el cuco no frecuenta, como son el interior de edificios (como es el caso de las golondrinas).

Seguimos conociendo los ejemplos de parasitismo para hablar de la malaria o paludismo, una enfermedad parasitaria potencialmente mortal, causada por parásitos del género Plasmodium, que se transmite a los humanos a través de la picadura de la hembra del mosquito Anopheles. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), en 2019, se calcula que se infectaron de malaria un total de 229 millones de personas en todo el mundo con un total de 409.000 defunciones. Se trata del parásito más mortífero de toda la historia de la humanidad.

Los Plasmodium son esporozoos. Se trata de organismos unicelulares que son parásitos obligados (no pueden sobrevivir fuera del organismo hospedador). El ciclo biológico de Plasmodium es complejo. Se trata de un tipo de parasitismo en el que el parásito requiere dos especies para completar su ciclo vital: los humanos y el mosquito Anopheles.

De forma muy resumida, las etapas del ciclo biológico de este parásito son las siguientes:

• El esporozoito (organismo que se reproduce por esporas) vive en las glándulas salivares del mosquito y se transmite a los humanos a través de su picadura.
• En los humanos el esporozoito se reproducirá mediante reproducción asexual, primero en las células del hígado y después en los eritrocitos de la sangre.
• Cuando se reproduce en los eritrocitos, el esporozoito puede dar lugar a algunas células que se reproducen sexualmente, los gametocitos.
• Cuando el mosquito se alimenta de sangre, los gametocitos macho y hembra alcanzan el sistema digestivo de Anopheles, donde tiene lugar la reproducción sexual en la que los gametocitos macho fecundan a los gametocitos hembra para formar células fecundada.
• Cuando maduren, a nuevos esporozoitos, cerrándose así el ciclo biológico de este parásito.

Las avispas parásitas inoculan sus huevos en el interior de orugas de mariposa. En el interior de la oruga los huevos se desarrollan para dar lugar a larvas. Cuando las larvas han terminado su crecimiento, salen al exterior rasgando la cutícula de la oruga hospedadora y provocando su muerte. Una vez en el exterior, la larva de avispa forma una crisálida donde completará su metamorfosis para dar lugar a un ejemplar adulto.

Las orugas han desarrollado estrategias para defenderse de las avispas parásitas, su sistema inmunitario, es capaz de detectar los huevos de avispa y encapsularlos para evitar que se desarrollen. Sin embargo, las avispas han desarrollado a su vez estrategias para evitarlo. Además de los huevos, las avispas parásitas inoculan una gran cantidad de virus a las orugas cuando las parasitan.

Esta elevada carga vírica, los virus inoculados inactivan rápidamente el sistema inmunitario de la oruga, que deja de alimentarse, no forma la crisálida y muere prematuramente, asegurando de esta manera el éxito del proceso parasitario de la avispa.

Terminamos este repaso a los ejemplos de parasitismo para hablar de los parásitos neuronales. Algunos organismos parásitos parasitan el sistema nervioso de sus hospedadores y con ello logran alterar el comportamiento de estos, en su propio beneficio. Un ejemplo es el virus de la rabia, que manipula el cerebro del hospedador para asegurar el contagio.

La rabia se transmite a través de la mordedura de un animal infectado, porque su saliva contiene una enorme concentración del virus. A través de la mordedura, el virus de la rabia parasita células nerviosas (neuronas), saltando de una neurona a otra, viaja desde el sistema nervioso periférico hasta el cerebro.

Una vez allí el virus es capaz de producir los cambios necesarios para alterar el comportamiento del animal o la persona parasitado, logrando alterar el comportamiento del hospedador que, además de producir una gran cantidad de saliva, siente el impulso irrefrenable de morder.

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