Funciones de los huesos
¿Qué son los huesos? Para comprender las funciones de los huesos, debemos conocer antes cuáles son algunas de sus características. Los huesos son órganos formados por diversos tipos de tejidos, el tejido principal y por ende, más abundante en estos órganos es el tejido óseo, compuesto de células óseas. Únicamente los animales vertebrados poseen este tipo de órganos.
La estructura ósea se caracteriza por estar formada, además, de tejido cartilaginoso y médula ósea. La superficie de los huesos está tapizada por un cartílago denominado periostio, este cumple la función de proteger, nutrir e intervenir en el crecimiento del hueso. Entre las distintas capas podemos encontrar vasos sanguíneos y linfáticos y nervios.
A continuación te invitamos a leer la siguiente lección de unPROFESOR: ¿Cuáles son las funciones de los huesos?
Características del tejido óseo
Como vimos anteriormente, el tejido principal de los huesos es el famoso tejido óseo. Antes de comenzar con las funciones de los huesos te contamos cuáles son las características de este tejido.
El tejido óseo está compuesto principalmente por agua, fibras de colágeno y sales minerales. Las sales minerales más abundantes que lo componen son: hidroxiapatita (fosfato cálcico) y carbonato de calcio, son las que le otorgan dureza y flexibilidad a los huesos.
El tejido óseo forma estructuras delgadas denominadas laminillas, y según su disposición podemos clasificar al tejido en:
- Compacto: Constituye la parte externa de todos los huesos. Las laminillas se disponen de manera regular y forman capas gruesas.
- Haversiano: Se encuentra en las diáfisis de los huesos largos. Las laminillas se disponen como anillos concéntricos alrededor de canales centrales, en estos canales se encuentran los vasos sanguíneos, linfáticos y nervios.
- Esponjoso: Constituye las epífisis de los huesos largos y el interior de la mayoría de los huesos. Las laminillas están dispuestas de manera irregular formando huecos donde se va a ubicar la médula ósea roja.
Funciones de los huesos
Los huesos se encuentran formando el sistema esquelético en los organismos vertebrados. Sus funciones son muchas, entre ellas podemos destacar las siguientes:
Soporte
Los huesos son el soporte de los tejidos blandos y el punto de apoyo de la mayoría de los músculos esqueléticos.
Protección de órganos internos
Los huesos se hallan protegiendo a los órganos internos del cuerpo. Ejemplo de ello es la caja torácica, que con las costillas rodean a los pulmones y corazón, o el cráneo que protege al encéfalo.
Movilidad
La movilidad es otra de las principales funciones de los huesos. El esqueleto forma parte del sistema locomotor del cuerpo. Al ser sostén de los músculos, acompañan en el movimiento corporal
Homeostasis
El tejido óseo tiene la capacidad de almacenar o acumular determinadas sustancias según las necesidades, puede almacenar por ejemplo ciertos minerales como calcio y fósforo, necesarios para la contracción muscular y otras funciones. Cuando el organismo requiere dichos minerales, estos son liberados por el tejido óseo al torrente sanguíneo para ser redistribuidos.
Producción de células sanguíneas
En algunos tipos de huesos podemos encontrar el tejido esponjoso, dentro de las cavidades que se forman en ese tipo de tejido, podemos encontrar a la médula ósea roja.
¿Sabías que? La médula ósea roja es un tipo especial de tejido conectivo que contiene células madre precursoras de glóbulos rojos, lo que quiere decir es que en este lugar se fabrican o se crean células de la sangre como glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.
Reserva energética
En los llamados huesos largos podemos encontrar un canal en su interior, este canal contiene la médula amarilla (conocida como "caracú"). Este tejido está constituido principalmente por tejido adiposo, lo que quiere decir es que almacena grasa o lípidos, por eso es considerada como reserva de energía.
Los huesos están en constante cambio
Los huesos se encuentran en permanente movimiento, esto quiere decir, que están destruyéndose y renovándose constantemente.
Los huesos están formados por diversas células: osteoblastos, osteocitos y osteoclastos. Las células que intervienen en el proceso de destrucción del tejido óseo son los osteoclastos, estos van formando canales en su interior. Por otro lado, tenemos a los osteoblastos que son las células que irán "rellenando" dichos canales, fabricando "hueso nuevo".
El recambio óseo es fundamental para el buen funcionamiento del organismo, ya que como mencionamos más arriba, gracias a este mecanismo se liberan minerales, como el calcio, al torrente sanguíneo para ser transportado y utilizado en otras partes del cuerpo. Además, el recambio óseo es crucial para mantener otro tipo de funciones de los huesos, como la de soporte, gracias a que en este proceso se renueva su resistencia y flexibilidad.
Osteoporosis
Cuando hay una actividad intensa de los llamados osteoclastos, disminuye excesivamente la masa del tejido óseo y con ello aumentan los riesgos de fracturas. Esto puede comenzar a ocurrir en la etapa de adultez de algunas personas, las mujeres tienen más predisposición a padecer esta afección.
Por eso, es importante lograr un buen desarrollo óseo durante la infancia y la juventud, incorporando los nutrientes necesarios como el calcio y la vitamina D que favorece la absorción de este mineral que incorporamos con los alimentos.
Si deseas leer más artículos parecidos a Funciones de los huesos, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Biología.
- Adúriz-Bravo, A.; Barderi, M. G.; Bustos, D. O.; Frid, D. J.
- Hardmeier, P. M. y Suáres H. G. (2006). Biología. Anatomía y fisiología humanas. Genética. Evolución- Serie Perspectivas-. Editorial Santillana. Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.