Estructura de los huesos

Los huesos forman el sistema esquelético de los humanos y de muchos animales. El cuerpo humano tiene un total de 206 huesos y se dividen en distintos tipos, que se clasifican de acuerdo a sus características generales, como su forma, su ubicación, sus propiedades, etc. Podemos diferenciar entre 5 tipos de hueso diferentes:

• Huesos largos: Son los que tienen una longitud más grande que su anchura y espesor. Son huesos densos y fuertes en los que se encuentra la médula roja y amarilla.
• Huesos cortos: Estos son los huesos que tienen unas medidas similares en su longitud, anchura y espesor.
• Huesos planos: En estos huesos predomina una buena longitud, pero el ancho y el espesor son bastante escasos. Eso es debido a que suele formar parte del marco de distintas cavidades del cuerpo.
• Huesos irregulares: En esta última categoría se encuentran todos los huesos que tienen una forma irregular y que les impide formar parte de cualquier clasificación anterior.

Los huesos del cuerpo humano tienen muchas funciones importantes. En primer lugar, son los responsables de la rigidez de la estructura de nuestro cuerpo, el contorno de la estructura, la postura que adquirimos, la capacidad de ir sobre las dos piernas y el movimiento. En segundo lugar, gracias a su rigidez, los huesos son los principales protectores de los órganos internos y otras estructuras del cuerpo.

Aquí te descubrimos las funciones de los huesos humanos y su composición.

Los huesos están compuestos por tres porciones:

• Diáfisis: Es la parte central del hueso.
• Epífisis: Son los extremos que encontramos en los huesos largos.
• Metáfisis: Es la porción intermedia del hueso.

Más allá de esta estructura general, los huesos están compuestos por varias capas y cada una de ellas tiene una función específica. Vamos a explicarte todas las partes de la estructura de los huesos, comenzando desde la más interna, hasta la más externa.

Cavidad medular

Esta es una región hueca en los huesos, donde se encuentra la médula ósea, que es la encargada de producir los glóbulos rojos. Usualmente, la cavidad medular se encuentra en la diáfisis de los huesos.

Endostio

El endostio es una membrana muy delgada de tejido conjuntivo que se encuentra rodeando el interior de la cavidad medular de los huesos largos.

Arteria nutricia

La arteria nutricia es la encargada de proporcionar la sangre al hueso, a través de los agujeros nutricios. Esta, luego se distribuye por todo el hueso a través de los capilares que son cada vez más delgados. La sangre aporta los nutrientes y oxígeno necesarios para el buen funcionamiento del hueso.

Tejido óseo

El tejido óseo es el componente principal del hueso y está formado por varios tipos de células óseas (osteocitos, osteoblastos, osteoclastos y células madre). Un 2% es tejido óseo, mientras que un 70% es sustancia extracelular resistente (hidroxiapatita). Ellos mismos segregan esta sustancia extracelular, a partir de calcio y fósforo. Un 30% pertenece al colágeno.

Periostio

El periostio es la membrana del tejido conectivo fibroso y resistente que cubre los huesos en su región externa.

Cuando te paras a pensar en el esqueleto, podrías pensar que los huesos no están vivos, sino que más bien son como palos de madera que nos soportan. Sin embargo, debes tener en cuenta que los huesos son tejidos vivos y como todos los tejidos vivos, necesitan un aporte constante de sangre para suministrarles oxígeno y nutrientes.

Los huesos de los niños crecen alargándose desde los extremos. Los extremos de los huesos de los niños cuentan con una parte blanda que se llama placa o cartílago de crecimiento. Estas placas generan hueso nuevo que se añade al anterior y va alargando los huesos poco a poco. Durante la adolescencia, las placas de crecimiento de los niños se convierten en hueso duro, de manera que los huesos dejan de alargarse.

No obstante, incluso los huesos de los adultos se van agrandando y se van reformando constantemente en un proceso conocido como remodelación.

En el proceso de remodelación, el tejido óseo antiguo se reemplaza gradualmente por un tejido óseo nuevo. Cada hueso se remodela por completo cada 10 años. Por esa razón, los huesos necesitan un suministro constante de calcio, minerales, vitamina D y hormonas de crecimiento.

Cuando la estructura de los huesos no funciona correctamente y no trabaja de forma organizada para remodelarse, pueden ocurrir algunas enfermedades:

• Osteoporosis: Ocurre cuando el hueso viejo se elimina más rápidamente que el hueso nuevo, lo que genera un hueso más débil y propenso a fracturarse.
• Osteopetrosis: Esta enfermedad es la contraria y sucede cuando la eliminación del hueso es muy lenta y los huesos se vuelven demasiado densos.
• Osteogénesis imperfecta: Las personas con esta enfermedad tienen un defecto genético que no permite que el cuerpo genere suficiente colágeno o que este se produzca de una forma incorrecta.
• Enfermedad ósea de Paget: Esta enfermedad hace referencia a las personas en las que se deposita más hueso del que se extrae y, por lo tanto, el hueso nuevo no se forma correctamente.
• Displasia fibrosa: Por último, queremos hablarte de la Displasia fibrosa, que es una enfermedad en la que el hueso normal se reemplaza con un tejido fibroso, similar a una cicatriz, pero que no es suficientemente fuerte como para ejercer la función de los huesos.

Esperamos que esta lección te haya ayudado a comprender un poco mejor la estructura de los huesos y la importancia de estos en nuestro cuerpo. Si quieres seguir profundizando un poco más en la anatomía del cuerpo humano, no dudes en consultar nuestro apartado de biología.

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