Órganos de los sentidos y sus partes

Nuestros cinco órganos de los sentidos están formados por células que se especializan en la captación de estímulos externos llamadas receptores sensoriales y que son la vía de entrada de la información externa hacía el sistema nervioso de un organismo.

Una clasificación general de estos receptores es la siguiente:

• Quimiorreceptores: este tipo de receptores responden frente a las sustancias químicas. El gusto y el olfato son ejemplos de quimiorreceptores.
• Mecanorreceptores: la información captada es de tipo mecánico. Ejemplo de este tipo de receptores son los del tacto o el oído.
• Fotorreceptores: receptores especializados en captar la energía electromagnética. Un ejemplo es la vista.

Empezamos con uno de los órganos de los sentidos: el oído. Contiene las células especializadas en la captación de las vibraciones sonoras del medio externo, pero también se encarga del equilibrio, función localizada en otras células especializadas.

Estas vibraciones son captadas por el oído, dirigidas hacía las células especializadas y transformadas en impulsos nerviosos que se dirigen al cerebro, donde serán interpretadas.

El oído se divide en tres partes:

• Oído externo: comprende el pabellón auditivo (conocido como oreja) y un conducto auditivo externo de unos tres centímetros de largo que acaba en la membrana timpánica. En este conducto auditivo también hay pelos y glándulas secretoras de cera. La función del oído externo es la de canalizar y dirigir las ondas sonoras hacía el oído medio.
• Oído medio: está situado en la cavidad timpánica o caja timpánica. Externamente, está separada del conducto auditivo externo por la membrana timpánica. Se trata de un conducto estrecho que se extiende 15 milímetros tanto en el plano horizontal como en el vertical. Su función es conducir las ondas sonoras hasta el oído interno, para lo cual consta de tres huesecillos, el martillo, el yunque y el estribo. Otra de sus funciones es el equilibrio entre la presión interna y externa mediante la tropa de Eustaquio.
• Oído interno: está situado dentro del hueso temporal y contiene los órganos auditivos y del equilibrio, que se encuentran inervados por el nervio auditivo. Consiste en una serie de canales membranosos y óseos que contienen un líquido.

Imagen: Stanford Childrens

Si bien el ojo es considerado el órgano de la visión, lo cierto es que solo es el encargado de traducir las señales electromagnéticas en un determinado tipo de impulsos que pasan del nervio óptico al cerebro.

El globo ocular es una estructura esférica abobada en su región anterior. Consta de tres capas:

• Capa externa: se compone de esclerótica, con función protectora y la córnea, que refracta la luz.
• Capa media o úvea: consta del iris, el coroides y el cuerpo ciliar.
• Capa interna: es la capa nerviosa o retina, sensible a la luz.

Seguimos conociendo los órganos de los sentidos y sus partes para hablar, ahora, del olfato. Este sentido sirve para captar los olores. Comienza en la nariz, que forma parte del olfato y del aparato respiratorio. Se divide en una región externa o apéndice nasal y una región interna dividida en dos cavidades principales o fosas nasales, divididas por un tabique vertical.

En los bordes de los orificios nasales existen pelos que atraviesan las aberturas e impiden el paso de sustancias y partículas extrañas. La parte interna de la nariz está formada por las dos cavidades nasales altas y profundas, que se abren por orificios nasales en su parte frontal y acaban en una abertura a ambos lados de la faringe.

La región olfativa de la nariz es una membrana mucosa gruesa y de coloración amarilla conocida como mucosa olfatoria, y es donde están situadas las células receptoras.

Imagen: OJO

El gusto se percibe por el contacto de las sustancias solubles con la lengua. El humano puede captar un gran repertorio de sabores respondiendo a combinaciones de diferentes estímulos, entre los que están el propio gusto, el olor o la temperatura. Sin embargo, si lo consideramos de forma aislada, solo se perciben cuatro sabores: ácido, amargo, salado y dulce.

En la lengua es donde se sitúan aproximadamente unas 10 mil papilas gustativas que se distribuyen de una forma desigual en la cara superior de la lengua. Al contrario de lo que se cree, a altas concentraciones las papilas responden a los cuatro sabores, pero a bajas, son específicas de sabor.

Así, las papilas sensibles al dulce y salado están en la punta de la lengua, con las del sabor ácido a los lados y el amargo en la parte posterior. La lengua es un órgano musculoso recubierto de una membrana mucosa en donde se sitúan estas papilas.

Imagen: Esquema

Terminamos este repaso a los órganos de los sentidos y sus partes hablando del sentido del tacto. A través de este sentido se percibe el contacto con los distintos objetos, superficies, etc.

Este sentido se percibe a partir de receptores del tacto, que son terminaciones nerviosas especializadas que existen en la piel, tanto en la epidermis como en la dermis. Posteriormente, las sensaciones táctiles se transportan hacia el cerebro mediante fibras nerviosas.

Existen sectores de la piel con distintas sensibilidades, ya que el número y tipo de receptores presenten en la piel no es uniforme a lo largo de todo el cuerpo.

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