Características de la arquitectura barroca

A comienzos del siglo XVI, Europa vive momentos convulsos, siendo el Barroco, palabra que significa perla imperfecta, una respuesta a esa situación azarosa como muestra del poder, la riqueza y la fuerza de aquellos países más prominentes, especialmente los católicos.

Así, los líderes religiosos influyeron en la cultura y especialmente en el arte, siendo las iglesias y las catedrales aquellos escenarios ideales para mostrar su poder y su ideología. Los arquitectos retomaron las nociones de belleza del Renacimiento, pero de una forma más ornamental.

El Barroco comenzó en Italia donde Papa y otros gobernantes comenzaron a construir siguiendo el estilo barroco, extendiéndose enseguida por el resto de Europa y América del Sur, si bien en cada país el estilo adquirió sutiles diferencias.

En líneas generales, el Barroco buscó crear espacios llenos de teatralidad y efectismo, introduciendo dinamismo, movimiento, contraste y drama en exteriores y, especialmente, en los interiores.

Las fases del Barroco son Barroco temprano, de 1590 a 1625, el Barroco pleno, de 1625 a 1660 y el Barroco tardío, entre 1660 y el 1725, rematándose esta última fase con el Rococó.

Uno de los obstáculos a la hora de diferenciar estilos arquitectónicos es que muchos de los edificios relevantes de esta época suelen ser el resultado de una mezcla de estilos. Hay que tener presente que estas obras se prolongaban durante décadas, incluso durante más de un siglo, y, a lo largo de ese tiempo, se iban incorporando elementos de varios estilos. Para distinguir los elementos constructivos del barroco debemos tener presente que las principales características de la arquitectura barroca. Aquí te las descubrimos.

1. La arquitectura del Barroco se destaca por utilizar grandes cúpulas, normalmente ubicadas en el centro del edificio.
2. La decoración cobra protagonismo y se vuelve cada vez más elaborada e intrincada, alcanzando ciertas dosis de extravagancia y suntuosidad.
3. El dorado se extiende como forma de subrayar el carácter sagrado y suntuoso de las obras, siendo notable en el caso de la escultura, tanto al interior como al exterior. El sobredorado de las obras se extiende a las esculturas, releves, retablos, molduras, etcétera.
4. Se emplean todo tipo de elementos arquitectónicos y/o decorativos para conseguir imprimir sensación de movimiento o dinamismo. Así, se utilizan paredes curvas, techos abovedados, nichos, arcos, volutas, esculturas, relieves, trampantojos, etcétera.
5. Otra de las características de la arquitectura Barroca son los techos abuhardillados de doble inclinación.
6. En el caso del Barroco español, el llamado herreriano o de los Austrias, tiene en El Escorial su mayor ejemplo, siendo su influjo notable. Así, se imponen exteriores contenidos o severos, mientras al interior se desata la suntuosidad. También se repiten elementos como las torres franqueando las fachas, la cubierta con chapitel y los techos de pizarra.
7. Por lo que respecta a las iglesias, los modelos se simplifican y se sigue la planta de una única nave con capillas en los contrafuertes, la llamada planta jesuítica, y cierta austeridad al exterior, mientras que los interiores se llenan retablos dorados y con cierta complejidad en diseños, motivos, decoraciones, etcétera.
8. Los arquitectos y artistas barrocos son auténticos maestros de la luz, siendo uno de los primeros movimientos artísticos que prestan atención a los efectos de la luz. Así, los acabados, la decoración y muchos otros detalles constructivos y decorativos se eligen en función de la luz y los efectos que se desean crear. La luz y los claroscuros se emplean para mostrar contraste y generar dramatismo.
9. Las temáticas de las obras suelen ser religiosas, tratándose siempre las esculturas, retablos y motivos decorativos con opulencia, siendo abundantes de victorias y personajes divinos.
10. Por lo que respecta al urbanismo, el Barroco se caracteriza por su búsqueda de integrar los espacios en un todo, tanto desde el punto de vista paisajístico como el urbano. Un momento en el que aparecen numerosos planes de regulación de las grandes ciudades, siendo Roma el prototipo de ciudad capital. Una regulación llevada a cabo por el arquitecto Doménico Fontana y en la que se regulan la ciudad según un entramado de grandes vías articuladas entorno a centros como plazas o edificios significativos. Las basílicas se entrelazan y se convierten en puntos de encuentro y de partida.
11. La influencia italiana también es notable a partir de mediados del siglo XVII, concibiéndose las fachadas como retablos, con un estilo más decorativo. Una tendencia que se prolongará hasta la primera década del XVIII, coincidiendo en el tiempo esta tendencia más ornamental con otra de más contención. Ese Barroco tardío recibirá el nombre de Rococó o, en el caso de España y América del Sur, Churrigeresco.

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