Dinastia Ming: características

La dinastía Ming fue la penúltima dinastía de la historia china, estando situada entre los años 1368 y 1644, por lo que fueron los últimos años de la Edad Media y gran parte de la Edad Moderna.

La etapa china de la Dinastía Ming es considerada por los historiadores como uno de los mejores gobiernos de la historia de la humanidad por su estabilidad y disciplina. Durante los años de la dinastía, China se convirtió en uno de los mayores imperios de la historia, logrando enormes hazañas militares y gestionando una de las mejores flotas de la historia, la cual le convirtió en una de las naciones con mayor influencia comercial siendo el único país no occidental ni europeo que lograba tales hazañas.

Otro de los puntos importantes de la dinastía Ming fueron sus viajes por el mundo y se considera que fue durante esta etapa que China se abrió al resto del mundo, comenzando a tener más relaciones con otros países más alejados.

El fundador de la Dinastía Ming fue Zhu Yuanzhang, un monje campesino budista que inició una revuelta contra los reyes mongoles que ocupaban el trono. Zhu logró este levantamiento gracias al apoyo de un grupo de campesinos debido a las malas cosechas. En poco tiempo lograron tomar Pekín y cambiar la capital a Nankín, centralizando el poder en esta ciudad y buscando un mayor tradicionalismo basado en el confucionismo.

El hijo de Zhu, Yong Io, fue el encargado de llevar a China a un nuevo nivel, extendiendo las fronteras al sur y norte, y finalizando las revueltas en Mongolia, Indochina y el Índico. En ese punto de esplendor volvió a cambiar la capital a Pekín, donde construyó una enorme cantidad de palacios y templos para mostrar el poder económico de la región.

Aún con eso, el nuevo emperador entendía que China no era un país perfecto y que las tribus nómadas del norte podían volver a intentar atacar, por lo que aumentó el tamaño y las defensas de la Gran Muralla. Por último, entendiendo Yong que el comercio terrestre era complicado por los numerosos ataques de los mongoles, decidió apostar por el comercio marítimo, siendo el origen de las expansiones por Java, India, Persia, Arabia y zonas africanas.

Emperadores de la dinastía Ming

• La tranquilidad posterior de China nos lleva hasta Kia Tsing, el emperador que tuvo que enfrentarse a los piratas japoneses y siberianos que atacaban los barcos chinos y que incluso llegaron hasta la capital de Pekín.
• El siguiente emperador, Zhang Juzheng, fue capaz de expulsar a los piratas, al mismo tiempo que estableció una serie de reformas políticas, económicas y sociales que lograron terminar con la creciente corrupción china.
• El sucesor de Zhan, Wan Li, mantuvo la nueva política y permitió un florecimiento cultural que dio pie a los primeros jesuitas, los cuales trajeron las ideas y tecnología de Europa. Aunque durante su gobierno pudo frenar los intentos de invasión japoneses, no pudo detener el avance de las intrigas de la corte, ni la invasión a Manchuria por parte de los tunguses.
• Finalmente, la dinastía Minga cabo tras el gobierno de Chuang-li-ti, quien se suicidó al enterarse de que los tungueses habían llegado a Pekín y que iban a tomar el trono.

Para continuar conociendo a esta importante dinastía China debemos continuar con esta lección sobre las características de la dinastía Ming, hablando sobre los principales elementos que definen este periodo.

Las principales características de la dinastía Ming son las siguientes:

• La flota fue el centro de la China de los Ming, tanto para el comercio como para la guerra.
• Se creó un ejército permanente, el cual era esencial para frenar el avance de los japoneses de las tribus nómadas que habitaban los alrededores de China.
• Se apostó por la mejora del sector agrícola, buscando una mejor vida para los agricultores y una creación de caminos para que la venta del excedente fuera más sencilla.
• Se comenzó a comerciar con las grandes potencias europeas, especialmente con portugueses, españoles y holandeses.
• Se centralizó el poder en la capital, pero también se originaron las provincias para una gestión más eficaz de una región tan grande.
• La religión fue mucho más abierta, con presencia de musulmanes, católicos y taoístas.
• Se adaptaron muchos de los inventos de Europa, trayendo una evolución enorme en la región.
• Se creó un completo sistema de empleados públicos, dividiendo a los altos y bajos funcionarios, y ubicándolos a lo largo de la nación para un mayor control.

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