Fauvismo: obras representativas
El fauvismo es un movimiento pictórico francés que, aunque breve, tuvo una gran repercusión por su intensidad y carácter rupturista. Así, el fauvismo se desarrolló entre 1904 y 1908, caracterizándose por un uso arbitrario del color, optando por gamas de color agresivas y estridentes. Una actitud que le valió el calificativo de “fauves” o fieras. En el Salón de Otoño de 1905 realizaron su primera exposición, terminando por ser aceptado por el público y la crítica sin esas connotaciones despectivas iniciales.
En esta lección de unPROFESOR te ofrecemos una selección de las obras del fauvismo más destacadas para que puedas reconocer y admirar las características básicas de este fantástico y rompedor estilo artístico.
- Características y principales representantes del Fauvismo
- Lista de los artistas del fauvismo más importantes
- Luz, paz y placer (1904) de Henri Matisse
- Mujer con sombrero (1905), Henri Matisse
- El río Sena en Chatou (1906), Maurice de Vlaminck
- Pinède à Cassis (1907), André Derain
- La alegría de vivir (1906), Henri Matisse
- Yate en Le Havre decorado con banderas (1905), Raoul Dufy
Características y principales representantes del Fauvismo
Antes de comenzar a hablar de las obras del fauvismo más representativas, es importante que conozcamos qué es el fauvismo y que indiquemos las características del fauvismo más destacadas de esta corriente artística de las vanguardias.
- El fauvismo es un movimiento espontáneo en el que cada pintor realizaba su obra de forma personal e individual, careciendo de un manifiesto único.
- Su principal punto común es el rechazo a los convencionalismos y todo tipo de métodos y reglas establecidos.
- Son un movimiento de reacción contra el Impresionismo.
- El color se convierte en la forma de mostrar el estado de ánimo del artista. Así, separan el color de su propósito descriptivo y se transforma en un elemento independiente.
- Se busca un equilibrio en la composición, ofreciendo un aspecto único.
- El objetivo último es mostrar las emociones y sentimientos del pintor ante el mundo que le rodea, dejando todo más a la intuición que a la técnica.
Lista de los artistas del fauvismo más importantes
Pero para conocer mejor las obras del fauvismo, no hay nada más representativo que acudir directamente a las obras de arte y a los artistas encargados de cultivar esta corriente artística. Por eso, entre los artistas más destacados de este movimiento se encuentran
- Henri Matisse
- André Derain
- Maurice de Vlaminick
- Henri Manguin
- Albert Marquet
- Jean Puy
- Emile Otón Friesz
- George Braque
- Raoul Dufy
Luz, paz y placer (1904) de Henri Matisse
Para conocer en detalle las obras del fauvismo, vamos a analizar una de las obras del movimiento fauve más importantes: Luz, paz y placer de Henri Matisse.
Esta obra está considerada como el punto de arranque del fauvismo, una especie de declaración de intenciones. Matisse muestra una escena de un atardecer en la playa, un tema típico del Impresionismo, pero él no trata de ser fiel a la realidad y utiliza el color de forma arbitraria, saliéndose de la tradición y huyendo de la proporción y la perspectiva. No se trata de ser realista y buscar la belleza, sí de ser espontáneo y plasmar lo emocional.
En esta obra también se aprecia la influencia del puntillismo de George Seurat y el divisionismo de Paul Signac al emplear pequeñas pinceladas de color. Sin embargo, Matisse deja de lado la armonía cromática típicas de estos autores para ofrecer colores puros y sin fusiones. La obra está inspirada en un poema de Charles Baudelaire, L'Invitation au Voyage.
Mujer con sombrero (1905), Henri Matisse
Este cuadro de Matisse también forma parte de esta selección de obras representativas del Fauvismo. Una obra expuesta en el Salón de Otoño en el año 1905 y en la que causó controversia, constituyendo la primera aparición del movimiento fauve.
Los críticos rechazaron la arbitrariedad el color, el aspecto de obra inacabada y el tipo de pincelada. Un retrato que no trata de ser fiel a la realidad y que no fue bien recibido por los críticos ni el público, si bien fue adquirido por la familia Stein, los famosos coleccionistas de arte.
El río Sena en Chatou (1906), Maurice de Vlaminck
Seguimos conociendo las obras del fauvismo para hablar ahora de esta. Vlaminck se inspira en un paisaje junto al Sena en Chatou, un suburbio de París donde Derain y él compartía un estudio desde el año 1901.
Esta obra se destaca por emplear una de las técnicas empleadas por muchos fauvistas, el empaste. Una técnica que consiste en la aplicación directa de la pintura desde el tubo y en forma de grandes manchas. Estas manchas se cepillaban después con unos movimientos cortos al objeto de generar la sensación de movimiento.
Los colores azules, verdes, rojos y naranjas crean un contraste muy vivo y llamativo, ofreciendo el conjunto una sensación de alegría, movimiento y brillo.
Pinède à Cassis (1907), André Derain
Seguimos conociendo las características del fauvismo a través de las obras más representativas. En Pinède à Cassis, Derain emplea un uso del color como forma de expresar emociones. En esta pintura, Derain usó pinceladas dispersas y alargadas, típicas del divisionismo, para estructura la escena y distribuir árboles y otros elementos el paisaje.
Los colores son antinaturales con verdes, naranjas y amarillos vibrantes que generan un contraste enorme, pero que consiguen sugerir el calor resplandeciente del verano mediterráneo. Derain también huye de la perspectiva y los claroscuros.
La alegría de vivir (1906), Henri Matisse
La alegría de vivir es una de las obras fauvistas más conocidas de Matisse y una de las obras representativas del Fauvismo, sobre todo por ser la respuesta que el pintor ofreció a las críticas recibidas en el Salón de Otoño de 1905.
Matisse recrea una escena idílica con varias mujeres bailando o descansando desnudas en una especie de paraíso. Unas figuras alegres y ubicadas en un entorno pastoril que el pintor realiza con líneas curvas y sinuosas, además de emplear colores no naturales y complementarios para crear contrastes visuales. Una escena que, sin el efecto de la profundidad ni la luz, ofrece un ambiente sensual y enigmático.
Yate en Le Havre decorado con banderas (1905), Raoul Dufy
Dufy, influenciado por Monet y Boudin, realiza varias pinturas de Le Havre, un puerto en la costa noroeste de Francia, pero sin utilizar la perspectiva tradicional ni aplicar la pintura de forma convencional.
Las líneas son abruptas, desestabilizando la composición, utilizando unas pinceladas rápidas para las olas, pequeños bloques de color para los edificios y con trazos breves para los peatones. Una pincelada aparentemente descuidada y que permite al pintor ofrecer detalles como las banderas del mástil.
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- Elderfield, J (1993), El fauvismo, Alianza Editorial
- VVAA (1997), Fauvismo, Polígrafa