Qué hizo Pompeyo Magno en la Antigua Roma

La carrera de Pompeyo comenzó muy pronto, ya que con tan solo 17 años luchó junto a su padre en el bando de Sila durante la Primera Guerra Civil Romana, enfrentándose a las tropas de Cayo Mario. Sus grandes aptitudes le hicieron liderar tres legiones contra los aliados de Mario, venciéndolos en África y Sicilia.

Al volver a Roma se le honró con el título de Magno, el cual siempre iría junto a su nombre. Tras ello comenzó a recibir importantes encargos por parte de Sila, venciendo a Marco Emilio Lépido y a las tropas de Mario en Hispania, logrando con ello la conquista de la península ibérica.

A su vuelta a Roma, Pompeyo derrotó la rebelión de los esclavos de Espartaco, siendo una de las mayores amenazas que nunca había tenido Roma. Gracias a ello fue considerado un ídolo de los romanos, siendo elegido cónsul en el 70 a.C., junto a su futuro aliado Marco Licinio Craso.

El ascenso de Pompeyo hizo que la república le pidiera realizar importantes misiones, las cuales se consideraba que Pompeyo era una de las pocas personas capaces de lograr.

Sobre el 67 a.C., Pompeyo terminó con la piratería en el mar Mediterráneo, y comenzó una serie de campañas en las provincias de Oriente, enfrentado a numerosas regiones. Gracias a las victorias logró anexionar a Siria a los dominios romanos, además de derrotar a los líderes de Armenia.

Tras estas campañas, Pompeyo marchó hacia Israel, donde el reino se había dividido en dos debido a la rivalidad entre dos hermanos. Pompeyo en un principio prometió respetar a ambas partes, pero cuando una de ellas se saltó el periodo de paz, Pompeyo tomó todo el territorio para los romanos.

Gracias a estas campañas en Asia, Pompeyo logró grandes riquezas y un gran nombre en Roma, ya que había logrado expandir los territorios romanos de Oriente. Y fue en este punto que Pompeyo volvió a Roma.

De vuelta a Roma, Pompeyo buscó aliados para poder controlar el Senado, ya que aunque era un gran general, no era un político tan hábil como para poder controlar esta institución. Un ejemplo de ello, es que al volver de la guerra, Pompeyo pidió al Senado la aprobación de su política en Oriente y el reparto de tierras entre sus veteranos guerreros, pero el Senado se negó en rotundo.

Esta situación provocó que Pompeyo buscara nuevas alianzas, algunas de las cuales eran bastante distintas a las esperadas. Entre estos nuevos aliados destacaron dos, Marco Licinio Craso y Cayo Julio César. El primero era el hombre más rico de Roma, y había sido un fiel aliado de Sila, mientras que el segundo era sobrino de Cayo Mario y líder de los populares.

Los tres juntos contaban con gran parte del poder de Roma, y por ello en el 61 a.C., formaron el Primer Triunvirato, mediante el cual gobernarían la república mediante una alianza no oficial. Gracias a esta alianza, César pudo ser nombrado cónsul, y mediante esta posición ratificar la política de Pompeyo en Asia. La alianza incluso traspasó los límites políticos, ya que la hija de César se casó con Pompeyo como una forma de afianzar la alianza.

Poco tiempo después, César fue nombrado gobernador de las Galias y marchó hacia allí, iniciando numerosas campañas militares para conquistar la región. Pompeyo por otra parte recibió el gobierno sobre Hispania, pero se mantuvo en Roma junto a Craso. Con el tiempo las relaciones entre Craso y Pompeyo se fueron deteriorando, mientras que el segundo iba aliándose con enemigos de César para poder tomar todo el poder.

En este momento, Craso tenía envidia por las victoria militares de César y Pompeyo, por lo que inició una campaña militar en Partia de la nunca volvió, al ser asesinado en una dura derrota militar. En este punto, el triunvirato se rompió, y Pompeyo comenzó a legislar para quitar todo el poder a César.

Para continuar con esta lección sobre lo que hizo Pompeyo Magno en la Antigua Roma, debemos hablar sobre los últimos años del general romano, analizando la guerra que le enfrentó contra Julio César.

El Senado, ya controlado por Pompeyo, exigió a César que renunciara a su poder como cónsul, entregara sus legiones y volviera a Roma. César se tomó la situación como una afrenta contra su persona, y cruzó el Rubicón con sus legiones para atacar a la propia Roma.

El enfrentamiento entre Pompeyo y César es llamada la Segunda Guerra civil romana, enfrentado a los partidarios de ambos generales por el control de Roma. Hubo numerosas batallas entre ambos, pero en la definitiva Pompeyo fue derrotado por César, siendo obligado a escapar hacia Egipto.

Pompeyo quiso pedir ayuda al faraón Ptolomeo, pero fue asesinado debido a que los egipcios consideraron mejor opción aliarse con César. Los egipcios cortaron la cabeza de Pompeyo y se la llevaron al faraón Ptolomeo, que más tarde se la entregó a César.

Se dice que César lloró la muerte de su antiguo aliado, y que mandó matar a sus asesinos, demostrando esto lo importante que había sido Pompeyo.

Descubre la biografía de Julio César.

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