Séneca y el estoicismo: resumen

El estoicismo fue una escuela filosófica fundada por el filósofo Zenón de Citio en Atenas a comienzoa del siglo III a.C. La filosofía estoica es una actitud ética ante la vida que toma la virtud como base y principio fundamental para lograr la eudaimonia, esto es, una vida bien vivida.

Para los estoicos era importante la razón y tomar el control de todas aquellas emociones que nos destruyen, subrayando cómo éstas no son más que el resultado de nuestros errores en la manera cómo vemos el mundo. Así, el estoicismo se enfoca en distinguir todo lo que está bajo nuestro control de aquello que se escapa al mismo e invitarnos a buscar la fortaleza y la ecuanimidad ante la desgracia, además de dominar nuestros sentimientos.

Ser estoico era una forma de alcanzar la autorrealización y la felicidad mediante la virtud y no una indiferencia ante la alegría o la pena.

Séneca es conocido por ser una figura básica del estoicismo y la historia del pensamiento occidental. Él aportó al estoicismo su enfoque en la moralidad humana y en la ética, además del énfasis que puso en la filosofía práctica. Además, Séneca también fue el autor más prolífico del estoicismo con títulos como “De la brevedad de la vida” “Cartas a Lucilio” y “Sobre la clemencia”.

Una de las escuelas filosóficas con las que más se sintió identificado es con el estoicismo, una filosofía que invitaba a controlar las pasiones y aceptar las desgracias y las alegrías. En Roma adquirió fama como uno de los senadores más respetados del Senado y por su gran capacidad de oratoria. Esta circunstancia le granjeó numerosas envidias, además de ser visto con cierta desconfianza por parte de los emperadores.

Por desgracia, Séneca estuvo condenado a muerte tres veces, librándose en dos ocasiones. Los emperadores Calígula y Claudio ordenaron su muerte por la desconfianza que despertaba su gran capacidad como orador, siendo perdonado en una ocasión y desterrado por Claudio. Su obsesión por obtener el perdón durante los más de ocho años de destierro hizo que recibiese las críticas de los estoicos al no aceptar los golpes de la fortuna e intentar mejorar su situación personal a base de adulaciones.

Séneca consiguió volver a Roma y allí, tras la muerte de Claudio, año 54 d.C, Séneca se vengó de él escribiendo una sátira sobre la persona del emperador fallecido, algo que los estoicos también consideraron impropio.

Nerón, de quién fue maestro, no tuvo tanta misericordia y, pese a los intentos de contenerle y al poder que Séneca había conseguido mientras el emperador era menor, le condenó a muerte en el año 65. Séneca se quitó la vida abriéndose la venas, si bien se considera que pudo morir de un ataque de asma provocado por los vapores de la bañera en la que se sumergió para suicidarse.

Esta actitud de Séneca a lo largo de su vida pública le supuso recibir numerosas acusaciones por considerarlo un hipócrita, siendo mejor valorada su figura con el paso de los siglos que en su momento.

Séneca aportó al estoicismo una serie de conceptos como la importancia de la sabiduría, la templanza y el coraje como virtudes fundamentales, mientras que las pasiones y los deseos desenfrenados son para él los mayores obstáculos para lograr alcanzar la paz interior. Además, para Séneca es también básico aceptar lo que nos acontece y saber y aprender a adaptarse a ellos con serenidad.

El autocontrol emocional, la tolerancia, la responsabilidad individual y la conexión entre la libertad y el orden natural del cosmos son también claves para el estoicismo de Séneca.

Además, Séneca también aportó un enfoque en la moralidad, la ética y la filosofía que ha dejado una profunda huella tanto en el estoicismo como en la filosofía universal.

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