La casa de Bernarda Alba: símbolos

Antes de empezar a estudiar los símbolos en La casa de Bernarda Alba es importante que hagamos una breve introducción a esta obra tan importante en la historia de la literatura. Estamos ante una de las obras cumbre del autor y que es estudiada y analizada tanto en institutos de educación secundaria como en las más prestigiosas universidades.

En resumen, La Casa de Bernarda Alba nos cuenta la vida de una familia de mujeres que vive recluida en el interior de una gran casa. El hombre de la casa ha fallecido y Bernarda, la madre, impone un largo luto de 8 años a todas sus hijas. Pero por mucho que se quiera encerrar a las personas, ellas tienen sueños, deseos y ganas de vivir, por eso, las hijas lucharán por salvar sus vidas y evitar la muerte en vida a la que su madre les ha sometido.

Se trata de una obra cargada de simbolismo en la que la represión y la autoridad están muy presentes. Pero, ante esta atmósfera, las chicas quieren defender su libertad y vivir tal y como ellas desean. Sobre todo, esta ansia de libertad está encarnada por Adela, la hija menor de Bernarda y la más rebelde y luchadora.

La casa de Bernarda nos recuerda más bien a un convento y no a una casa familiar. Aquí, la madre encierra a sus vírgenes hijas y la concepción del hombre está muy mal vista. Todo ello se puede percibir en el espacio y la descripción de esta casa, así como en los elementos que aparecen a lo largo de la obra. Son muchos los análisis sobre La Casa de Bernarda Alba que se han realizado y, en todos ellos, se habla sobre la importancia de los símbolos que Lorca incluyó en esta obra maestra.

Entremos ya en materia y descubramos cuáles son los símbolos en La casa de Bernarda Alba más evidentes e interesantes. Federico García Lorca solía acudir al simbolismo para darle una mayor profundidad a sus obras y diferentes niveles de lecturas; por eso, los estudiosos han analizado de forma detallada los elementos más llamativos de la obra para determinar que los símbolos son los siguientes:

• Caballo: es un elemento que encarna el deseo erótico y la sexualidad. En la obra aparece haciendo referencia a Pepe el Romano, el hombre que revoluciona a dos de las hijas y que les despierta sus instintos más naturales e incontrolables.
• Oveja: es un animal que tiene una relación simbólica con Jesucristo y, por eso, en la obra aparece vinculada a Adela, uno de los personajes de La casa de Bernarda Alba que termina sacrificándose.
• Perro: es un símbolo que hace referencia a la sumisión que las mujeres tienen ante los hombres. De hecho, en la pieza teatral presenciamos cómo Pepe llama a Adela como si se tratara de un perro.
• Flores: las flores desde siempre han sido un símbolo muy utilizado en la literatura y, casi siempre, se vinculan con el universo femenino. En la obra de Lorca aparecen flores en la cabeza de Maria Josefa, una clara referencia al erotismo, la sensualidad y el amor que siente este personaje.
• Agua: en esta obra, el agua se presenta como si fuera el deseo. En el acto III el personaje de Adela tiene una gran sed ya que está ardiendo de pasión por Pepe. Por consecuencia, sobreentendemos que el río repleto de agua es una referencia a la vida y Adela muere ahogada por ese río que la arrastra hasta la muerte. En este caso, el pozo simboliza la muerte ya que representa el agua estancada y putrefacta.
• Bastón de Bernarda Alba: es un elemento muy significativo del personaje y representa la autoridad y la represión. El sonido del bastón es el presagio que tienen las hijas de que la libertad se termina.
• Color blanco: en la obra nos encontramos con paredes blancas y con una obsesión por la limpieza. Esto es porque el color blanco representa la pureza y la virginidad, por tanto, son elementos que se deben preservar en el interior de esta casa.
• Color negro: contrapuesto al blanco, el negro representa la represión y la muerte. Recordemos que todos los personajes de la obra van de luto, por tanto, van vestidas de negro porque están silenciadas y muertas en vida. Es uno de los símbolos de La casa de Bernarda Alba más llamativos y más visuales.
• Luna: el símbolo de la Luna también aparece de forma constante en esta obra ya que los amantes se ven siempre al anochecer. Aquí, la Luna se convierte en el símbolo del erotismo y la pasión pero, también, tiene ese toque de oscuridad y muerte que acecha a Adela en todo momento. La luna es uno de los símbolos más frecuentes en la literatura lorquiana.
• Sal: desde siempre se ha considerado que el derramamiento de sal es un presagio de la mala suerte y en esta obra, a Adela se le cae la sal.
• Sangre: otro de los símbolos en La casa de Bernarda Alba es la presencia de la sangre. Este elemento representa la vida y, por ello, cuando está derramada nos indica claramente que ha habido muerte. También representa la parte más sexual de la vida.

Y concluimos esta lección sobre los símbolos de La casa de Bernarda Alba para hablar de otra cuestión muy interesante y estudiada en esta obra de Lorca: el papel de la mujer en la sociedad española del momento.

Recordemos que esta obra está protagonizada únicamente por mujeres: todos los personajes que aparecen en escena son mujeres. Pero, pese a ello, toda la trama gira en torno a un hombre: Pepe el Romano. Un solo hombre es el que provoca la gran tragedia que se vive en esta familia que termina con la muerte de una de ellas, la más libre e inocente. Esto es muy significativo puesto que Lorca viene a decir que la mujer en España parece que solo existe como síntoma de un hombre. Antes de la llegada de Pepe, las chicas solamente cosen y guardan luto. Pero en cuanto él hace su aparición por escena, las chicas empiezan a vivir una revolución y toda la trama empieza a complicarse.

También podemos ver el papel de la mujer en esta obra si analizamos la forma en la que Bernarda trata a sus hijas. La reclusión de las mujeres en su hogar materno hasta que se casan con un hombre se puede ver fácilmente con la hermana mayor, una mujer con más de 40 años que sigue bajo las órdenes de su autoritaria madre. Una mujer parece que no se convierte en tal hasta que no tiene marido, una concepción totalmente patriarcal de la sociedad de la época y que Lorca denuncia en su obra.

La opresión de la sexualidad femenina es también un elemento muy importante en La casa de Bernarda Alba. Lorca deja muy claro el gran deseo sexual que viven las mujeres encerradas en la casa y que, por mucho que quieran silenciar, acaban estallado por doquier.

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