Características del idealismo filosófico

El término idealismo se compone de dos palabras que tienen su origen en el griego: ideal que significa idea e ismo que significa doctrina o escuela, es decir, el idealismo es la doctrina de las ideas.

Asimismo, su nacimiento lo debemos ubicar en la Antigua Grecia y en la persona de Platón (427-347 a.C.). Filósofo que, con su teoría de las ideas, puso la primera piedra de una corriente que a lo largo de la historia se ha ido ramificando y que ha tenido representantes tan importantes, como: René Descartes (1596-1650), Wilhelm Leibniz (1646-1716), Immanuel Kant (1729-1804) o Friedrich Hegel (1770-1931).

De esta forma, en filosofía, el idealismo es una corriente que afirma que las ideas son más importantes que el resto de las cosas, que la realidad es un constructo de la mente y que las cosas existen si hay una mente que pueda pensarlas. Esta corriente choca directamente con otras como el realismo, el materialismo y el fisicalismo.

Como hemos ido viendo a lo largo de esta lección, se han ido desarrollando muchas formas de idealismo, por lo que establecer unas características universales es complejo. No obstante, a grandes rasgos, las características del idealismo son:

1. La primacía de la idea sobre el resto de las cosas.
2. La idea es el principio del ser y del conocimiento.
3. La materia es secundaria y está supeditada a la idea. La materia no puede existir fuera de la conciencia.
4. Las ideas existen por sí mismas y que se descubren a través de la propia experiencia.
5. Dependiendo de la corriente, las ideas habitan en un mundo independiente o no: Según el idealismo platónico/objetivo habitan en un mundo inteligible y según el idealismo subjetivo no.
6. Los objetos/las cosas no pueden existir sin que haya una mente que, previamente, las piense y que sea consciente de ello. Es decir, se requiere del intelecto para desarrollar una idea de las cosas.
7. La forma de conocer la realidad, nuestro mundo y la vida (los objetos en sí mismos) es a través del intelecto y de la experiencia.
8. La existencia es fruto del intercambio de ideas = todo puede pensarse y, por ello, la realidad puede conocerse a través de los conceptos.
9. La idea es la base de todo el conocimiento y la que nos lleva a comprender la realidad.
10. Las ideas son eternas, universales, necesarias e inmutables, al contrario que los seres, que son limitados y finitos.
11. La razón no se identifica con lo finito o material, sino que alcanza lo infinito.
12. El conocimiento nace de la intervención de dos variables o elementos: el sujeto (lo puesto/noúmeno) y el objeto (lo dado/fenómeno). Es decir, sin sujeto no existe el objeto.
13. No existe nada más allá de la realidad que conocemos.
14. La importancia de las ideas no implica ser idealista.

Dentro del idealismo encontramos las siguientes corrientes:

Idealismo platónico y objetivo

El idealismo platónico es el primero de los idealismos y establece la primacía de las ideas por encima de todo, así como, la existencia de dos mundos (dualismo ontológico):

• El mundo sensible: Es mundo del ser humano, que se caracteriza por ser el mundo de las apariencias, de lo cambiante y de la percepción parcial de las cosas.
• El mundo de lo inteligible: Es un mundo fuera del ser y suprasensible, el mundo de las ideas universales y de la verdad. Un mundo que se intuye a través de la razón y no de los sentidos. Por eso, para conocer la realidad en la que vivimos es necesario dudar de la percepción de nuestros sentidos porque nos engañan.

Con el tiempo, el idealismo platónico derivó en el idealismo objetivo, el cual, establece que las ideas existen por sí mismas y que se descubren a través de la propia experiencia. Entre sus representantes destacan: Platón, Leibniz, Hegel, Bolzano o Dilthey.

Idealismo subjetivo

Este idealismo afirma que las ideas no residen en un mundo suprasensible, exterior e independiente, sino que se encuentran en nuestra propia mente y que en todo momento dependen de la subjetividad del individuo que las percibe. Dentro de esta corriente destacan: Descartes, Berkeley, Kant y Fichte.

Idealismo alemán

Como su nombre indica, el idealismo alemán se desarrolló en Alemania, entre los siglos XVIII-XIX, y de la mano de Kant, Fichte, Schelling y Hegel. Destacan:

1. El idealismo trascendental de Kant: Kant, establece que para que surja el conocimiento tienen que intervenir dos variables o elementos: el sujeto (lo puesto/noúmeno) y el objeto (lo dado/fenómeno). En dicho proceso, el sujeto es el que pone las condiciones para que se desarrolle el conocimiento y el objeto es el principio material del conocimiento.
2. El idealismo absoluto de Hegel: Para Hegel la idea se define como la base de todo el conocimiento y es la que nos lleva a comprender la realidad (algo intangible pero racional). Así, la realidad es el desarrollo de una idea y la idea es el desarrollo en sí. Ambas, realidad e idea, se necesitan y no puede existir la una sin la otra.

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