Idealismo Alemán - Resumen y características

El Idealismo alemán es un movimiento filosófico que quiere lleva a sus últimas consecuencias el pensamiento kantiano, aunque acabando concluyendo soluciones que Kant difícilmente hubiera aceptado.

El esquema dialéctico sugerido por Platón (Tesis – Antítesis – Síntesis) es considerado como el elemento regulador de la naturaleza y de las relaciones humanas. En cierta medida, la lucha de clases propuesta por Marx es una derivación de la visión dialéctica de Hegel que sigue este esquema. El conocimiento no puede llegar a la realidad en sí, por lo que consideran que el conocimiento se limita a la imagen mental que tenemos de esa realidad.

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El idealismo alemán es una corriente filosófica desarrollada a finales del siglo XVIII y principios del XIX en Alemania. Su principal pensador fue Kant, seguido de Johann Gottlieb Fichte, Friedrich Wilhelm Joseph Schelling y Georg Wilhelm Friedrich Hegel. Este movimiento se caracteriza por poner énfasis en la primacía de la mente, la conciencia o el espíritu sobre la materia en la constitución de la realidad.

Entre las principales características del idealismo alemán tenemos que destacar:

1. La idea de que la realidad no es algo que exista de manera independiente de la mente, sino que está intrínsecamente asociada a la conciencia y al pensamiento.
2. El sujeto y el objeto no son entidades separadas y autónomas, sino que están interrelacionadas. Así, la realidad externa es una manifestación de la actividad interna del sujeto.
3. La búsqueda de la síntesis entre opuestos, como razón y experiencia, libertad y necesidad, y finitud e infinitud. Hegel desarrolló la dialéctica como método para resolver todas las contradicciones y mostrar el desarrollo progresivo del espíritu absoluto.
4. El idealismo se enfoca en la libertad y la autonomía del ser humano. Fichte enfatizó la autoafirmación del yo como un acto fundamental de libertad.
5. También propuso una visión dinámica y evolutiva de la realidad, donde el conocimiento, la moral y la historia son vistos como procesos en desarrollo continuo hacia una mayor racionalidad y libertad.
6. Por último, el idealismo alemán buscó trascender las limitaciones del pensamiento dualista y materialista, proponiendo una visión más unificada y holística de la realidad y del papel del ser humano en ella.

Aquí te descubrimos las características del idealismo filosófico.

El idealismo alemán fue desarrollado por varios filósofos clave, aportando cada uno de ellos ideas distintivas que fueron configurando el movimiento. Los autores más destacados son Immanuel Kant, Johann Gottlieb Fichte, Friedrich Wilhelm Joseph Schelling y Georg Wilhelm Friedrich Hegel.

Immanuel Kant (1724-1804)

Está considerado como el precursor del idealismo alemán. Su filosofía crítica, especialmente en la “Crítica de la razón pura”, introdujo el idealismo trascendental. Un tipo de idealismo que sostiene que el conocimiento es una síntesis de la experiencia sensorial y las estructuras a priori de la mente. Con sus ideas, Kant estableció las bases para explorar la relación entre sujeto y objeto. Descube aquí el pensamiento de Kant.

Johann Gottlieb Fichte (1762-1814)

Fichte expandió las ideas de Kant y desarrolló el idealismo subjetivo. En su obra, Fichte argumentó que la realidad es una construcción del yo, un yo que se autoafirma en un acto de libertad. Para Fichte, la conciencia no sólo percibe la realidad, también la crea activamente a través de la actividad del yo.

Friedrich Wilhelm Joseph Schelling (1775-1854)

Schelling introdujo el concepto de idealismo absoluto, buscando reconciliar así el idealismo subjetivo de Fichte con el mundo natural. Schelling propuso que la naturaleza y el espíritu son manifestaciones de una única realidad absoluta, una “identidad” subyacente que unifica todas las cosas.

Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831)

Hegel es uno de los idealistas alemanes más influyentes al desarrollar una filosofía sistemática basada en la dialéctica. Hegel propuso que la realidad y el pensamiento evolucionan a través de un proceso de contradicción y superación, en el que el espíritu absoluto alcanza la autoconciencia y la libertad plena.

Aquí tienes los representantes del idealismo en filosofía.

Johann Gottlieb Fichte (1762-1814) considera que todo intento de pensar filosófico y de entender el alcance del problema del conocimiento a partir de la experiencia sensible se encuentra con una realidad incognoscible.

Fichte intentará encontrar un primer principio que pueda justificar todo el saber que poseemos. Este principio no puede surgir de la experiencia y, a pesar de todo, tiene la obligación de justificarla.

La única realidad no es el yo empírico, sino un Yo Absoluto. Es la conciencia universal que resume en sí el ser y del que se deduce toda experiencia. La Dialéctica es el método a través del cual se desarrolla el Yo Universal:

• La Intuición. El Yo se reconoce a sí mismo (Tesis).
• El Yo se reconoce contrapuesto a todo aquello sobre lo que no actúa (Antítesis).
• Explica la delimitación del Yo y no yo. (Síntesis).

Friedrich Schelling (1775-1854) considera que la Historia de la Filosofía se puede reducir a la lucha entre dos movimientos filosóficos: el dogmatismo y el Idealismo. Mientras que para Fichte, la naturaleza es el no yo, para Schelling, la naturaleza es un organismo unitario ordenado por una entidad inteligente (Espíritu Absoluto).

Schelling recibirá una fuerte influencia de la visión de Dios entendido como la naturaleza de Spinoza.

Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831) intentará crear una ciencia filosófica construyendo el último de los grandes sistemas filosóficos creados por un solo individuo . La razón es acción y, por ello, la Filosofía no consistirá en nada que no sea cuestionarse por la razón.

La razón se ha convertido así en el objeto de estudio (que es, en realidad un proceso de autoconocimiento). El ser tiene un proceso de evolución constante, siguiendo el método dialéctico, siendo esta evolución la Historia del Absoluto, siendo la Filosofía es el último estadio de la evolución. Es la razón que se comprende a sí misma.

En ella encuentra la autoconciencia, racionalidad y conocimiento plenos. Las diversas filosofías son fases de la filosofía hasta llegar a su momento culminante: El pensamiento de Hegel.

Tras Hegel, la Filosofía perderá su funcionalidad y el filósofo se convertirá en un mero historiador de la Filosofía. Se crearon, a partir de su pensamiento, dos escuelas diferenciadas. La Derecha hegeliana (poco importante y nada innovadora) y la izquierda hegeliana, crítica con la obra de Hegel, pero inspirada en ella, con Ludwig Feuerbach y Karl Marx como máximos exponentes.

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Ludwig Feuerbach (1804-1872) ve en la Filosofía de Hegel una Teología camuflada. Su visión panteísta no engaña a Feuerbach. La teoría hegeliana que afirma que la realidad es puesta por la Idea, el Espíritu Absoluto.... sólo constituye una expresión de la doctrina teológica según la cual la naturaleza es creada por Dios.

Feuerbach afirmará que la Teología se reduce a Antropología: Dios es un pensamiento del ser humano, por lo tanto, Dios, como tal, no existe. La esencia de Dios es la esencia del ser humano. El ser humano proyecta fuera de sí todo lo que es y crea a Dios para que dé sentido y explicación a aquello que el hombre no entiende.

No es Dios quien ha creado el ser humano, sino el ser humano que ha creado Dios a su imagen y semejanza. Hay una expropiación del ser humano (alienación). El ser humano es sometido a algo que le es extraño: la figura de Dios que es, en realidad, inexistente.

Immanuel Kant (1724-1804) está considerado como la figura más destacada de la filosofía moderna, siendo básica su contribución al idealismo. Así, Kant desarrolló la filosofía crítica y propuso una síntesis entre el racionalismo y el empirismo. Su obra más relevante es “Crítica de la razón pura”, un libro en el que introduce el concepto de “idealismo trascendental”. Un concepto que establece que el conocimiento humano es una construcción de la mente basada en la experiencia sensorial y en las estructuras innatas del pensamiento.

Las ideas de la filosofía de Kant fueron revolucionarias, especialmente al argumentar que no nos es posible conocer las cosas en sí mismas (noumenos), y solo podemos conocer las apariencias de las cosas tal y como se presentan a nuestra percepción (fenómenos). Esta distinción llevada a cabo por Kant fue clave para el desarrollo del idealismo alemán al establecer los límites del conocimiento humano y desafiar la noción de que la realidad objetiva es accesible.

Además de esto, Kant también introdujo la idea de que el espacio y el tiempo son formas a priori de la intuición, esto es, estructuras inherentes a la mente humana que ordenan nuestra experiencia. Esto significó un cambio radical en la forma de entender la realidad y el conocimiento al sugerir que la mente tiene un papel activo en la constitución de la experiencia.

Estas ideas de Kant tuvieron una gran influencia en filósofos posteriores como Schelling, Fichte y Hegel, quienes desarrollaron sus propias versiones del idealismo alemán al reinterpretar los conceptos kantianos sobre la relación entre el sujeto y el objeto y la naturaleza de la realidad y la conciencia.

El idealismo alemán sostiene que la realidad depende de la mente o la conciencia, y que el mundo externo no es independiente de nuestras percepciones y pensamientos. Hay diferentes formas de idealismo, pero todas ellas comparten la idea de que la mente tiene un papel clave en la constitución de la realidad.

Un ejemplo clásico del idealismo es el idealismo trascendental de Kant quien argumentó que no conocemos las cosas en sí mismas, sino solo como se nos aparecen a través de las estructuras de la mente, como el tiempo y el espacio. Esto significa que, aunque hay un mundo externo, nuestra comprensión del mismo está limitada por nuestras propias capacidades cognitivas.

Otro ejemplo es el idealismo subjetivo de George Berkeley, autor que afirmó que los objetos no existen independientemente de nuestra percepción de ellos. Según Berkeley, un árbol en un bosque no existe si no hay un observador que lo perciba, Es famosa su frase de “ser es ser percibido”, un claro ejemplo de su idea. Para Berkeley, todo lo que existe son mentes y sus ideas, y Dios es el observador constante que mantiene la existencia de todo.

Por lo que respecta al idealismo absoluto de Hegel, éste veía la realidad como un proceso dialéctico de desarrollo del espíritu absoluto, en el cual cada etapa de la realidad es superada y comprendida en una síntesis más alta. Por ejemplo, el conflicto entre libertad individual y autoridad en la sociedad se resuelve en una forma de estado ético en el que se reconcilian ambos aspectos.

En todos los casos, el idealismo coloca la mente, la conciencia o el espíritu en el centro de la comprensión de la realidad, desafiando la visión de que el mundo material existe independientemente de la percepción y el pensamiento humano.

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