División del Imperio romano: resumen corto
El Imperio romano es una de las mayores civilizaciones de la historia, siendo capaces de conquistar la mayor parte del mundo conocido e impulsar un pensamiento por toda Europa que en muchos aspectos llega hasta nuestros días. La influencia del Imperio romano no siempre fue igual, sufriendo grandes reveses durante sus años de existencia, y para hablar sobre uno de sus peores momentos en esta lección de unPROFESOR te ofrecemos un resumen de la división del Imperio romano.
Índice
Causas de la división del Imperio romano
Para hablar sobre la división del Imperio romano, primero de todo debemos hablar sobre los antecedentes que llevaron a esta decisión tan importante, siendo la larga crisis del siglo III una de las razones que obligaron al gran imperio a dividirse.
La crisis del siglo III fue un periodo de unos 50 años de duración entre el 235 y el 285 en que Roma estuvo sumida por una dura crisis de gobierno, uniéndose las presiones de una serie de pueblos externos y una gran crisis económica, política y social sucedida en el interior del imperio.
El inicio de esta crisis que tanto daño hizo al emperador y al sistema de Roma fue la muerte del emperador Alejandro Severo en el 235, causando la aparición de una anarquía militar en la que fueron muchos los generales de Roma que buscaron acceder al poder romano por su carrera militar. Esta situación de crispación unida a los débiles emperadores que ocuparon el cargo demostraron que la amplitud del imperio se había hecho demasiado grande, causando ataques por las tribus del norte e independencias de provincias como la Galia o Palmira.
La situación durante años en la que los emperadores y los jefes militares habían sido incapaces de defenderse de los enemigos externos y de mantener unificado el imperio llevaron a que una serie de emperadores con orígenes en Iliria tomaran el poder. De todos estos emperadores el más destacado fue Diocleciano, siendo la persona que hizo pasar a Roma de la Crisis del siglo III al Bajo Imperio.
Diocleciano y los nuevos tipos de gobierno
Desde su llegada al puesto de emperador, Diocleciano tuvo claro que la gestión del imperio debía cambiar, ya que la extensión del territorio unido al crecimiento de los problemas externos causaba que fuera imposible que una sola persona pudiera gestionar un imperio que había llegado a ser tan grande.
En un primer momento, Diocleciano tuvo la idea en 285 de formar un gobierno conocido como diarquía, compartiendo el poder con otro emperador, gracias a lo cual uno podía ocuparse de la zona occidental y otro de la zona oriental.
La forma de gobierno funcionó durante un tiempo pero el aumento de todos los problemas en los frentes hizo que Diocleciano tuviera la idea de cambiar la diarquía por una tetrarquía. En esta nueva forma de gobierno existían dos augustos y dos césares, gestionando cada parte del Imperio en parejas, y siendo los césares los sucesores de los augustos.
Aunque para formar esta nueva forma de gobierno existió una especie de división del imperio en las zonas occidentales y orientales, esto no era del todo así, ya que el Imperio romano seguía siendo tan solo uno y estas zonas eran una especie de provincias que dividían la región en dos. Aun así, en los años siguientes las diferencias entre ambas partes del imperio fueron cada vez más pronunciadas, siendo un claro ejemplo que la zona oriental usaba más el griego y que las costumbres romanas se fueron perdiendo poco a poco.
La división de Roma
Para terminar con este resumen de la división del Imperio romano, debemos hablar sobre las razones que llevaron a esta división y como fue su evolución hasta que finalmente terminó desapareciendo el imperio de Occidente.
A la llegada de Teodosio I al poder, ambas partes del Imperio habían prosperado de una forma semejante, pero las divisiones entre ambas zonas eran cada vez mayores, y eran muchas las voces romanas que pedían una división total de ambas regiones por las cada vez mayores diferencias que para algunas figuras de la época habían conllevado desigualdades.
En 395, y abogando porque la protección de ambas partes del Imperio sería más fácil si estuvieran divididas, Teodosio I dividió el imperio en dos partes:
- el Imperio Romano de Occidente con capital en Roma
- el Imperio Romano de Oriente con la capital en Constantinopla
Cada uno de los hijos de Teodosio recibió una de las mitades del imperio, siendo un completo desastre ambas gestiones por la juventud de ambos líderes.
Durante los años siguientes, ambas mitades del imperio se fueron diferenciando cada vez más y en determinados momentos sus semejanzas eran tan mínimas que casi parecían naciones que nunca habían compartido similitudes. Tras años sufriendo invasiones germánicas en el 476, el emperador romano Rómulo Augusto fue derrocado por los hérulos, terminando con el último emperador de Occidente. El Imperio Romano de Occidente desapareció, convirtiéndose en numerosos pueblos germanos que fueron ocupando toda esa tierra poco a poco.
El imperio Bizantino
El Imperio Romano de Oriente, más tarde Imperio Bizantino, se mantuvo durante muchos más años, en parte porque las invasiones que sufría eran menores que las generadas por los germanos. No fue hasta 1453 que esta región finalmente fue derrotada por los turcos, terminando con los últimos vestigios de Roma, y demostrando que la división de Roma había logrado que una parte de Roma sobreviviera durante muchos más tiempo que si se hubiera mantenido unida.
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