Leonardo Bruni y el humanismo - resumen
En esta lección vamos hablar sobre el humanismo de Leonardo Bruni (1369-1444), uno de los filósofos, traductores e historiadores más importantes de la Baja Edad Media/Renacimiento temprano y cuya obra, Historia del pueblo florentino (1473), marcó antes y un después en la concepción de la historia y de la filosofía política. Dando lugar a lo que se definió como humanismo cívico o lo que para él sería el Estado Popular y el gobierno perfecto: Aquel que dejara de lado las instituciones eclesiásticas/medievales y en el que primase la participación ciudadana, teniendo como espejo a la Roma republicana.
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¿Cuál es el pensamiento de Leonardo Bruni?
Para entender al 100% el pensamiento de Leonardo Bruni y el humanismo, primero tenemos que contextualizar el momento en el que se desarrolla su vida y obra. En concreto, ésta tiene lugar en la república de la ciudad estado de Florencia a principios de Renacimiento, cuando el humanismo estaba dando sus primeros pasos.
Bruni nació en Arezzo en 1370 (Italia), pero pronto se mudaría con su familia a la ciudad de Florencia, lugar al que estaría vinculado hasta su muerte y lugar en el que estuvo en contacto directo con otros humanistas, como: Coluccio Salutati (del que fue discípulo), Niccolo Nicolli, Palla Strozzi y Manuel Crisoloras. Asimismo, destacó como político: primero en Roma al servicio del papa Inocencio VII (1405) y después como canciller de Florencia(1427-1444).
De esta forma, la vida de Bruni transcurrió en una Florencia en pleno esplendor social, económico y cultural. Una ciudad que había roto con su pasado medieval y que caminaba hacia una nueva etapa.
La Florencia de Bruni
Desde el S.XI las ciudades del norte de Italia, entre las que destacó Florencia, tuvieron un desarrollo diferente al del resto de Europa y, poco a poco, se convirtieron en poderosas ciudades-estado, independientes y con un autogobierno republicano. De esta forma, durante los siglos XI-XIV, Florencia destacó por su prosperidad e independencia económica (comercio textil, la emisión de bonos propios y cartas de crédito), por su progresivo distanciamiento del imperio y por el desarrollo de instituciones republicanas propias.
Ahora bien, debemos tener presente que nunca fue una democracia con plena participación, tal y como la concebimos en la actualidad, sino que siempre estuvo en manos de gremios, familias nobles o banqueros. Es decir, que se configuró como una oligarquía que rompió con el feudalismo y en la que Bruni fue actor principal como canciller, formando parte de lo que se conoció como “la cancillería humanista”: una república gobernada entre iguales que después comenzó a ser regida por unos pocos mediante la manipulación electoral de familias como los Medici.
El Humanismo y Florencia
Florencia fue una de los principales escenarios del Humanismo y fue considerada “La nueva Atenas”, pues fue el lugar donde se desarrollaron grandes humanistas como Dante, Petrarca, Boccacio, Miguel Ángel, Maquiavelo, Leonardo Da Vinci y el propio Leonardo Bruni.
Este movimiento, supuso una ruptura y un cambio de mentalidad que abarcó todos los ámbitos del pensamiento. Trajo consigo una nueva concepción del mundo (antropocentrismo universal frente al teocentrismo medieval), del hombre (es el centro), el desarrollo del espíritu crítico, de la razón o del optimismo frente al pesimismo medieval. Así como, la difusión de las obras clásicas y, en ello, tuvo mucho que ver labor traductora de Leonardo de Bruni, quién tradujo del griego al latín las obras de Aristóteles, Homero, Platón, Jenofonte o Demóstenes.
El humanismo de Leonardo Bruni
Las aportaciones de Leonardo Bruni al humanismo aparecen claramente plasmadas en su obra cumbre Historia del pueblo florentino (1473) y se sustenta en dos pilares fundamentales, su concepto de la historia y de la filosofía política:
La historia según Bruni
La visión y concepto que nos da el italiano sobre la historia es una de las más novedosas, de ahí que se le conozca como “El padre de la Historia Moderna”. Así, para él, la historia debe basarse en los siguientes preceptos:
- Se debe basar en la veracidad y, por tanto, debe estar sustentada en los datos y documentos.
- El historiador debe ser crítico, abandonar el discurso y su opinión sobre el hecho que narra. Así debe narrar y explicar los hechos cronológicamente.
- Debe ser secular y dejar de lado la idea de la Providencia, ya que, la historia es resultado de los actos de los individuos, sus actores principales.
- La historia tiene el fin de enseñar a un pueblo su pasado para entender su presente.
Igualmente, otra de las grandes aportaciones de Bruni es su división tripartita de historia. Es el primero en diferenciar cronológicamente tres periodos históricos: la Edad Antigua, la Edad Media y la Edad Moderna.
La política según Bruni
Bruni promueve una nueva forma de pensar la política y nos habla de un nuevo modelo de Estado, el Estado Popular. Un estado que rompa con el modelo feudal, que acabe con la dominancia de un señor y que se base en la igualdad y la libertad de los ciudadanos:
“Nuestra forma de gobernar el Estado apunta a lograr la libertad y la igualdad para todos y cada uno de los ciudadanos. Porque es igualitaria en todos los aspectos, es llamada gobierno popular. No temblamos ante ningún señor ni somos dominados por el poder de unos pocos. Gozamos todos de la misma libertad, gobernados solo por la ley y libres del miedo a los individuos. Todos tienen la misma esperanza de alcanzar los honores y de mejorar su condición, siempre que sean industriosos, posean talento y un sobrio modo de vida. Pues nuestra ciudad requiere virtud y honestidad en sus ciudadanos… Esta es la verdadera libertad e igualdad en una ciudad: no tener miedo del poder de ninguno ni temer que nos dañen; experimentar la igualdad de la ley entre los ciudadanos y la misma oportunidad de gobernar el Estado… Así, la única forma legítima de gobernar el Estado es la popular”
Este nuevo modelo de Estado definido por Bruni, que después fue conocido como Humanismo Cívico, se basa en cuatro ideas principales:
- Un mayor protagonismo del ciudadano en la actividad política de la ciudad. Que éste sea participe de las decisiones, que pueda opinar y criticar.
- Un mayor despliegue de las libertades sociales del individuo y fomentar el valor de la esfera pública.
- Potenciar el compromiso cívico: promover los valores sociales y comunitarios, tales como la tolerancia y la cooperación en la política.
- Potenciar el capital social: desarrollar la capacidad de los ciudadanos para que sean capaces de afrontar todo tipo de cuestiones políticas, sociales y cívicas.
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- García de Cortázar, J.A. y Sesma Muñoz, J.A. Historia de la Edad Media. Una síntesis interpretativa. Alianza Editorial. 2006