Mujer con sombrilla: análisis de la obra
Mujer con sombrilla (Femme à l'ombrelle) es una obra pintada por Claude Monet en el año 1875 y ambientada en Argenteuil, localidad a la que solían acudir los parisinos los fines de semana y a la que también frecuentaron los pintores impresionistas para pintar al aire libre. Monet residió allí entre los años 1871 y 1878, siendo también habituales Sisley, Renoir y Caillebotte. Esta obra pertenece a una serie de cuadros realizados allí por Monet como parte de sus estudios de la luz y el color y su adhesión a los principios estéticos del Impresionismo.
En esta lección de unPROFESOR.com te ofrecemos un análisis de la obra Mujer con sombrilla, una de las más representativas de Claude Monet y sus primeros fases dentro del movimiento impresionista.
Descripción y contexto de Mujer con sombrilla
En el año 1871, Claude Monet se traslada desde Inglaterra a los Países Bajos y, desde allí, pasa a Argenteuil, en Francia. En esta localidad, a tan solo 15 minutos de París en tren y en el Valle Oise, era una de las zonas de escapada de la capital parisina para descansar y disfrutar de la naturaleza. Los impresionistas también eligieron Argenteuil como ciudad de inspiración y allí fue también donde Monet realizó alguno de sus obras más representativas.
En la casa en la que vivieron Monet y su familia contaba con un gran jardín muy cerca del Sena y próxima a la vivienda de Édouard Manet, quien le visitaría a menudo en el verano de 1874.
Mujer con sombrilla (1875) representa a su mujer Camille y a su hijo Jean en uno de esos paseos por la campiña de Argenteuil. Una instantánea en la que Monet trata de atrapar justo el momento en el que ambos llegan a lo alto y se paran a observar el entorno. En el cuadro, Camille, vestida de blanco y con una sombrilla, se localiza en la cima de una colina con un cielo azul celeste como telón de fondo. La figura está girada hacia el espectador y detrás de ella se encuentra el niño, mirando él también al frente.
Análisis formal de Mujer con sombrilla
Seguimos este análisis de Mujer con sombrilla para prestar atención a los aspectos formales. Es un óleo sobre lienzo que se localiza en la actualidad en la Galería Nacional de Arte de Washington. Los críticos consideran que es una de las obras más representativas de Monet y del Impresionismo.
La búsqueda de pintar al plein air o plenarismo, lejos de los estudios y sin seguir las pautas academicistas, se convirtió en uno de los mayores anhelos de esta generación de artistas. La pintura al aire libre permitía estudiar la luz y el color y plasmar en el lienzo cómo el paisaje o los objetos o escenas pintadas cambiaban según la luz del día. Se buscaba captar un momento único y, al igual que la fotografía, mostrar la realidad como la percibe el ojo humano.
Composición y perspectiva
Los impresionistas tomaron la decisión de formar un grupo y exhibir sus obras fuera de aquellos espacios más convencionales y academicistas. El mantenerse alejados de las limitaciones de las academias permitió a Monet pintar temas como este, el paseo de su familia por el campo.
En la composición, el espectador está en el lugar donde hubiera estado Monet, dejándonos participar de ese momento familiar y cotidiano. Un retrato alejado de los retratos de familia convencionales y en el que se recrea un momento lleno de espontaneidad y naturalidad. Para ello Monet, maestro en captar el instante, utiliza pinceladas rápidas, creando el efecto de que la escena es una instantánea, aunque, y como solía ser habitual, la familia posó durante horas.
La perspectiva es muy baja, logrando con ello que la figura de Camille llene la escena y adquiera un aspecto monumental. Para ello, Monet colocó el caballete en un punto más bajo del terreno, adquiriendo también el cielo un gran protagonismo. Pero, el pintor consigue equilibrar todos los elementos para que la vista del espectador pasee su mirada lentamente de unos a otros, de Camille a la sombrilla, al cielo, la hierba y al niño.
Análisis del color en esta obra de Monet
Monet aplica el color de forma inteligente, esto es, los tonos más llamativos y vibrantes son los verdes de la hierba, equilibran así el protagonismo y predominio de los azules del cielo. Un verde que también se repite en la sombrilla, guiando así nuestra mirada de arriba abajo. La figura de Camille se pinta en un color blanco y azulado que también elevan nuestros ojos hacia el cielo, logrando también que nos fijemos en el niño al añadirle uno tonos de rojo en el rostro y en sombrero.
Las sombras de las figuras las pinta en tonos violeta, algo muy típico el impresionismo, recreando también los efectos de la luz sobre cada de las figuras y mostrando su paso a través de la sombrilla, además del efecto del velo flotante sobre el rostro de Camille.
Mujer con sombrilla recibió numerosos elogios cuando se exhibió en la segunda exposición impresionista del año 1876, considerándose como una de sus obras atmosféricas más bellas. Esta exposición se celebró en la Galería Durand-Ruel, presentando Monet unas 18 pinturas. Aunque la exposición no muy celebrada por la prensa, sí que recibió críticas positivas por la gran calidad en el tratamiento de la luz. Así, Edmond Duranty, novelista y crítico de arte, señaló en su obra La Nouvelle peinture como los impresionistas
“[…] gradualmente han logrado la descomposición de la luz solar en sus rayos y sus elementos y para recombinar su unidad con una armonía general de iridiscencia extendida sobre sus lienzos. Desde el punto de vista de la delicadeza de sus obras y de la sutil penetración de sus colores, es un resultado bastante extraordinario. El físico más erudito no tendría nada que reprocharles sobre sus análisis de la luz".
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