Modo indicativo y subjuntivo – diferencias
¿Sabrías distinguir las diferencias entre el modo indicativo y subjuntivo? A veces, no resulta difícil entender las formas de expresar las acciones del verbo, por eso vamos a comenzar una lección de unPROFESOR en la que trataremos de dar solución a esta problemática incluyendo ejemplos que haga más visual la disyuntiva.
Recordemos que los tiempos verbales son aquellos que condicionan la acción del verbo, y dentro de ellos hay tres grandes grupos: el modo indicativo, generalmente más común, el modo subjuntivo y el modo imperativo. En esta lección nos vamos a centrar en los dos primeros, que usamos habitualmente casi sin darnos cuenta, de forma natural.
Como es lógico pensar, el verbo se conjuga de diversa forma según el modo, para lo que hay que seguir diferentes reglas. Hay que adaptarlo al tiempo verbal y a lo que se conoce como accidente gramatical si se incluye algún tipo de particularidad.
Índice
El modo indicativo
Para conocer las diferencias entre el modo indicativo y subjuntivo de los verbos, hemos de saber claramente qué significa cada uno de ellos.
En esta lección, empezaremos por el modo indicativo, el más común. En este caso es un modo que se centra en expresar acciones reales y concretas. Es por ello que muchos expertos lo definen como el modo que describe el mundo real.
El modo indicativo va a lo concreto, ya sea en tiempo, en acción, en actividad, etc. Veámoslo en un ejemplo: Manuel acaricia a su gato todas las mañanas. Observamos que hablamos de una persona concreta, Manuel, igual que de una acción, acariciar al gato, y de un tiempo muy concreto, las mañanas.
El modo indicativo enuncia hechos reales, probados y concretos, no deseos o posibilidades. Por ello incluye los tiempos verbales del presente, el pretérito perfecto, el pretérito imperfecto, el futuro y el condicional simple.
El modo subjuntivo
Por su parte, el modo subjuntivo del verbo expresa posibilidad e hipótesis. Es decir, lo podemos utilizar para hablar de algo que nos gustaría que sucediese, o algún hecho que podría acaecer, incluso que sea probable que pase, pero no lo podemos saber con seguridad.
Para observarlo en un ejemplo, vamos a usar la misma frase que hemos utilizado anteriormente, pero la adaptaremos al modo subjuntivo: A Manuel le gustaría acariciar a su gato todas las mañanas. En este caso, se está expresando un deseo de Manuel, que, por algún motivo, no puede acariciar a su mascota por las mañanas, aunque le gustaría, No sabemos el motivo, simplemente que es un deseo, pero que no se puede cumplir.
En este caso, los tiempos verbales del modo subjuntivo son el presente, el pretérito y el futuro.
Diferencias entre el modo indicativo y subjuntivo
Ahora que sabemos en qué consisten ambos, ¿cuáles son las diferencias entre el modo indicativo y subjuntivo? Ya hemos podido ver la más clara, y es que mientras el primero expresa acciones, actos y tiempos concretos, el segundo es hipotético, destacando un deseo o posibilidad.
- Además, hay otras diferencias importantes. Por ejemplo, el indicativo suele expresar verdad, mientras que el subjuntivo expresa sentimiento, duda, esperanza, etc. Por ejemplo: Mario lo ha pasado genial frente a Ojalá Mario lo haya pasado bien.
- El indicativo se usa en discursos afirmativos, mientras que el subjuntivo se hace en negativos. Me parece que Mario se divierte frente a No creo que Mario se divierta.
- El modo indicativo se usa cuando la acción es regular o se ha producido, mientras que el subjuntivo se utiliza normalmente si esta no ha tenido lugar aún: Mario esperó hasta que viniste frente a Mario debería esperar hasta que vengas.
- El indicativo también sirve para expresar concreciones, personas con unas características en particular, mientras que el subjuntivo no especifica, aunque sí puede expresar características especiales: Mario busca a Paco para que le arregle su bicicleta frente a A Mario le gustaría buscar a alguien que arregle su bicicleta.
Como podemos observar, es muy importante fijarse en la acción, en el tiempo y en los implicados en cada frase. Si te detienes y te fijas bien, no te resultará nada complicado distinguir cuándo estamos hablando de algo o alguien concreto, o cuándo estamos expresando un deseo, un sentimiento o una esperanza que podría ser real, pero que todavía no sabemos con exactitud si lo será.
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