Qué es la analepsis y ejemplos

En la literatura, la analepsis es una técnica narrativa que consiste en interrumpir la secuencia cronológica de los eventos para insertar escenas o eventos que ocurrieron previamente. Aunque es algo común en la literatura, también se utiliza en televisión y cine. Es posible que conozcas este concepto con el nombre de Flashback.

En pocas palabras, se trata de retroceder en el tiempo para recordar un evento pasado con el fin de fortalecer la acción que se está narrando en el presente. Las funciones de la analepsis dependen de cómo se desarrolla la historia.

Por ejemplo, puede servirnos para explicar el pasado de un personaje o recuperar eventos cuyo conocimiento es esencial para dar coherencia a la historia. Del mismo modo, puede proporcionar información a los lectores sobre los antecedentes de un personaje, ofreciendo una visión de los motivos que impulsan las decisiones del personaje a lo largo de la historia.

Además, otra función importante de la analepsis en la narrativa es generar tensión. Al explicar un evento pasado, el autor busca despertar la curiosidad de los lectores, incitándolos a descubrir los secretos de la historia que se está contando.

En el lado contrario, tenemos la prolepsis literaria, es decir, el "forward", anticiparse a los hechos.

Vamos a ponerte algunos ejemplos de textos que contienen analepsis. Te hemos señalado dichos fragmentos en negrita para que veas que se encuentran situado en otro punto del tiempo, en el pasado del personaje.

Fragmento de Mi Cristina, de Mercè Rodoreda

El mar entero era un gemido y una ráfaga y volantes de olas y yo atrapado y arrojado, y atrapado, escupido y engullido y abrazado a mi tablón. Todo estaba negro, el mar y la noche, y el Cristina hundido, y los gritos de los que morían en el agua ya no se escuchaban [...] y entonces, con todas aquellas nubes encima, me sentí chupado hasta muy adentro, más adentro que las otras veces. Descendía, entre remolinos y peces alarmados que me rozaban las mejillas [...] y cuando el agua se calmó y fue bajando poco a poco, la cola de un pescado más grande que los demás me golpeó en la pierna [...] Cuando intenté levantarme para andar por el suelo, resbalaba, y aunque ya me figuraba dónde estaba, preferí no pensar, pues me acordé de lo que mi madre me había dicho en su lecho de muerte. Yo estaba a su lado, muy triste, y mi madre, que se ahogaba, tuvo fuerzas para levantarse de medio cuerpo para arriba y con el brazo largo, largo y seco como un mango de escoba, me pegó un tremendo guantazo y me gritó aunque apenas se la entendía: ¡no pienses! Y murió.

Descubriendo la analepsis, de Aziel Pichardo

Hace diez minutos que llegué de nuevo aquí, a ciudad donde nací. Todo ha cambiado demasiado. Voy caminando por la Avenida del Río. Ahora doy vuelta en la calle del Lago Viejo, caminando rumbo a mi vieja escuela. Apenas falta una calle para llegar, suena la campana de la escuela. Sigo caminando y mientras más me acerco, me envuelve el barullo de los estudiantes. Blanca me ve y me saluda, preguntando por qué no he ido a clases. Con toda la tristeza del mundo le digo que he estado preparando mis cosas, porque mi familia y yo nos iremos a otro Estado. Me mira con tristeza, mientras por su mejilla rueda una lágrima. No decimos nada más, solo nos abrazamos. Un sentido y cálido abrazo que no he olvidado en estos quince años de ausencia. Llego a la escuela y doy vuelta a la izquierda, rumbo al nuevo centro comercial que voy a supervisar.

Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez

Mientras Macondo celebraba la reconquista de los recuerdos, José Arcadio Buendía y Melquíades le sacudieron el polvo a su vieja amistad. El gitano iba dispuesto a quedarse en el pueblo. Había estado en la muerte, en efecto, pero había regresado porque no pudo soportar la soledad. Repudiado por su tribu [...] decidió refugiarse en aquel rincón del mundo todavía no descubierto por la muerte, dedicado a la explotación de un laboratorio de daguerrotipia.

Es importante destacar que la analepsis puede surgir sin previo aviso en la línea narrativa. Estas son las principales características de la analepsis:

• La analepsis se caracteriza por retroceder la secuencia de la historia hacia el pasado, a diferencia de la prolepsis, que proyecta la acción hacia el futuro.
• Este cambio temporal tiene como objetivo aumentar la tensión, intensificar el drama y construir escenas interesantes.
• Los retrocesos en el tiempo son esenciales para agregar profundidad a la narrativa.
• Esta técnica sirve para enriquecer las tramas y desarrollar personajes complejos.
• La analepsis puede manifestarse de diversas maneras, como una secuencia de pensamientos repentinos, un sueño confuso o un recuerdo vívido.

Esperamos que esta lección te haya ayudado a comprender mejor qué es la analepsis y cuáles son sus características. Si quieres seguir aprendiendo más acerca de este tema u otro parecido, no dudes en consultar nuestro apartado de escritura.

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