Cuáles son los huesos sesamoideos

El esqueleto está formado por varios tipos de huesos, que se clasifican según su forma, distinguiéndose cuatro grandes grupos: huesos largos, huesos planos, huesos cortos y huesos irregulares.

Los huesos sesamoideos son un tipo de hueso corto (forma cúbica) especializado. Reciben su nombre por su pequeño tamaño, como el de las semillas de sésamo. Estos huesos de pequeño tamaño no fueron descritos hasta el siglo XVII. Se trata de huesos que en algunos casos son inconstantes, es decir que no siempre se presentan en todos los individuos.; mientras que en otros son constantes, es decir, se presentan en todos los individuos. Son huesos sesamoideos constantes los que aparecen en la primera articulación del dedo gordo del pie o la rótula o patela, en la rodilla.

Este tipo de huesos se forman en el interior de los tendones y su función es fortalecer los tendones y mejorar la mecánica de tracción del músculo o el grupo de músculos asociado. Es decir, hacen una función de polea e interviene en el movimiento. Se localizan en los tendones de pies y manos y contribuye de forma importante al movimiento de estos. Sin embargo el hueso sesamoideo de mayor tamaño se localiza en la articulación de la rodilla y recibe el nombre de rótula. Algunos huesos sesamoideos se encuentran situados en las inmediaciones de algunas articulaciones.

Este conjunto de huesos no se presenta en un número fijo, se sitúan en las articulaciones de los dedos del pie, asociados a tendones flexores plantares. Los tendones flexores plantares son los que permiten la flexión de los dedos del pie. Se trata de huesos que reciben poca irrigación y sufren necrosis (muerte del tejido por falta de riego sanguíneo) con cierta facilidad debido a lesiones por sobrecarga o trauma.

Los más frecuentes son los de la articulación metatarsofalángica (la articulación entre el metatarso y la primera falange), en la zona de la planta del pie. En el caso del primer dedo (dedo “gordo”) existen dos huesos sesamoideos en la primera articulación en forma de medialuna que se encuentran en el interior del flexor plantar del dedo; se trata de huesos constantes (están presentes en todos los individuos). En algunos casos también aparecen huesos sesamoideos en articulaciones entre la falange media y distal.

Los huesos sesamoideos del pie, en especial los del dedo gordo, además de proteger los tendones flexores tienen un papel importante en la amortiguación del peso del cuerpo y la absorción del impacto del pie contra el suelo durante la marcha o en la recepción del salto.

Del mismo modo que en los huesos sesamoideos del pie, los huesos sesamoideos de las manos pueden variar en número y en su localización en las personas. Los huesos sesamoideos más frecuentes en la mano se sitúan en la región palmar (de la palma de la mano) de la primera articulación del pulgar (articulación metacarpofalángica). Estos dos huesecillos son constantes. Es decir, están presentes en todos los individuos.

Sin embargo, también pueden encontrarse, huesos sesamoideos inconstantes en las articulaciones metacarpofalánficas del dedo índice y el meñique; y con menos frecuencia en la articulación metacarpofalángica de los dedos anular y medio, y en la articulación interfalángica (entre la primera y la segunda falange) del dedo pulgar.

Además de los huesos sesamoideos de los dedos, también se encuentra, ocasionalmente, un hueso sesamoideo en la articulación de la muñeca. En concreto, el hueso pisiforme (forma de guisante) se sitúa superpuesta al hueso piramidal (hueso que forma parte del carpo de la mano).

Aunque la mayoría de huesos sesamoideos se localizan en las manos y los pies, y son huesoso de pequeño tamaño, existe una excepción importante: la rótula. La rótula o patela es el hueso sesamoideo más grande y se sitúa en zona anterior (delantera) de la articulación de la rodilla. Se desarrolla en el interior del tendón del músculo cuádriceps. Este hueso tiene forma de triángulo irregular, con dos caras.

La función principal de la rótula es aumentar la eficacia del cuádriceps, del mismo modo que una polea; además, de disminuir la fricción del tendón.

La sesamoiditis es un proceso inflamatorio doloroso, producido por una lesión de los huesos sesamoideos que consiste en la inflamación de las estructuras relacionadas con tendón en la zona en contacto con el hueso sesamoideo. Es más frecuente en adolescentes y adultos jóvenes. Además del dolor la sesamoiditis puede causar rigidez de la zona afectada y crepitación (ruido o sensación de ruido con el movimiento).

La sesamoiditis más común es la del dedo gordo del pie. Esta inflamación se produce por estrés repetitivo crónico, es decir, una sobrecarga reiterada al correr o saltar; debido a un exceso de ejercicio o a la realización de movimientos repetitivos. En ausencia de trauma repetido, la sesamoiditis también puede ser causada por infección o procesos de artrosis o artritis del hueso sesamoideo.

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