Teoría de la evolución biológica - resumen

La Teoría de la Evolución Biológica es el manual esencial para entender cómo las formas de vida en la Tierra han cambiado con el tiempo. Nos ayuda a descifrar el misterio de la evolución biológica, ese proceso que ha dado forma a la diversidad de seres vivos que vemos hoy.

Pero, ¿por qué es tan importante? Bueno, una teoría científica, como la de la evolución, alcanza su máxima potencia cuando ha pasado por muchas pruebas y ha demostrado ser la mejor herramienta para entender algo que no podemos expresar matemáticamente.

Ahora, para adentrarnos en la historia de esta teoría, es fundamental retroceder en el tiempo y recordar que, en un principio, la mayoría pensaba que cada ser vivo había sido creado por algún poder supremo y que no cambiaban con el tiempo. Esto era el creacionismo, la idea de que alguien muy poderoso había hecho todo.

Pero, con el tiempo y el surgimiento de nuevas ideas, llegamos al siglo XIX. Aquí es donde aparece un naturalista llamado Jean-Baptiste Lamarck. Él pensaba que todas las especies tenían la capacidad de cambiar y transmitir esos cambios a sus descendientes. Imagina a los animales adaptándose y luego pasándole esas adaptaciones a sus crías. Aunque fue un paso adelante al aceptar la idea de la evolución, su teoría tenía limitaciones porque no se basaba en la herencia de características de los ancestros, sino en cambios adquiridos por acciones específicas.

En esta otra lección te descubrimos un resumen de las teorías evolutivas más importantes.

Charles Darwin marcó un antes y un después al introducir la evolución biológica mediante procesos naturales, desafiando las fisuras de la teoría de Lamarck. En 1895, publicó El origen de las especies, lanzando el Darwinismo. Esta teoría evolucionó gradualmente, explicando la evolución biológica mediante la selección natural y sexual.

Acompañado por Alfred Russel Wallace, otro naturalista británico con hallazgos similares, Darwin presentó ideas revolucionarias. Este episodio no solo transformó la comprensión de la evolución, sino que también desencadenó tensiones entre la ciencia y las creencias tradicionales.

La selección natural

Según las ideas de Darwin, todas las especies comparten un origen común y se han diversificado a lo largo del tiempo, en parte debido a la selección natural. Este mecanismo evolutivo se resume en que las especies más aptas para su entorno tienen más éxito en reproducirse, y su descendencia tiene mayores posibilidades de reproducirse exitosamente, dando lugar a nuevas generaciones.

Darwin también reconocía la realidad de la extinción, la otra cara de la moneda: las especies menos adaptadas tienden a reproducirse cada vez menos, en muchos casos llegando a desaparecer.

Imaginemos el escenario inicial: poblaciones de seres vivos con distintas características. El entorno ejerce presión sobre estas poblaciones, favoreciendo el éxito reproductivo de algunos individuos y haciendo que sus características se propaguen, al mismo tiempo que otras desaparecen. Este proceso es completamente natural, sin intervención de entidades sobrenaturales.

La selección sexual

La selección sexual, otro mecanismo clave según la teoría de Darwin, habla acerca de cómo ciertos individuos son percibidos como más deseables para reproducirse que otros.

Este juego de la selección sexual es fascinante: por un lado, se complementa con la selección natural, contribuyendo al éxito reproductivo de algunos individuos. Por otro lado, puede ser contradictoria, ya que rasgos beneficiosos en términos de selección sexual pueden resultar desventajosos en interacción con el entorno, excepto para posibles parejas reproductivas.

Vamos a poner de ejemplo la larga cola del pavo real: puede facilitar el apareamiento, pero también dificulta escapar de los depredadores. La selección sexual, con su complejidad, revela cómo ciertos rasgos evolucionan no solo para la supervivencia, sino también en el juego de la atracción y reproducción, creando un equilibrio delicado en la evolución biológica.

El neodarwinismo surge como respuesta a la necesidad de comprender cómo evolucionan y se diversifican las especies con el tiempo. Aunque Darwin allanó el camino al explicar el cambio a través de la selección natural, enfrentó limitaciones. Desconocía conceptos modernos como la variabilidad genética y la existencia de genes, lo que le impedía comprender cómo surgían las características sometidas a la presión de la selección natural. Aunque no descartó completamente la herencia de caracteres adquiridos propuesta por Lamarck.

En contraste, Wallace rechazó esta idea, dando origen al neodarwinismo. Este enfoque, liderado por el naturalista George John Romanes, rechaza las ideas lamarckistas y postula que la selección natural es el único motor evolutivo. A principios del siglo XX, la aceptación de las leyes de Mendel reveló que las mutaciones en el ADN son preadaptativas, desechando la idea de la herencia de caracteres adquiridos.

Con esta revelación, genetistas como Fisher, Haldane y Wright llevaron al darwinismo a una nueva dimensión. Integraron la selección natural y la herencia genética sugeridas por Mendel con una sólida base matemática.

Este es el origen de la teoría sintética, la corriente más respaldada por la comunidad científica actualmente. Defiende que la evolución es un cambio gradual y continuo explicado por la variabilidad genética y la selección natural, proporcionando una comprensión más completa y matizada de cómo las especies evolucionan en nuestro mundo dinámico.

Este es el resumen de la teoría de la evolución biológica. ¿Qué te ha parecido? Si quieres seguir profundizando más en este tema, no dudes en consultar nuestras lecciones del apartado de biología.

Si deseas leer más artículos parecidos a Teoría de la evolución biológica - resumen, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Biología.