Capilla Sixtina de Miguel Ángel: análisis
La Capilla Sixtina es una de las grandes obras de la historia del Arte universal. Una obra que decora la sede del cónclave en el que se elige al Papa. Miguel Ángel, uno de los grandes genios del Renacimiento, es el autor de la espectacular decoración de los muros de la capilla, su bóveda y la pared de detrás del altar, área en la que él pintó El Juicio Final.
Su restauración a finales del siglo XX demostró la gran capacidad y talento de Miguel Ángel al revelarnos el dominio de la técnica, la intensidad del color, el enorme tamaño de las figuras, la rotundidad de las formas y cómo el pintor superó todos los obstáculos pintando solo y en una superficie curvada. En esta lección de unProfesor te ofrecemos un análisis de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel, además de detenernos en su historia.
Historia de la Capilla Sixtina - resumen
La Capilla Sixtina es una obra pintada por Miguel Ángel. Se trata de una las capillas del Palacio Apostólico ubicado en la Ciudad del Vaticano y lugar donde se elige y corona a los Papas. En un primer momento, fue considerada como Cappella Magna de la fortaleza vaticana, recibiendo su nombre del papa Sixto IV, quien ordenó que se restaurase a finales del siglo XV. La Capilla Sixtina fue siempre escenario de ceremonias papales.
Durante ese mismo pontificado, algunos de los grandes pintores renacentistas del Cuatrocentto como Botticelli, Ghirlandaio, Perugino, Roselli y Signorello, llevaron a cabo una serie de paneles al fresco sobre la vida de Moisés y la de Jesucristo. Unos paneles acompañados de retratos de los Papas.
Tras su finalización en 1482 y dado el renombre alcanzado por Miguel Ángel tras esculpir la Piedad (1499) y el David, el Papa Julio II lo llamó a Roma en 1505 para que realizase el ambicioso proyecto de su tumba. Por las rencillas entre ambos no llegó a cuajar el proyecto, pero el Papa terminó por reclamar su presencia para uno nuevo: pintar los techos de la Capilla Sixtina.
Curiosidades de la Capilla Sixtina
Miguel Ángel llevó a cabo los frescos de la capilla entre 1508 y 1512, decorando la bóveda de la capilla, realizando también los frescos del techo. Su resultado es impresionante y constituye una de las grandes obras de arte universal.
- La bóveda era todo un reto por su altura y dimensión y ya hubo problemas desde el primer momento. Así, Miguel Ángel no estuvo de acuerdo con el andamiaje montado por Bramante y lo desmanteló para construir un basado en su propio diseño.
- La técnica también supuso un hándicap, ya que el fresco no permite errores y es preciso trasladar el dibujo y el color cuando el enlucido aún está fresco.
- Los primeros intentos no fueron todo lo satisfactorios que esperaba Miguel Ángel puesto que afloraron mohos y la pintura tuvo que ser suprimida y volver a pintarse. Esto ocurrió con el fresco del Diluvio Universal.
- Las posturas imposibles, la curvatura de la bóveda, las rivalidades, amenazas y la presión del propio Papa fueron una auténtica tortura para el pintor, llegando a sufrir hasta ataques físicos por parte del pontífice.
Miguel Ángel aprendió sobre la marcha y realizó un inmenso esfuerzo para llevar la obra a término. Aunque él no se consideraba pintor y también tenía la tumba de Julio II como encargo, aceptó el desafío y cubrió la gran bóveda con unos espectaculares y bellos frescos. Así, este gran creador se consagró también como pintor pese a los deseos de Bramante de que fracasase y eliminarlo como competencia en los encargos papales.
En 1533 pintó al fresco el Juicio Universal en la pared del coro, encargo de Clemente VII de Médicis.
Análisis de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel
La Capilla Sixtina es una estancia de planta rectangular de poco más de 40 metros de largo por casi 14 metros de ancho y 20 metros de altura. La gran extensión de la superficie le llevó a compartimentarla en 9 tramos, mediante una arquitectura pintada o fingida, precedente del ilusionismo barroco. La bóveda presenta las mismas dimensiones que la del templo de Salomón.
Vamos a ofrecer aquí un breve análisis de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel:
- En las cuatro pechinas de las esquinas representa cuatro escenas del Antiguo Testamento que narran la salvación del pueblo judío de distintas amenazas: Judit y Holofernes, David y Goliat, la serpiente de bronce y el castigo de Amán.
- En las enjutas triangulares sobre los ventanales, ocho en total, y en los lunetos se representa a los antepasados de Cristo en el orden citado en el Evangelio de Mateo.
- Entre las enjutas y pechinas se crean pilastras fingidas. Entre ellas, y sentadas en tronos, se representan siete profetas y cinco sibilas. Unas figuras que unen el mundo antiguo pagano y el mundo cristiano.
- Sobre las pilastras arrancan arcos fajones fingidos y que dividen la bóveda en diferentes tramos en los que representar las escenas centrales.
- Sobre el remate de las pilastras, en el arranque de los arcos fajones, Miguel Ángel representó unas figuras masculinas jóvenes, casi escultóricas, denominadas ignudi.
- En los paneles centrales se representan nueve escenas que representan la Creación y otras historias de la Biblia desde el Génesis al Apocalipsis.
- La escena más conocida, y obra maestra de la pintura universal, es la creación del hombre: Adán. Una obra de una complejidad iconográfica única, convirtiéndose su representación de Dios en todo un prototipo, un hombre anciano y sabio. Adán es un hombre joven de belleza clásica.
Análisis formal de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel
Entre las principales características del estilo de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina se destacan:
- Predominio de la línea sobre el color.
- Miguel Ángel tuvo gran libertad compositiva durante su trabajo, si bien hubo quejas por la desnudez de las figuras y tuvo problemas a posteriori por no tener alas los ángeles y los desnudos. Se retocarían tapándose las partes de las figuras una vez fallecido el artista.
- La figura humana es la gran protagonista como obra perfecta de la creación de Dios.
- Las figuras son rotundas, musculadas y con gran fuerza corporal.
- Estamos ante unas esculturas pintadas, esto es, Miguel Ángel pinta como un escultor, buscando siempre la tercera dimensión.
- Las posturas de las figuras son exageradas, hasta violentas, en un intento de transmitir volumen.
- La terribilitá de Miguel Ángel está presente en la fuerza de los rostros y gestos de las figuras, escorzos y figuras serpentinatas.
- Los colores son brillantes, nítidos y luminosos.
- Miguel Ángel compone sus primeras escenas con muchas figuras, para reducir su número en las siguientes al darse cuenta de que desde el suelo no se distinguían los personajes.
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- BLECH, Benjamín; DOLINER, Roy. Los secretos de la Capilla Sixtina. Aguilar, 2012.
- COLALUCCI, Gianluigi. Miguel Ángel en la Capilla Sixtina: La pintura y la restauración de los frescos. En Actas Congreso Internacional" Restaurar la memoria": Valladolid AR&PA 2000. Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León, 2001. p. 181-191.
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