La Piedad de Miguel Ángel - análisis y comentario
Miguel Ángel es uno de los grandes artistas del Renacimiento italiano y de la Historia del Arte Universal. Sus obras han transcendido los siglos y aún hoy en día es todo un referente. La Piedad es una de sus obras más bellas y espectaculares de la historia del arte occidental. Una escultura que sorprende tanto por la perfección técnica y porque Miguel Ángel la esculpió cuando solo tenía 24 años.
En esta lección de unPROFESOR.com te ofrecemos el análisis y comentario de La Piedad de Miguel Ángel, una de las mejores esculturas del Renacimiento, concretamente del Cinquecento.
Índice
Descripción de La Piedad de Miguel Ángel
La Piedad de Miguel Ángel es una escultura de bulto redondo tallada en mármol en la que se representa un tema religioso: la representación de la Virgen María con su hijo Jesús muerto entre sus brazos.
Este grupo escultórico se ubica en la Basílica de San Pedro del Vaticano y fue realizado por Miguel Ángel Buonarroti entre 1498 y 1499, una fecha que encuadra la obra en el Cinquecento.
Las dimensiones de la obra son 174x195 centímetros. Además, esta es la única obra firmada por Miguel Ángel, ya que, y ante el rumor de que obra no era suya, el autor se apresuró a firmarla lo más rápido posible. La firma está sobre una cinta en la Virgen.
Análisis de La Piedad de Miguel Ángel
En 1498, en Roma, el Cardenal Jean Bilhiéres de Lagraulas encargó a Miguel Ángel que esculpiese una Piedad o Pietá. Una figura realizada en mármol de Carrara y que se localizaría en la Capilla de Crucifijo de la Basílica de San Pedro.
Una Piedad que siempre se representaba desde el dolor infinito de la madre que ha perdido un hijo, pero Miguel Ángel prefirió abandonar ese esquema y mostrar una Piedad desde la belleza y la armonía. Para ello, el artista representa a la Virgen María sosteniendo en sus brazos el cadáver de su hijo Jesús tras desenclavado de la Cruz. Un tema que no tenía precedentes en el ámbito de la escultura italiana, siendo notable a influencia de la escultura gótica del norte de Europa.
La Piedad se estructura en forma de triángulo equilátero sobre una base elíptica para aportar estabilidad y equilibrio a la composición. La figura de la Virgen María presenta un tamaño desproporcionado, pero es la manera de conseguir corregir la perspectiva desde el suelo. Así, el cuerpo de Jesús se constituye en punto de apoyo.
También se destaca la minuciosidad del trabajo de Miguel Ángel tanto en la anatomía como en los pliegues de la ropa. Un detallismo que también queda patente en el uso de las luces y las sombras para acentuar la plasticidad de la obra.
Ambas figuras son de tamaño natural, exponiéndose ante el espectador la figura de Jesús. Esta figura aparece semidesnuda, sobre un sudario y evitando mostrar sangre o dolor. Jesús sigue el esquema de una belleza clásica y serena, algo similar a lo que ocurre con la figura de María, invadida por una tristeza contenida, pero con un rostro joven y bello.
Comentario de La Piedad de Miguel Ángel
En La Piedad de Miguel Ángel se percibe la influencia del neoplatonismo en el autor, una corriente idealista que hace que la belleza esté sobre el dolor y el sufrimiento. Se prefiere representar a la Virgen con un aspecto joven y bello, mostrándola como eternamente madre, bella e inmaculada. La belleza imperecedera del espíritu sobre la de la carne.
Jesús aparece como un hombre maduro, mayor que su madre, pero igualmente dentro de ese ideal de belleza neoplatónica. Sus proporciones son perfectas y solo unas llagas en manos y pies y la lanzada del costado recuerdan al calvario y muerte de Jesús.
La obra nos muestra el ideal humanista renacentista y la aceptación de Madre del destino redentor de su Hijo. Una escultura icónica para la religión católica tanto por su temática como por la calidad y el excelente dominio de la técnica escultórica que demostró Miguel Ángel.
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