Pintura del Renacimiento en España

Se conoce como pintura renacentista española a la pintura realizada a lo largo del siglo XVI en los territorios de la Corona de Castilla y en los de Aragón, si bien su despegue y arraigo fue más rápido en esta última por su gran vinculación con Italia.

Así, el italianismo tardó más en llegar a Castilla, perviviendo durante más tiempo el estilo flamenco, un estilo muy extendido por las tierras de la corona castellana durante la época de los Reyes Católicos.

Entre las principales características de la pintura del Renacimiento en España se destacan:

• Un predominio casi absoluto de la temática religiosa, siendo casi anecdóticos los temas alegóricos, históricos, mitológicos, así como los paisajes y los bodegones.
• Abundan los retratos, especialmente el retrato de corte.
• Hay interés por reflejar el volumen y la perspectiva.
• Además, los pintores se interesan por mostrar la psicología de los personajes y los detalles del paisaje.
• Se importaron muchas obra y se contó con la presencia de artistas italianos en el país, así como la de artistas españoles en Italia, tal es el caso de Pedro Berruguete.
• Fue notable la influencia de Rafael, Miguel Ángel, Leonardo y la escuela de pintura veneciana.
• El óleo sobre tabla fue la técnica más utilizada, aunque en el último tercio del siglo XVI se popularizó el lienzo.

La pintura renacentista se caracterizó por una búsqueda de la innovación en todos los aspectos, además de por un gusto por la belleza estética. Por otra parte, artistas como Leonardo Da Vinci apostaron por la perspectiva o el claroscuro como técnicas para crear la ilusión de profundidad.

Por otra parte, la pintura renacentista trató temas como la religión, la sociedad o la política. En el caso de la pintura renacentista española, la religión tuvo un peso fundamental, convirtiéndose en uno de los temas por excelencia.

La pintura renacentista surgió en Italia en el siglo XV y se extendió por toda Europa a lo largo de los siglos XVI y parte del XVII. La armonía, el equilibrio y la representación de la realidad y del cuerpo humano de una manera realista llevó a los pintores a prestar gran atención a los detalles y a la anatomía de los personajes representados. Una característica que llevó a los pintores a crear algunas de las obras más bellas e icónicas de toda la historia del arte.

La pintura en el Renacimiento español fue una manifestación original y variada al reflejar la fusión de influencias italianas, flamencas y locales. Y aunque España adoptó los estilos renacentistas más tarde que Italia, llegó a desarrollar una tradición pictórica propia que mezclaba toda la influencia foránea con las características propias del arte de la península ibérica de aquel siglo.

Entre las características del Renacimiento español tenemos que destacar:

• Tuvo una notable influencia italiana y flamenca. Los pintores renacentistas españoles se vieron muy influenciados por las técnicas de los artistas italianos y flamencos. En Italia, cuna del Renacimiento, el arte se caracterizó por el uso de la perspectiva, la proporción, el realismo y el interés en la anatomía humana. Por su parte, los artistas flamencos aportaron la riqueza en el tratamiento de colores y texturas y la minuciosiodad en el detalle.
• La temática es sobre todo de tipo religioso. Al estar España totalmente inmersa en la Contrarreforma, la mayoría de las obras renacentistas españolas abordaron ese tipo de temas. Los encargos para iglesias monasterios y catedrales eran frecuentas, enfocándose en representar escenas bíblicas, vidas de santos y temas devocionales.
• También se realizaron retratos y, en menor medida, cuadros de temas seculares. Los retratos de la realeza y la aristocracia mostraban el poder y el estatus de los retratados.
• La pintura renacentista española evolucionó desde el estilo gótico hispano-flamenco hacia una total absorción de las características del Renacimiento italiano y el desarrollo de un estilo propio.
• Gran énfasis en el realismo y el naturalismo, centrándose en representar la figura humana y los detalles de la vida cotidiana con gran precisión.
• Uso del color y la luz, dos elementos importantes dentro de la pintura renacentista española.

Descubre aquí las principales obras del Renacimiento español.

En Andalucía, al igual que en el resto de España, se dejó sentir la influencia de la pintura renacentista italiana, especialmente gracias a artista como Alejo Fernández (1475- 1545). La obra de este artista cordobés ilustra de manera clara el paso de la estética medieval a la nueva estética renacentista.

Entre sus obras más destacadas se encuentran el retablo de la Virgen de los Navegantes, realizado en Sevilla en la capilla de la Casa de Contratación (1530-1534).

De estos primeros pasos se pasa a una etapa más prolífica a partir del segundo tercio del siglo XVI. En ese momento, figuras como Berruguete, Siloé o Machuca retornan de Italia y aportan un conocimiento directo de las nuevas tendencias artísticas. Junto a ellos, artistas procedentes de la zona flamenca también contribuyeron a introducir el arte italiano.

Además, Andalucía fue también el territorio que más influencia recibió de la pintura rafaelesca, siendo también muchos los pintores italianos que acudieron a trabajar en la Península Ibérica, instalándose en Andalucía figuras como Pérez de Alesio y los hermanos Juan Bautista y Francisco Peroli.

Por otra parte, también fueron numerosas las colecciones de arte italiano que llegaron a tierras andaluzas. Así, las pinturas italianas tuvieron una excelente aceptación en las colecciones de nobles andaluces, siendo también digna de reseñar la presencia de obras de la escuela veneciana en estas colecciones andaluzas.

Los historiadores del Arte señalan el año 1492 como punto de arranque de la influencia del Renacimiento italiano en España. Un movimiento cultural que tuvo como principales cambios:

• Inspiración en la antigüedad clásica grecolatina
• Humanismo y antropocentrismo
• Ruptura con los planteamientos medievales y choque de intereses políticos y económicos entre la realeza y la nobleza feudal, excesivamente poderosa y abusiva.
• Aparición de un nuevo grupo de familias burguesas ennoblecidas por los reyes y fieles a los monarcas.
• También aparecieron nuevos mecenas como los monarcas y los comerciantes.
• Hubo un freno a la introducción plena de renacentismo por la pervivencia de arte nazarí, el gótico isabelino o el arte flamenco.
• El comienzo del Renacimiento en España está ligado a los acontecimientos y el transcurso del reinado de los Reyes Católicos: toma de Granada, descubrimiento de América, expulsión y conversión de judíos y moriscos, publicación de la primera gramática castellana de Antonio de Nebrija, establecimiento de una monarquía poderosa, etc.

La pintura renacentista española se desarrolló entre el último cuarto del siglo XIV al siglo XVII siguiendo la influencia de la pintura italiana de la época y adaptando todas las técnicas innovadoras y decantándose más por la representación de temas religiosos y mitológicos. Los paisajes, los temas históricos o alegóricos y los bodegones quedan en un segundo plano. Además, la pintura española de estos siglos mantendrá la influencia de las formas hispano-flamencas, al menos en los primeros momentos, siendo habitual también la formación de los artistas españoles en Italia.

La pintura renacentista española, esto es la pintura realizada en el siglo XVI y parte del XVII en las Coronas de Castilla y Aragón, se divide en tres etapas que permiten entender mejor cómo se fue desarrollando este estilo:

• El primer Renacimiento (primer tercio del siglo XVI) es un período italianizante en el que se destacan pintores como Pedro de Berruguete, pintor que introdujo la perspectiva en la pintura española. Junto a él también cabe destacar a Fernando de los Llanos, considerado como el introductor de las primeras obras renacentistas en España, Fernando Yáñez de la Almedina y Henando Llanos. Todos ellos influenciados tanto por Leonardo Da Vinci como por Rafael. En este primer momento convivieron las dos influencias: la flamenca del siglo XV, realista, colorida y con gusto por el paisaje, y la quatrocentista, más interesada por el dibujo, la figura humana y la luz. Una influencia italiana que fue más temprana en la Corona de Aragón, más vinculada con Italia.
• El pleno Renacimiento (segundo tercio del siglo XVI). Esta fue una época de gran esplendor de la pintura en España, siendo especialmente notable la pintura de la corte de los Reyes Católicos, Carlos V y Felipe II. En estos años se destacan las figuras de Alonso Berruguete, Juan de Juni, Juan Pantoja de la Cruz, Juan de Juanes y Luis de Morales “El Divino”. La temática religiosa sigue siendo predominante, pero también se comienzan a utilizar temas mitológicos y retratos de la realeza.
• En esos años fue notable la influencia de Rafael, de composiciones más elegantes, desapareciendo por completo la herencia flamenca.
• El Manierismo (siglos XVI-XVII). Desde finales del siglo XVI se asiste a un proceso de sofisticación y refinamiento de la pintura española. Este período fue conocido como Manierismo. Un estilo que rompe con el clasicismo y la serenidad y proporciones clásicas para pasar a un estilo más subjetivo y personal, dejando que los artistas se dejen por sus gustos. En esta etapa destacan artistas como El Greco o Bartolomé Esteban Murillo. El Manierismo alcanzó su momento álgido en el último tercio del siglo XVI. La influencia de la escuela veneciana es notable, especialmente la pintores como Tiziano, Tintoretto y Veronés.

Vamos a descubrirte aquí los artistas del Renacimiento español más destacados y sus obras:

• Primera fase: durante el primer tercio del siglo XVI se detecta ya a influencia renacentista en aspectos como la perspectiva. Entre los principales pintores se destacan Yañez de Almedina, influenciado por Leonardo, Alejo Fernández y Pedro de Berruguete.
• Segunda fase: en el segundo tercio del siglo XVI. En este momento se aprecia la influencia de los pintores del Cinquecento, además de una defensa del catolicismo. Se destacan Juan de Juan y Luis Morales.
• Tercear fase: en la fase final de siglo XVI se destacan los retratistas de la Corte como el Greco, Pantoja de la Cruz y Sánchez Coello.

Los críticos de arte consideran que el principal pintor renacentista en España fue Doménikos Theotokópoulos, mejor conocido como El Greco.

Fue un artista nacido en la actual Creta, en Heraclión, en el año 1541, y formado en Venecia que aprendió de maestros como Tuziano y Tintoretto. Una formación que continuó en Roma, ciudad dónde desarrolló su estilo tan distintivo y único. Pero será en España, país al que se trasladó en 1577, donde lleve a cabo la mayor parte de su carrera artística. Su influencia fue notable en la pintura renacentista española, convirtiéndose también en una de las grandes figuras del arte universal.

El estilo de El Greco es de lo más personal y reconocible al ser muy innovador respecto a las convenciones artísticas de la época. Para crear este estilo único, El Greco fusionó elementos del Renacimiento veneciano con influencias manieristas y venecianas, siendo un auténtico precursor e inspirador de corrientes artísticas posteriores como el expresionismo y el modernismo.

Sus figuras alargadas y ondulantes y un uso dramático del color y la luz, además de unas composiciones complejas, constituyen los aspectos más destacables de un estilo que consigue transmitir espiritualidad y emoción.

El Greco imprimió un enfoque místico en su obra, siendo realmente hábil a la hora de expresar el fervor religiosos a través de sus pinturas. Esta circunstancia hizo que su obra fuese de gran interés para la España de la Contrarreforma.

Aunque tras el Renacimiento la obra del Greco no fue comprendida, a finales del siglo XIX y principios del XX resurgió el interés por este artista reconociéndose su genialidad y su influencia en el arte moderno.

Entre sus obras más destacadas tenemos que señalar las siguientes:

• El entierro del Conde de Orgaz (1586-1588), Una de sus obras maestras y ya pintada en Toledo, ciudad en la que se instaló en 1577. En esta pintura se puede apreciar su maestria técnica y su capacidad para integrar elementos místicos y realistas, además de mostrar una sensibilidad y un estilo únicos.
• El expolio (1577-1579). Una obra encargada para la sacristía de la Catedral de Toledo y en la que se puede apreciar un gran manejo de la composición y el color.
• Vista de Toledo (sobre 1600). Ésta es una de las pocas obras con paisaje de El Greco, destacándose por su dramatismo y estilo único.

El Renacimiento en España se extiende cronológicamente entre finales del siglo XV hasta el siglo XVII, siendo un período de enorme esplendor cultural y artístico. Un momento que arranca con un episodio histórico tan trascendente como la conquista de Granada o el descubrimiento de América, ambos acaecidos en 1492.

El Renacimiento marca así un momento de gran riqueza cultural, comenzando el denominado Siglo de Oro en la Literatura con una extraordinaria producción literaria con figuras como Lope de Vega, Quevedo, Garcilaso de la Vega, Cervantes o Tirso de Molina, entre otros grandes nombres. Asimismo, en la arquitectura, la pintura y la escultura también encontramos figuras de gran talla como El Greco, Alonso Berruguete o Juan de Juni. Todos con una notable influencia italiana, pera con una marcada expresividad y emotividad.

Por lo que respecta a la filosofía, el pensamiento humanista promovió el estudio de las humanidades, siendo muy significativa la influencia de intelectuales como Erasmo de Rotterdam.

Este momento histórico fue también el de la Contrarreforma, la respuesta católica a la Reforma protestante. Esta contrarreforma influenció de manera notable en la cultura y el arte español del Renacimiento. La férrea censura establecida por la Inquisición impuso un ambiente de control de ideas que cerró España a la experimentación científica e intelectual.

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