Obras importantes del pintor Tiziano

Tiziano es uno de los pintores del Renacimiento más conocidos. Destacó por ser un dibujante excelente, además de su perfección como colorista, logrando introducir una gran luminosidad gracias a contrastes cromáticos y sutiles gradaciones de color. También se caracterizó su estilo por sus magníficas composiciones asimétricas y su pincelada enérgica, expresiva y llena de fuerza.

Un pintor renacentista universal que alcanzó gran fama, llegando a contar con varios mecenas y convirtiéndose en uno de los pintores de cabecera de los Austrias. Con los años, Tiziano entendió la pintura como un auténtico negocio y mantuvo un taller muy activo en el que realizaba sus grandes encargos.

Otra de sus singularidades es que Tiziano, incansable, muy versátil y pragmático, además de aprender en juventud con grandes figuras como Bellini y Giorgione, se familiarizó con todas las grandes corrientes y tendencias del arte italiano de la época para ir creando un estilo propio.

Amor sacro y amor profano es una de las obras importantes del pintor Tiziano. Desde los nueve años trabajó en el taller de Sebastiano Zucatto, pasando después a los de Gentile Bellini y Giovanno Bellini respectivamente. En estos primeros años Tiziano ya había recorrido las distintas fases que había experimentado la pintura veneciana, de la pintura quattrocentista al estilo de Giorgione.

Este es un cuadro al óleo que se localiza en la Galería Borghese, Roma, y que se considera una obra de estilo manierista. El amor sacro y el amor profano es una escena alegórica y mitológica en la que se percibe la influencia neoplatónica renacentista que establecía que la belleza terrenal es reflejo de la celestial. En lo estilístico podemos apreciar la mezcla de influencias típica del Tiziano de estos primeros años.

Así, podemos ver un cierto orden estático propio del quatrocentismo, notándose también la influencia de Giorgione en cómo trata el paisaje, mientras que la influencia de Bellini se evidencia en el tratamiento de los pliegues de los ropajes de la Venus terrenal.

Este es otra de las obras importantes del pintor Tiziano, el de Federico II Gonzaga (1500-1540), primer duque de Mantua. Es un óleo sobre tabla fechado en el año 1529 y que conceptual y tipológicamente guarda numerosas similitudes con el que Tiziano ya había pintado entre 1523 y 1525 para Alfonso I d'Este.

En estos primeros retratos cortesanos Tiziano optó por adoptar el formato de tres cuartos y reproducir las texturas de las ricas telas de la vestimenta con todo el preciosismo y lujo que tenían, reflejando así el estatus social del retratado. También introduce algunos elementos alusivos al rango y la vida del personaje.

Este es uno de sus cuadros más célebres de Tiziano, guardando muchos significados ocultos. El cuadro representa la alegoría del matrimonio mostrando tres de sus aspectos básicos: el erotismo, la fidelidad y la maternidad y constituye la primera Venus pintada por Tiziano. La obra fue un encargo del Duque de Urbino Guidobaldo II della Rovere como regalo a Giulia Varano, su joven esposa.

Aunque se inspira en la Venus de Giorgione, la Venus de Tiziano es más contemporánea y se desliga de las premisas renacentistas para presentar a la Venus como una mujer real. Una escena en la que el realismo queda reflejado en el detallismo con el que Tiziano pinta el paisaje veneciano que se ve a través el ventanal situado en el lateral de la mujer. Una minuciosidad y preciosismo que también queda plasmado en la recreación de la decoración del palacio.

En lo referente a la composición, la Venus recostada marca la horizontal del cuadro, remarcando la verticalidad el cortinaje y la columna del ventanal. Las baldosas del suelo dirigen la mirada del espectador hacia la habitación del fondo, actuando la columna del ventanal como punto de fuga. El color cálido y claro del cuerpo de la joven contrasta con la paleta más fría y oscura empleada con la zona del fondo y los cojines. Un recurso que resalta aún más la sensualidad de la escena. Esta Venus de Urbino fue inspiración y modelo para una de las obras más célebre de los impresionistas, la Olimpia de Édouard Manet (1863).

Esta obra de Tiziano tiene un carácter excepcional ya que no existían precedentes de retratos ecuestres en la pintura italiana, tomándose como referentes la estatuaria clásica, la renacentista, el arte alemán con obras como El caballero y la muerte (1514) de Durero una talla de Maximiliano a caballo (1508) de Hans Burgkmair el Viejo. Una obra de arte cortesano en la que Tiziano se pone a las órdenes de emperador Carlos V para, recogiendo todos esos precedentes, monumentalizar la figura del monarca.

Este retrato de Carlos V conmemora su victoria sobre la Liga de Smalkala en Mühlberg en 1547. Es un óleo sobre lienzo en el que el emperador aparece ataviado al estilo de la caballería ligera y luciendo la armadura que le confeccionara Desiderius Helmschmid (1513-1579), quien talló en el peto una imagen de la Virgen con el Niño. Así, en el cuadro el emperador aparecía como heredero de la tradición romana, pero también como ejemplo de caballero cristiano.

Sea como fuere, esta obra de Tiziano posee más connotaciones políticas que religiosas ya que la propia propaganda imperial trató de enfocar la victoria sobre la Liga de Smalkalda como un conflicto más político que religioso, mostrando a Carlos V más como un emperador con la capacidad suficiente como para gobernar sobre un territorio tan heterogéneo y capaz de aproximar las posturas de católicos y protestantes.

Entre las obras importantes del pintor Tiziano no podía faltar este cuadro de tema mitológico. En esta obra se representa el mito de Dánae. Un mito que refiere cómo la muchacha, hija de Acrisio, rey de Argos, fue encerrada por él en una torre al enterarse de la profecía que refería cómo encontraría la muerte a manos de su nieto. Tiziano recoge en el cuadro el momento en el que Zeus, a modo de lluvia, visita a Dánae en la torre para dejarla embarazada. De ese embarazo nacerá Perseo, quien, sin querer, llegará a matar a su abuelo Acrisio en los juegos atléticos de Larisa.

Tiziano aborda la obra de forma poética y nos ofrece una composición en la que una potente diagonal divide la obra en dos zonas triangulares. La superior está dedicada a Zeus, el dios que domina y es acción y movimiento en forma de lluvia, y un triángulo inferior en el que aparece Dánae serena y recibiendo al dios. También introduce Tiziano otros contrastes al presentar a la muchacha desnuda, bella y candorosa, frente a la esclava, fea y vieja y cómplice del dios.

Terminamos este listado con las obras importantes del pintor Tiziano hablando de Alegoría de la prudencia. Esta es una de las últimas obras de Tiziano, siendo también una obra misteriosa por su carácter conceptual y simbólico.

Aunque no hay un acuerdo entre los expertos sobre qué es lo que quiere simbolizar el cuadro, sí que parece evidente que Tiziano quería representar las tres edades el hombre, mostrando como solo la madurez posee la virtud de la prudencia.

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