Rubens: obras importantes

Rubens fue uno de los pintores del Renacimiento más destacados. Antes de conocer sus obras, vamos a detenernos brevemente en su estilo para conocer mejor sus pinturas:

• El estilo de Rubens enfatiza el movimiento y color, además de añadir sensualidad y tensión dramática. Una pintura que muestra el amor y el interés por la vida.
• Una sensualidad que queda plasmada en los retratos femeninos en los que Rubens muestra sus cuerpos desnudos y voluptuosos. Unos desnudos que se conocen como Rubenesque.
• Sus composiciones son recargadas, siendo habituales los temas de la historia clásica y el cristianismo, mostrando así su inclinación por los problemas y las inquietudes políticas y religiosas que le tocó vivir.
• Su taller ubicado en Amberes fue uno de los más populares y frecuentados por la nobleza y los coleccionistas de arte de toda Europa. Un centro de producción artístico que tuvo a muchos artistas y aprendices entre sus integrantes, dando salida a un enorme volumen de trabajo.
• Rubens, persona amable y agradable, fue excelente relaciones públicas, consiguiendo vender sus obras de arte y asegurándose siempre el visto bueno de la iglesia pese a algunos de sus contenidos de sus obras.

Aunque no es fácil quedarse solo con unas pocas obras de la prolífica producción artística de Rubens, destacamos Retrato ecuestre del Duque de Lerma (1603).

A sus 26 años, Rubens realiza esta obra a tamaño natural de Francisco de Sandoval y Rojas, primer ministro de España, aparece como jefe de los ejércitos españoles montado en un corcel blanco, Un cuadro en el que nos ofrece la imagen de uno de los personajes más destacados de la Europa del siglo XVII.

En esta obra, Rubens retrata a Lerma al estilo de las esculturas clásicas, con gran precisión y mostrándonos la poderosa anotomía del caballo, al tiempo que representa con gran delicadeza las prendas de ropa del Duque o la trabajada armadura, las joyas o sus botas, así como el pelaje del caballo.

Una riqueza en el detalle y un clasicismo que son típicos del Barroco, decantándose por una composición en la que priman las diagonales y la creación de un juego de luces y sombras para crear un ambiente dramático en la carga armada que representa en el fondo del cuadro.

La composición es heredera del Retrato ecuestre de Carlos V de Tiziano, siendo considerado este retrato de Lerma como la primera obra importante de Rubens.

Tras su regreso de Italia en 1609, Rubens se casa con Isabella Brant, representándose los dos juntos en este cuadro y retratándose como una pareja de clase media flamenca. Están bajo una madreselva en un patio interior al aire libre. Los dos están vestidos con elegancia, él al estilo caballeresco, mientras ella parece con un vestido de tela seda ricamente bordado, un vestido de color vino, con gran gorguera y un sombrero de copa alta.

El patio, el huerto, las flores, los bancos de piedra y los bustos clásicos sobre pedestales, las estatuas y las pequeñas fuentes componen una escena en la que no faltan muchos símbolos del amor y el matrimonio como la propia madreselva y que ambos aparezcan tomados de la mano e inclinados el uno hacia el otro.

Una obra que refleja la intimidad de la casa del pintor, siendo una pintura amable, con mucho encanto y en la que se aprecia la atención barroca hacia el detalle, siendo notoria la influencia de artistas flamencos como Jan van Eyck y Hans Memling.

La masacre de los inocentes es otra de las obras de Rubens importantes. Esta es una pintura de gran tamaño en la que se reproduce una historia del Evangelio de Mateo en la que el rey Herodes ordena la matanza de todos los niños varones en Belén después de enterarse de que un niño nacido allí se convertiría en "Rey de los judíos".

La escena es muy cruda, representando Rubens un momento realmente intenso en el que grupos de mujeres tratan de evitar que los soldados maten a sus hijos. Una escena llena de agitación, sangrienta, violenta y llena de pánico. Una obra en la que Rubens muestra el horror de la guerra y de la violencia que también se sufrían en el Amberes de su época con las terribles guerras de religión.

Es notoria la influencia de pintores italianos del Barroco como Caravaggio, algo que se parecía en el uso del claroscuro, el dinamismo y el uso del color.

En este icónico cuadro de Rubens se representa a Las Tres Gracias, tres divinidades hijas de Zeus y llamadas Aglaia, que significa resplandor, Euphrosin, que significa alegría, y Thalia, que significa florecer. Las tres trabajaban para Afrodita preparando los banquetes y celebrando la alegría de vivir.

Las tres mujeres aparecen formando un círculo y unidas por sus brazos, apareciendo una de ellas de espaldas al espectador. Las mujeres transmiten encanto, dulzura y parecen brillar bajo sus ropajes transparentes. Una composición inspirada en las obras y en las técnicas clásicas de la antigua Grecia. Se señala como una de las modelos pudo ser una de sus esposas, Helen Fourment.

En la obra se destaca tanto la belleza sensual y rotunda de las mujeres, además del enorme dominio de Rubens para pintar los tonos de piel. La figura femenina desnuda rotunda y voluptuosa de Rubens recibió el término de Rubenesque, aún empleado hoy en día para describir estas figuras.

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