Cicerón: obras más importantes

Entre las obras más importantes de Cicerón se incluyen una amplia gama de escritos filosóficos, retóricos y políticos, destacándose especialmente sus obras sobre filosofía y retórica. Una producción intelectual que tuvo una gran influencia en la política, la filosofía y la retórica de su tiempo, siendo relevantes aún hoy en día.

Las principales obras de Cicerón serían las siguientes.

Obras de Cicerón de política y retórica

• De Inventione, (84 a.C.)
• De Oratore ad Quintum fratrem libri tres (55 a. C.)
• De Partitionibus Oratoriae (54 a.C.)
• De Re Publica (51 a. C.)
• De Optimo Genere Oratorum (46 a. C.)
• Brutus sive de claris oratoribus (46 a. C.)
• Orator ad M. Brutum (46 a. C.)
• Topica (44 a. C.)

Obras filosóficas de Cicerón

• Traducción de los Φαινόμενα de Arato (Aratea) (89 a. C.?)
• Paradoxa Stoicorum (Paradojas estoicas) (46 a.C.)
• Hortensius (45 a. C.)
• Consolatio(45 a. C.)
• De Finibus Bonorum et Malorum (Sobre el sumo bien y el sumo mal): contraposición de las teorías epicúreas, estoicas, platónicas y peripatéticas.(45 a.C.)
• Tusculanae Quaestiones(45 a.C.)
• Traducción del Timeo de Platón (secciones 27d - 47b)(45 a.C.)
• Traducción del Protágoras de Platón (solo se conservan citas en Prisciano, Jerónimo, y Donato)(? a.C.)
• De Natura Deorum (Sobre la naturaleza de los dioses)(45 a.C.)
• De divinatione (45 a. C.)
• De Fato (Sobre el destino)(45 a. C.)
• Cato Maior de Senectute (Catón el viejo, sobre la vejez)(44 a.C.)
• Laelius sobre la amistad (44 a.de C.)
• De Officiis(Sobre los deberes). Esta es la obra maestra de Cicerón y también la más personal al volcar su rechazo hacia la tiranía de Marco Antonio.

Aquí te descubrimos las ideas principales del pensamiento de Cicerón.

Este es uno de los libros fundamentales de Cicerón. Una obra en la que expone los fundamentos teológicos de las escuelas epicúrea, la estoica y la escéptica. Las tres escuelas más importantes de su época, inclinándose Cicerón por la escuela estoica.

Esta obra corresponde al último período de su vida, un momento duro en lo personal y muy prolífico en lo que a producción intelectual se refiere. Así, en un año, del 45 y al 44 a.C, Cicerón escribió una docena de tratados filosóficos. Un trabajo intelectual que le ayudó a descargar toda su angustia vital y, al tiempo, lograr uno de sus objetivos: la creación de un corpus filosófico en latín. Una obra con calidad literaria y en la que consiguió combinar la sabiduría (sapientia) y la elocuencia (eloquentia) y dotar de reflexión a una sociedad romana excesivamente pragmática.

La tarea de dar nombre en latín a todos los conceptos abstractos tratados en la literatura filosófica tradicional, escrita en griego, fue realmente compleja, pero de una gran relevancia para la Filosofía.

Sobre la naturaleza de los dioses (De natura deorum) forma parte de un grupo de tratados y consta de cuanto monólogos en el que se hace una revisión de los divino y lo humano según las diferentes escuelas filosóficas del momento. Cicerón se decanta por las tesis del estoicismo como filosofía de vida.

Entre los años 55 y 46 a de C, Cicerón escribió las tres obras más importantes sobre la teoría retórica: Brutus, El Orator y De oratore. Una trilogía sobre la elocuencia que tiene en De oratore una de las obras básicas de Cicerón al plasmar en ella un diálogo al estilo aristotélico sobre cómo habría de ser la educación y la cultura de un perfecto orador. En el Brutus, Cicerón efectúa un repaso sobre las principales personalidades de la oratoria romana, mientras en la tercera, El Orator, el autor trata de averiguar cuál es el tipo de orador ideal.

Unas obras que tenían un tono eminentemente práctico, definiendo en su obra la corriente estética aticista, popular en Grecia, Asia e Italia en el siglo I a.C, y que tuvo su manifestación en todas las artes plásticas, incluido en la oratoria romana. Los aticistas se decantaban por una elocuencia sobria, definiéndolo Cicerón como un estilo caracterizado por tener ritmo en su prosa, además de entenderse todo obra como una forma de convencer a Bruto, personaje al que va dedicada la obra, de que abandonase la escuela aticista y avanzase hacia una prosa más elaborada y con más fuerza.

De re publica es una obra escrita en un momento de madurez. Un debate filosófico en el que Cicerón emplea las especulaciones teóricas utilizadas por los filósofos griegos para analizar la constitución política romana. En este análisis, el autor plantea la necesidad de regeneración en la que se encuentran las instituciones romanas, ya en plena decadencia y crisis interna. Cicerón plantea cómo el gobierno está afectado por numerosas injusticias y una profunda crisis.

Este tratado sobre la República consta de seis libros, culminando el último con una apología titulada como El sueño de Escipión. En la actualidad se conservan los tres primeros libros y algunos fragmentos de los restantes.

De re publica trata sobre la ciencia política en forma de diálogo entre Escipión Emiliano y su gran amigo Lelio. Escipión Emiliano (185 a. C.-129 a. C.) fue un militar y político de la República romana del siglo II a. C , al igual que Cayo o Gayo Lelio (235 a. C.-160 a. C). En la obra, Escipión hace una semblanza de las tres formas de gobierno típicas: la monarquía, la aristocracia y la democracia, siendo la ideal una combinación de las tres.

En el segundo libro, Cicerón realiza un análisis de la República romana desde sus inicios a sus momentos de mayor brillantez y equilibrio u optima re publica (siglo II). En el tercer libro, el autor señala que el estado no puede mantenerse sin justicia, mientras en los fragmentos del resto de los libros restantes, Cicerón habla sobre la educación, cómo debería ser el político ideal, además de describir su visión sobre la vida celeste de las almas de los grandes estadistas que han existido. Esta última parte es la de mayor interés literario.

En general, De re publica es una obra de enorme interés para los historiadores ya que, aunque se trata de una obra filosófica, el autor nos da un testimonio de primera mano de cómo eran los problemas políticos de la Roma de la época, insistiendo en la necesidad de que todos los hombres sirvan a su patria y que se aplique la moralidad privada a los asuntos públicos.

De Officiis o De los deberes es un tratado escrito por Cicerón en forma de carta dirigida a su hijo en un momento de inestabilidad política y de incertidumbre. En ella recoge una serie de consejos y principios éticos y políticos a la hora de desempeñar un cargo público.

La obra está escrita en el año 44 a.C tras el asesinato de Julio César, un momento difícil en la vida política romana y en la del propio Cicerón. Influido por los principios del estoicismo, el autor prima las virtudes de la sabiduría, la justicia, la corrección y la magnanimidad como guías en la vida, además de subrayar la necesidad de actuar siempre de manera honorable y mantener siempre un equilibrio entre la honorabilidad y el pragmatismo, sin que la perspectiva de obtener beneficios mueva al político a llevar a cabo actos poco honorables.

De Officiis está dividido en tres libros en los que el autor nos muestra cuál es su idea de una vida correcta y buena. Los dos primeros libros desarrollan las enseñanzas del filósofo estoico Panecio de Rodas, mientras en el tercero vincula el honor con lo práctico y dilucida cuál de los dos principios ha de prevalecer a la hora de tomar una decisión.

Cicerón dedicó sus discursos y su escritos a la defensa de los valores de la República romana, además de ser muy crítico con Julio César, figura política a la que considerada un tirano. Una actitud crítica que le salió realmente cara tras el asesinato de César en el año 44 a.C. Así, Cicerón cayó en desagracia y fue una más de las víctimas de la purga contra los enemigos del dictador llevada por Marco Antonio. En el 43 a. C., Cicerón fue asesinado por dos sicarios al servicio de Marco Antonio.

Con anterioridad a este luctuoso episodio, Cicerón ya había entrado en un difícil momento tanto en lo público como en lo privado. Cicerón había caído en el ostracismo político, además de perder su hija y su nieto y perder gran parte de sus bienes al ser dilapidados por su esposa. En plena depresión, Cicerón se dedicó a escribir de manera constante, siendo entonces cuando escribió sus obras retóricas más importantes (Bruto y El orador), además de embarcarse en el proyecto de hacer más accesible la obra filosófica griega a los romanos traduciéndola al latín y adaptando los conceptos filosóficos griegos a la terminología latina.

Además, en ese momento de depresión y desgracia, un período de otium cum dignitate, Cicerón se sumergió en la reflexión sobre algunos de los temas filosóficos más destacados del momento: el epicureísmo, el estoicismo y el escepticismo. Unas obras en las que recopila las principales ideas de estas escuelas filosóficas con rigor, además de comprenderlas y exponerlas al lector de la manera más rigurosa y exacta posible. Cicerón nos presenta las diferentes filosofías empleando la exposición in utramque partem, o los argumentos de una postura para dar después los de quiénes defendían todo lo contrario.

Otra de las características de las obras de Cicerón es que suelen ser dialogadas, desglosando así las diferentes tesis. De esta manera, el autor nos presenta un representante de cada escuela o personajes célebres de la política romano. Mediante estas figuras va lanzándonos ideas y consigue con ello preservar la memoria del pueblo romano y actualizar sus ideas para darles cierta cohesión e imagen de comunidad sólida pese a la fragmentación política que Roma atravesaba en ese momento.

Aquí te descubrimos los filósofos romanos más importantes, entre los que encontramos a Cicerón.

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