El carro de heno - El Bosco: comentario, análisis y significado

El carro de heno es una obra de El Bosco fechada entre los años 1500 y 1516. Un óleo sobre tabla con unas dimensiones de 135x100 centímetros. La obra forma parte de la escuela flamenca y actualmente se ubica en el Museo del Prado.

La obra es un tríptico que, si se admira cerrado, nos muestra a un peregrino caminando por el camino de la vida y dejando a un lado todas las tentaciones. El peregrino es un anciano pobre que lleva un cesto sobre sus espaldas y va armado con un bastón. Con él se defiende de un perro que le está acechando, además de haberse ya defendido de un ataque de unos bandidos o no dejarse tentar por la danza de una pareja de pastores.

Parece que el viaje no tiene un destino, pero el anciano continúa pues es lo que ha de hacer. Hay un puente a cruzar y detrás de él una crucifijo en el interior de un pequeño altar. El Bosco lo ubica en un punto que queda a la espalda de los personajes mostrándonos cómo todos se han olvidado de Dios.

El carro de heno de El Bosco: partes

• En el interior en la zona izquierda, se nos muestra el pecado comenzando con la caída de los ángeles rebeldes del cielo o la expulsión del Paraíso. El Bosco representa a los ángeles metamorfoseándose, poniendo en un primer plano la expulsión de Adán y Eva.
• En el centro del panel El Bosco nos muestra a la Humanidad arrastrada al pecado y moviéndose detrás del carro de heno. Un carro que es el que aparece reflejado en Isaías 40,6 y que alude a lo efímera que es al vida y lo perecederas que son las cosas terrenales. Así, se cree que también está inspirado en un proverbio flamenco que señala cómo el mundo es un carro de heno del que todo el mundo coge lo que puede. En el cuadro, y bajo la mirada de Cristo, todos los estamento, incluso el clero, recogen su puñado de heno sin reparar en cómo y cometiendo para ello todo tipo de pecados y excesos. Otros tratan de subirse al carro sin darse cuenta de que los guías del carro son unos demonios y los conducen de cabeza al infierno. Mientras esto ocurre, El Bosco nos ofrecen en primer plano cómo transcurre la vida cotidiana, un documento único para conocer cómo era la vida en aquellos años. Hay una multitud de personajes siguiendo el carro, desde el Papa o el Emperador a un rey, todo vencidos por la avaricia y la lujuria.
• Ya en el panel derecho el Bosco representa el Infierno de una manera diferente al mostrarlo en construcción. Los demonios se afanan en construir una torre circular y traen a nuevos pecadores.

El cuadro El carro de heno es una obra maestra del arte renacentista y en ella se representa una escena campestre llena de simbolismo y misterio. En El carro de heno, el autor utiliza colores brillantes para crear una sensación de movimiento y dinamismo en la imagen.

Además, cada detalle del cuadro tiene un significado simbólico, desde las figuras humanas hasta los animales y plantas que se encuentran en el paisaje. A través de la imagen, El Bosco toca temas como la vida, la muerte, la religión, el pecado, las tentaciones y la moralidad.

El carro representa la codicia y la avaricia y atrae a una gran cantidad de personas, siendo la intención de pintor transmitir un mensaje moralizante, además de ofrecernos una composición compleja y abigarrada, además de destacar el detallismo con el que está pintada la obra.

Por lo que respecta al dibujo, la técnica de El Bosco consiste en la realización de un dibujo a pincel con un medio líquido fluido. Un dibujo que se realiza de manera rápida y con trazos simples y esquemáticos por lo que respecta a los principales elementos que forman parte de la composición.

Los rostros se transforman en caricaturas y se trazan de manera rápida, siendo apenas unos breves trazos para sugerir los detalles de los rostros. También se remarcan los contornos de las figuras y los pliegues de las vestiduras. Solo algunas figuras reciben un tratamiento más detallista y modelado como, por ejemplo, en el caso de los ángeles.

Por otra parte, hay elementos que se dibujan pero no se pasan a color, existiendo también varias rectificaciones y variaciones entre los dibujado y la capa pictórica.

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El carro del heno representa un mundo lleno de simbolismo en el que lo sobrenatural y lo mundano se entrelazan reflejando las creencias y valores de la época. Así, El Bosco es un auténtico maestro de la simbología y el significado de la obra pone de relieve la importancia que tenía un artículo como el heno, indispensable en aquellos siglos para calentar los hogares en el invierno.

Además, la obra hace incidencia en la codicia y la acumulación de bienes materiales y en la decadencia de la Iglesia Católica aquejada por esa misma avaricia y deseo de lo mundano. La decadencia de catolicismo queda así reflejada en una obra realizada solo unos pocos años antes de que Lutero llevase a cabo la Reforma protestante.

El Bosco acusa a todas las clases sociales por su codicia, siendo los más pobres quienes han de luchar más por la riqueza que aquellas clases sociales más favorecidas. El pintor remarca lo pasajera y engañosa que resulta la riqueza material y los peligros que conlleva guiarse ciegamente por ella.

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