Eterno retorno. Nietzsche: resumen


Esta lección de unPROFESOR está dedicada al tema del Eterno Retorno de Nietzsche, el cual desarrolla en su obra más representativa, Así Habló Zaratustra, en el capítulo “De la visión y el enigma”, y en la Gaya Ciencia, y sin lugar a dudas, se trata de su pensamiento más profundo, y también el más difícil de entender, ya que lo trata de una manera muy ambigua. El eterno retorno de lo mismo no significa la repetición de las cosas concretas, sino que se concibe más bien como una doctrina moral: es el sí a la vida, la afirmación de la vida y del sentido trágico y dionisíaco de la misma, que se asocia al concepto del amor al destino o amor fati. Si quieres saber más, continua leyendo este artículo.
Qué es el eterno retorno de Nietzsche
El eterno retorno constituye una doctrina moral y una reflexión acerca del tiempo y es una crítica a la cultura occidental y a su concepción del tiempo lineal de la cultura judeo cristiana medieval moderna, un tiempo aniquilador, destructor que se opone a la vida y a la voluntad de poder, propia del superhombre, a la voluntad creadora, y que viene representado en el Zaratustra por el enano o espíritu de la pesadez. Así, Nietzsche propone una destrucción de este tiempo lineal, del sentido trascendente del tiempo que se dirige a un fin igualmente trascendente.
Así, el tiempo va más allá de una sucesión de momentos desde el pasado, al presente y después al futuro , reivindicando el valor del instante, el cual se revela en un tiempo circular, eterno. Esto no significa que lo que ha sucedido volverá a suceder, ya que esto implicaría una forma de finalidad y el eterno retorno representa la negación de toda finalidad, de toda trascendencia.
Mira, nosotros sabemos lo que tú enseñas: que todas las cosas retornan eternamente y que nosotros mismos retornamos con ellas; que nosotros hemos sido ya una infinidad de veces y que todas las cosas han sido con nosotros. Tú enseñas que hay un gran año del devenir un monstruoso año: es preciso que, a semejanza de un reloj de arena, se invierta sin cesar de nuevo para que de nuevo vuelva a correr y vaciarse de tal suerte que todos estos años se asemejen entre ellos en lo grande y también en lo pequeño de suerte que hasta nosotros somos en ese gran año semejantes a nosotros mismos en lo grande en lo pequeño. Y si quisieras morir ahora [...] "ahora muero y desaparezco -dirías- [...] Pero retornará un día la red de las causas en la que estoy engarzado... ¡y tornará a crearme! Yo mismo formo parte de las causas del eterno retorno de las cosas. Retornaré con este sol, con esta tierra, con esta águila., con esta serpiente.., no para una nueva vida, ni para una vida mejor o parecida. Retornaré eternamente para esta misma vida, idénticamente igual, en lo grande y también en lo pequeño, a fin de enseñar nuevamente el eterno retorno de todas las cosas…

Resumen del Eterno retorno de Nietzsche
El eterno retorno constituye uno de los conceptos más emblemáticos y más debatidos de la filosofía de Friedrich Nietzsche. Esta idea propone que todos los eventos del universo se repiten infinitamente en un ciclo eterno. Un pensamiento que implica la reducción del tiempo lineal histórico al tiempo cíclico de la naturaleza y que va más allá de aunar la época moderna con la visión naturalista de los presocráticos, superando así el dualismo platónico-cristiano.
De esta manera, Nietzsche nos presenta el eterno retorno como el pensamiento clave para transformar al hombre nihilista y conseguir que alcance la felicidad plena. El tiempo lineal hace que el ser humano sienta que cada momento solo tiene sentido en relación con los que del pasado y los de futuro, siendo imposible la felicidad ya que ningún momento puede tener sentido por sí solo. El ser humano vive así de manera imperfecta, sin poder alcanzar nunca esa meta ideal de vida.
Tal y como lo plantea Nietzsche, el eterno retorno sería también un criterio ético que lleva a que nos pensemos muy bien todo aquello que hacemos ya que, sí vamos a volver a vivirlo infinitas veces, será mejor decidirnos por aquello que realmente sepamos que podemos soportar o tolerar.
La alegoría del eterno retorno nos enseñaría a superar el nihilismo y, gracias a nuestra voluntad, dar el paso para se un hombre que va más allá del hombre con una nueva forma de ser y existir.
En resumen, el Eterno Retorno de Nietzsche propone:
- Desde una interpretación ontológica: cuestiona la naturaleza del ser y la realidad, llevándonos a una visión cíclica del tiempo y la existencia
- Desde la ética: nos plantea un desafío existencial al invitarnos a vivir de tal manera que deseemos repetir cada momento eternamente.
- Desde una interpretación crítica: Nietzsche emplea el eterno retorno como critica al progreso lineal y la búsqueda de sentido fuera de la vida misma.
- Además, este concepto está estrechamente relacionado con otras ideas nietzscheanas como las del superhombre (Übermensch), el eterno retorno es una prueba que solo el superhombre puede afrontar plenamente; la voluntad de poder o capacidad de afirmar la vida en su totalidad; y el amor fati o amor al destino y aceptación de la vida tal y como es.

El eterno retorno como una afirmación de la vida
En este capítulo del Zaratustra, Nietzsche, describe la escena de una serpiente que amenaza a un pastor y ante esto, el profeta, le insta a morder su cabeza. El pastor, muerto de miedo y repugnancia, viene a representar el temor a liberación, que es superado una vez arranca con sus propios dientes la cabeza de la serpiente. Con este acto, el filósofo pretende hacer una reivindicación de la vida, se trata de una afirmación de la vida, un sí rotundo a la misma y una aceptación de todo lo vital.
El eterno retorno, no consiste en una repetición de lo mismo, porque en la misma repetición lo mismo, ya no es lo mismo, sino que todo cambia. Solo existe el devenir, en su crear y destruir el mundo. Esto significa que cada instante es único y eterno, y este es el sentido de toda existencia.
La doctrina del eterno retorno intenta ser una llamada a la voluntad humana, ya que el eterno retorno se construye con cada decisión, para que cada instante, posea un significado completo, un sentido total.
Nietzsche afirma que la incapacidad para aceptar el eterno retorno, nace del resentimiento contra la vida, de no poder asumir que todo lo que fue, ha sucedido, porque así lo hemos querido. Esto es lo que significa querer el eterno retorno. Según Gilles Deleuze, la doctrina del eterno retorno supone la total inversión de la filosofía de Platón.

¿Qué quiere decir Nietzsche con el eterno retorno?
El eterno retorno es un concepto filosófico que Nietzsche desarrolló en su obra más emblemática, “Así habló Zaratrusta” (1883), concretamente en el capítulo titulado De la visión y el enigma. Este concepto presenta varias interpretaciones, aunque esencialmente invita a reflexionar sobre cómo vivimos nuestra vida y abrazar la vida plenamente. Aceptar la idea de eterno retorno nos lleva a vivir de tal manera que podríamos llegar a desear la repetición de cada momento de manera infinita.
Nietzsche no presenta este concepto como una hipótesis cosmológica, sino como una prueba filosófica y existencial. Abrazar la vida revela mucho sobre nuestra actitud ante la vida, algo que implica un amor fati, o amor al destino, donde abrazamos cada aspecto de nuestra existencia, incluyendo también el sufrimiento.
De esta manera, el eterno retorno es una forma de hacernos reflexionar sobre nuestras elecciones y sobre si estamos viviendo realmente como queremos. La conclusión final de Nietzsche es que hemos de aprender a amar nuestra vida tal y como es, con todo lo bueno y lo malo, y vivir con autenticidad e intensidad, como si cada instante fuera eterno. Si estamos resentidos con nuestra vida es por el hecho de que somos incapaces de asumirla plenamente. Si la aceptamos, abrazaremos el eterno retorno.
Nietzsche se posiciona en contra de la idea o sentimiento de un tiempo que destruye la voluntad, reivindicando la destrucción del sentido trascendente del tiempo lineal típico del cristianismo. Un momento no es el paso del pasado hacia el futuro, dentro de cada instante se nos muestra el tiempo eterno. Cada momento es único, pero eterno, ya que en él podemos encontrar el sentido de nuestra existencia.

¿Qué significan las 3 transformaciones de Nietzsche?
En la obra “Así habló Zaratrusta”, Niertzsche nos habla de las tres transformaciones, formando parte éstas de una alegoría del desarrollo espiritual y filosófico del ser humano. Unas transformaciones que constituyen etapas simbólicas que una persona ha de atravesar para alcanzar su máximo potencia y liberarse así de todas las restricciones y convenciones sociales y morales.
En orden ascendente, estas transformaciones son las siguientes.
El camello
Esta es la primera transformación del espíritu. Esta etapa del camello simboliza obediencia y carga, un momento en el que el individuo acepta las responsabilidades y los valores impuestos por la sociedad. En esta fase, la persona sigue y se somete a las normas establecidas y carga con el peso de la tradición y la moral convencional. Es un momento de resistencia y la capacidad de soportar las dificultades, pero también la sumisión a las expectativas externas.
El león
Esta es la segunda transformación del espíritu y representa la rebelión y la búsqueda de la libertad. Al llegar a esa etapa, el individuo cuestiona los valores establecidos y se enfrenta a las autoridades tradicionales. Él lucha contra el “debes” y opta por el “quiero”, dejando a un lado lo impuesto por la sociedad. Este momento es crucial para liberarse de todas las ataduras morales e ir abriendo espacio a nuevos valores.
El niño
Esta constituye la última transformación, la del niño. Una transformación que simboliza la inocencia, la creatividad y un nuevo comienzo. En esta etapa, el individuo alcanza la libertad y la autenticidad, siendo capaz de crear y vivir acorde a sus valores. El niño viene a representar la capacidad para olvidar el pasado y empezar de nuevo sin sentir el peso de la culpa o el resentimiento.
Estas transformaciones no son lineales ni definitivas y el objetivo último es llegar al estado del niño, momento en el que podemos ser auténticos, más allá del bien y del mal. Esta metáfora de las tres transformaciones ilustra el camino del ser humano hacia el "Übermensch" o "superhombre", un ideal de ser humano que ha superado las limitaciones de la moral tradicional y es capaz de crear sus propios valores en un mundo sin Dios.
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F. Nietzsche. Así Habló Zaratustra. Ed. Gradifco