Las Meninas de Velázquez – Comentario sobre la obra

Las Meninas de Velázquez se trata de un retrato grupal situado en la que probablemente fuera uno de las estancias del Alcázar de Madrid donde el pintor sevillano tenía su taller. La escena está presidida por la presencia de una joven niña de unos cinco años de edad, se trata la Infanta Margarita que se haya en el centro de la composición, con doña Isabel de Velasco a la derecha y doña María Agustina de Sarmiento a su izquierda.

También en un primer plano aparecen los enanos Nicolasito Pertusato y Mari Bárbola, a los pies de un hermoso mastín que yace tranquilamente en el suelo. En segundo plano, también a la derecha aparecen dos figuras de pie de las que tan solo se ha podido identificar a Marcela de Ulloa, que era la sirvienta de las damas de la reina, el varón aún no se ha podido identificar de quien se trataría.

Al fondo, tras el vano de una puerta, don José Nieto Velázquez, el jefe de tapicería de la reina y posiblemente pariente del pintor. Más a la izquierda nos encontramos reflejados en un espejo a los reyes Felipe IV y la reina Mariana de Austria.

Por último, Velázquez, a la izquierda, que aparece autorretratado con pincel y paleta en manos ante un enorme lienzo luciendo la tan ansiada cruz de la Orden de Santiago. Como anécdota, señalar que este mérito de obtener la Cruz de Santiago es un honor que consiguió tres años después de realizar dicho cuadro, por lo que la mayoría de los expertos coinciden en que la cruz fuera pintada posteriormente por el artista e incluso que fuera el mismo rey, Felipe IV, quien se la pintase tras el fallecimiento del pintor en 1660.

Finalmente, mencionar los dos cuadros de la pared del fondo que se han podido identificar y que se tratan de copias de pinturas de Rubens y Jordaens realizadas por Juan Bautista Martínez del Mazo en el que se representan dos episodios mitológicos, Palas Atenea y Aracne y Apolo vencedor de Pan.

Continuamos con este comentario sobre la obra Las Meninas de Velázquez hablando ahora de la forma y técnica del cuadro.

En cuanto a la técnica vemos que se trata de un óleo sobre lienzo donde Velázquez utiliza una pincelada fluida y larga alternándola con otra más precisa y corta que es la que emplea para perfilar los pequeños detalles con gran maestría, de modo que fue capaz de transmitirnos y con un logrado realismo las diferentes texturas como la rigidez de los ropajes de la infanta y damas, la dureza de la madera o la suavidad del pelaje del perro.

Su paleta podríamos decir que contiene una gran riqueza cromática donde predomina los colores oscuros, destacando algunos matices de tonalidades negras, blancas y el rojo para algunos de los detalles ornamentales de las vestimentas.

Otra de las cosas excepcionales a tratar fue el tema de la captación de luz, vemos una estancia en semipenumbra con dos focos lumínicos diferentes, uno de ellos el que proviene de la ventana situada más a la izquierda y el otro el que entra por la puerta abierta del fondo.

También vemos cómo Velázquez domina perfectamente el tema de las perspectivas tanto la lineal como la aérea creando una atmósfera existente y que consigue difumando los contornos de los diferentes personajes.

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Para algunos esta obra no es más que un simple retrato de familia, como si de una fotografía se tratase, mostrándonos un momento anecdótico y fugaz, en el que la infanta acompañada en todo momento por su séquito irrumpe en el taller del pintor, que se encuentra en aquel momento retratando a sus padres, los reyes que son los que se encuentran como ya hemos dicho con anterioridad en el espejo del fondo, de modo que puede ser un cuadro con el que hacernos alusión a cómo se vivía en la corte de Felipe IV.

Sin embargo, Jonathan Brown, así como otros estudiosos, piensa que se trata de una obra donde se quiere remarcar la importancia de la pintura como la más nobles de las artes liberales, y para dicha conclusión se basa en la estrecha relación que existía entre el monarca y el pintor, incidiendo que el cuadro se encontraba en el Despacho de verano del rey donde tan solo el propio rey y sus colaboradores más directos podían entrar en él.

De modo que hay quienes dicen que lo que Velázquez quería hacer era un alegato a favor de la nobleza de la pintura, comparándola por ejemplo con la poesía que era considerado un arte y no una artesanía.

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Las Meninas recibe ese nombre por dos de los personajes que aparecen en la obra. Concretamente se refiere a las dos damas de honor que flanquean a la Infanta Margarita, ubicada en el centro del cuadro.

La palabra “menina” según la RAE significa niña o adolescente de familia noble que desde muy joven entraba en la corte a servir a la reina o a los príncipes o las infantas. Esto es, una especie de paje que acompañaba a las Infantas a todas horas.

Las Meninas es un cuadro pintado al óleo sobre lienzo que tiene unas dimensiones de 3.18 metros de ancho por 2.76 metros de alto, siendo una obra grande para la época. Los expertos señalan que, además de por su tamaño, el cuadro también destaca por poder clasificarse dentro del género del retrato corporativo y el de las escenas de conversación. Unos géneros que se destacan por la aparición de un grupo de personajes que son retratados y conversan entre ellos.

En Las Meninas se puede apreciar la presencia de 11 personajes a los que se suma una gran mastín, animal que aparece tumbado en el suelo. Los personajes de Las Meninas son:

• Diego Velázquez se introduce en el cuadro y aparece detrás de un lienzo de gran tamaño. Se retrata justo con el pincel suspendido en el aire, pensando y mostrando cómo la pintura es un proceso que requiere un esfuerzo intelectual al recrearse un imagen que pasa por la mente del autor. Su presencia da pie a multitud de conjeturas y la obra es una meta-cuadro en el que Velázquez aparece a más altura que el resto y en el que hay tres cuadros: la de las meninas y la Infanta, el autorretrato de Velázquez y el reflejo de los Reyes en el espejo. Respecto a la cruz de Santiago que luce Velázquez, el pintor no entró en la orden hasta dos años después de pintar este cuadro, en 1658. Algo que lleva a pensar que la cruz fue añadida al lienzo con posterioridad.
• María Agustina Sarmiento es la dama de honor de la Infanta Margarita, una de las dos meninas. Se ubica al lado derecho de la infanta y está de rodillas ofreciendo en una bandeja un jarrón de barro rojo, otra de las grandes curiosidades del cuadro.
• La Infanta Margarita es la gran protagonista del cuadro y Velázquez la sitúa como figura central y rodeada de sus meninas. Un figura histórica, olvidada y de triste destino, que fue recuperada en un famoso trap de Christian Flores, Velaske, ¿yo soy guapa?. Y es que Margarita, fallecida a los 21 años, y casada con su tío a los 14, fue elegida como personaje para denunciar el machismo y el sexismo de siglos anteriores y su pervivencia aún en nuestros días. La boda con su tío Leopoldo fue la forma de unir las dos ramas de la dinastía Habsburgo, la española y la austriaca, siendo los retratos de la infanta una forma de que su prometido la fuese conociendo.
• Isabel de Velasco se localiza al lado izquierdo de la infanta Margarita, al derecho para el espectador. La menina mira hacia el público haciendo aún más compleja la escena.
• Mariana de Austria es otra de las mujeres que aparecen en el cuadro. Mariana es la madre de Margarita y esposa del rey Felipe IV. Su imagen aparece junto a la del rey en el espejo del fondo. Un retrato de los reyes hecho con unas breves pinceladas.
• Felipe IV, el monarca, se ubica con la reina en el reflejo del fondo, suponiendo que la pareja real está observando cómo Velázquez pinta el cuadro y el pintor los introduce de manera discreta.
• José Nieto es el personaje que aparece en la puerta del fondo y que, al abrirla y permanecer en su quicio, introduce la luz en la habitación, además de dar profundidad y perspectiva al cuadro.
• Marcela de Ulloa es la guarda menor de las meninas y se localiza a la derecha, próxima al mentor Diego Ruiz Azcona y charlando animadamente con él. Se ubican ambos detrás de las Meninas.
• Diego Ruiz de Azcona fue un prelado vasco de familia hidalga y con el que el pintor tenía gran amistad. Se encargaba de cuidar y vigilar a las doncellas, siendo escolta de todas, responsable del carruaje de la infanta y guardián de que nadie se acercase a ella sin su consentimiento.
• Maribárbola y Nicolasito Pertusato son dos de los personajes dedicados a divertir y a acompañar a la Infanta. Ella es una enana alemana, miembro de los bufones, es una enana alemana, a la que acompaña otro bufón de la corte italiana, Nicolasito Pertusato. Un pequeño que aparece poniendo su pie sobre el mastín.
• Un gran mastín que el escritor Néstor Luján identifica con León, el principal perro de la jauría que poseía Felipe IV, y que se señala que habría llegado a vivir más de 15 años.

La obra retrata a la Infanta Margarita con 5 años. Un retrato que se efectúa en una gran sala del piso bajo del Alcázar de Madrid, el conocido como Cuarto del príncipe, y que solía se el cuarto del príncipe Baltasar Carlos, fallecido en 1646, diez años antes de que se pintase el cuadro.

El rey Felipe IV solía visitar al pintor y conversaba con él, observando cómo trabajaba. El cuadro se colocó en el despacho del rey, lugar para el que fue pintado y para el que Velázquez pintó expresamente. Así, las condiciones de luz del cuadro se adecuaron a las de la del despacho del rey, utilizándose además para aportar más profundidad a la habitación.

Las Meninas fue uno de los cuadros salvados del incendio del Alcázar de Madrid (1734), siendo restaurado al deteriorarse el lienzo justo en la zona de la mejilla de la infanta Margarita. De ahí pasó al Palacio de Oriente y de ahí al Museo del Prado, lugar en el que se respetaron las condiciones de luz para las que fue pintado hasta su traslado de la sala XV a la sala XII.

En 1984 fue objeto de una profunda restauración eliminando el tono amarillo producido por el envejecimiento y que alteraba los colores originales de la obra.

Aquí te dejamos con algunas curiosidades de Las Meninas de Velázquez que han causado polémica con el paso de los años.

¿Qué está pintando Diego de Velázquez?

Esta es una de las grandes curiosidades de Las Meninas: ¿Qué pinta el pintor? Si los reyes se reflejan en el espejo es que están en la habitación y que Velázquez los está retratando en el lienzo que pinta.

Otra de las teorías es que Velázquez está pintando Las Meninas cuando entran los monarcas y el pintor decide introducir a los reyes en el reflejo del espejo. El cuadro pintado sería el de Las Meninas, justo las pintura que los espectadores estamos viendo. Las Meninas estarían pues dentro de Las Meninas, convirtiéndose en un cuadro conceptual.

La última de las teorías plantea que Velázquez sería un viajero del tiempo y en su lienzo estaría pintándonos a nosotros, a los espectadores.

¿Hay un mensaje astrológico en el cuadro?

Al pintor le encantaba la astronomía y la astrología y se dice que en el cuadro hay un mensaje oculto que celebra la continuidad dinástica personalizada por la Infanta Margarita. Así, se aprecia que hay una línea imaginaria que los corazones de los personajes, dibujando justo la constelación de Corona Borealis, una constelación cuya estrella central se llama Margarita Coronae.

Las Meninas se considera la primera obra impresionista de la Historia por el increíble manejo de la pincelada suelta que tenía Velázquez. Es tal su destreza que se considera que el pintor pintó hasta el aire de la habitación.

Arte dentro del arte

Las Meninas contienen otros dos cuadros más. En la zona de penumbra de la habitación hay dos cuadros identificados con dos copias de una obra de Rubens, “Minerva pegando a Aracné”, y otra de Jordaens, “Apolo vencedor de Pan”: Se trata de dos copias de las obras originales y se sabe que fueron realizadas por el pintor Juan Bautista Martínez del Mazo.

Terminamos este comentario sobre la obra Las Meninas de Velázquez llegando a las conclusiones. Hay que ser conscientes de que se trata de una de las más importantes realizadas por Velázquez porque tuvo una transcendencia que muchos otros pintores españoles no lograron tenerla.

Y es que Velázquez, y en general su pintura, se llegó a convertir en una de las fuentes de inspiración para muchos otros artistas posteriores, entre los que cabe destacar al impresionista Manet quién llegó a calificarlo como “El pintor de los pintores” y Picasso quién en 1957 y dentro de su estilo artístico, el cubismo, representó a su manera un cuadro que también llevaba por nombre Las Meninas.

En esta otra lección de unPROFESOR te descubrimos la relación estrecha que existía entre Picasso y el cubismo.

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