Manet - Obras más importantes

Música en las Tullerías es una de las primeras obras que realizó Manet. En ella se puede apreciar esa propuesta en la que Baudelaire, un poeta y crítico de arte de su tiempo, animaba a que los pintores reflejasen en sus pinturas acontecimientos de la época, y esta pintura es precisamente una de ellas.

Se trata del jardín de Palacio de las Tullerías, donde Napoleón se albergaba junto a su corte, y al menos dos veces por semana se abría al público para escuchar música. A estos actos iban la más alta y refinada burguesía parisina del siglo XIX, y mientras aquellas figuras más cercanas al espectador son retratos de personas claramente identificadas entre las que se encuentra el propio Manet, que aparece situado en el borde izquierdo de la composición, alto, barbudo y con sombrero de copa, también está Baudelaire a la derecha de Manet, Victorine Meurent, su querida amiga modelo a la que representó en varias ocasiones, su hermano Eugène, el músico Offenbach, el poeta Théophile Gautier… entre otros muchos,

El resto son tan solo esbozos que son los que dan esa sensación de muchedumbre. Actualmente y desde 1917 se encuentra en la National Gallery de Londres.

Olympia es una de las pinturas más famosas de Manet, y cuando fue expuesta en el año 1865 en el Salón de París causó un gran escándalo pues los desnudos solo estaban concebidos en las obras de carácter alegórico o mitológico y esto era una realidad, por lo que la obra fue tachada de pornográfica y a él falto de moral.

La modelo es Victorine Meurent, amante del fotógrafo Nadar y una de sus mejores amigas. Aparece desnuda, con el pelo recogido, tumbada sobre un diván, junto a una criada de color que irrumpe la estancia trayéndole un ramo de flores y a sus pies un gato.

Ella dirige su mirada con gran sensualidad al espectador, como si todo aquel que se plantara delante del cuadro fuera el cliente a seducir. Ni qué decir que la principal fuente de inspiración fue la Venus de Urbino de Tiziano, aunque también tiene ciertos ecos de la Gran Odalisca de Ingres o la Maja desnuda de Goya.

Actualmente se encuentra expuesta en el Museo de Orsay.

Otra de las obras más importantes de Manet fue Almuerzo sobre la hierba y también se presentó en el Salón de París, aunque con otro nombre Le Bain, (El baño), criticada igualmente por la modernidad del estilo por la presencia de una mujer desnuda junto a dos jóvenes bien vestidos.

Este cuadro, al igual que el anterior y muchas obras suyas, fueron posteriormente expuestas en lo que Napoleón III llamó el Salón de los Rechazados (1865) en el que no solo las obras de Manet sino de muchos otros pintores de la época fueron exhibidas para que el público viese por qué habían sido rechazadas, y todo por no seguir el ideal clásico de la época.

Cuatro años después, el título cambió a como se conoce actualmente Le Déjeuner sur l'Herbe, (Almuerzo sobre la hierba). La inspiración a la hora de su realización le vino en uno de sus viajes a Argenteuil, a orillas del río Sena y allí aparecen de tres personajes totalmente identificados, de nuevo la señorita Victorine Meurent, desnuda, junto a su propio hermano Gustave, y al escultor holandés Ferdinand Leenhoof, hermano de su futura esposa Suzanne.

Todos están envueltos por la naturaleza de árboles, al fondo el río, con otra mujer desnuda que sale del baño. Nuevamente, Manet hace un guiño a Tiziano sorprendiéndonos con lo que es quizás una versión moderna de su Concierto Campestre.

Hoy día se exhibe en el Museo de Orsay.

Argenteuil es un pequeño pueblo de la región francesa donde Manet solía pasar sus veranos, pero también era un lugar frecuentado por los pintores Monet y Renoir, quizás el contacto entre estos tres grandes pintores de la historia del arte, hizo que Manet se acercarse un poco a lo que posteriormente fue el impresionismo; de ahí que en esta obra se haya calificado como la primera obra impresionista de Manet, tanto por la temática naturalista como por las pinceladas algo más suelta.

Los verdaderos protagonistas de la escena son un barquero, identificado como su cuñado Rudolph Leenhoof, junto a una hermosa mujer que se desconoce quién es. Ambos se encuentran sentados en un banco, al borde del río Sena tras la luz de un atardecer veraniego.

Actualmente se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Tournai (Bélgica).

Un bar del Folies-Bergère fue la última gran obra de Manet y en ella representa uno de los temas preferidos por los impresionistas a la hora de pintar y era el mundo del cabaret, café, los bares… en definitiva, la vida nocturna de París.

Manet, se centra en un cabaret situado en Montmartre, Folies Bergère, el favorito de la clase proletaria, pero que muy pronto empezó a ser frecuentado por la burguesía que encontraba allí alguna que otra prostituta. Las miradas se centran en Suzon, la chica que aparece en primer plano tras una barra de mármol repletas de botellas y cuencos con fruta, tras ella un enorme espejo que refleja todo aquello que no podríamos ver.

Para la realización de dicha obra, dibujó varios bocetos introduciendo poco a poco cada vez más cosas, resaltando el manejo de Manet a la hora de realizar naturalezas muertas; en cuanto a Suzon, a pesar de que era cierto que ella trabaja en el cabaret, la citó en su estudio para poder pintarla.

El cuadro actualmente se conserva en Courtauld Institute of Art de Londres.

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