Origen del Imperio Bizantino
Para entender la evolución de la humanidad es muy importante conocer los mayores imperios de la historia, ya que gracias a estos podemos entender como el pensamiento occidental y oriental se ha ido formando con el paso de los siglos. Uno de los imperios con mayor relevancia a la hora de forjar el pensamiento occidental y oriental ha sido el Imperio Bizantino, siendo un puente entre ambos mundos. Debemos conocer su origen para comprender por qué este imperio fue capaz de unir ambos mundos, y por ello en esta lección de unProfesor debemos hablar sobre el origen del Imperio Bizantino.
Índice
¿Qué fue el Imperio Bizantino?
El Imperio Bizantino, también conocido como Bizancio o Imperio romano de Oriente, fue una civilización surgida debido a la separación del Imperio Romano en dos. Esta división tuvo lugar en el 395 d.C., y se mantuvo durante más de un milenio, hasta que en 1453 la capital del imperio cayó a manos de los turcos otomanos. Esta capital era la ciudad de Constantinopla, donde se unen la cultura latina de los romanos con la griega debido a la proximidad de la zona helena.
Bizancio es conocida como la región en la que las ideas orientales y occidentales se unen, debido a que era un puente entre ambas zonas.
Debemos tener en cuenta que, al hablar sobre Bizancio, podemos dar dos orígenes distintos:
- Formación del Imperio romano de Oriente, tras la separación del Imperio romano, y donde los bizantinos se consideraban a sí mismos romanos.
- Origen del Imperio Bizantino como tal, como mucha más presencia de la cultura griega y con una clara separación del Imperio Romano tras su conquista a manos de los bárbaros.
Cuál fue el origen del Imperio romano de Oriente
Para hablar sobre el origen del imperio bizantino debemos comenzar hablando de la creación del Imperio romano de Oriente, ya que fue la división del Imperio romano lo que trajo el principio de Bizancio, aunque en aquel momento fuera muy distinto a lo que terminaría siendo.
El origen del Imperio Romano de Oriente tiene lugar en un periodo de crisis del sistema romano. El imperio se había hecho demasiado grande y comenzaba a ser muy complicado gobernar sobre todas las provincias que conformaban Roma. A esto se unía una creciente corrupción por todas las provincias y un ejército cada vez más poderoso y menos controlado por los gobernantes. En esta situación comenzaron numerosas guerras civiles romanas, causando que el emperador tuviera que buscar una forma de salir de esta enorme crisis.
El emperador Diocleciano tuvo la idea en el 285 de dividir el imperio en dos mitades, pensando que con esto lograría un mejor control de todas las provincias. Esta división creó el Imperio Romano de Oriente con capital en Constantinopla, y el Imperio Romano de Occidente con su capital en la propia Roma. Aún con esta división la realidad es que ambas mitades conformaban un mismo imperio, y la separación no era total, y tan solo era una forma de administración.
La llegada del emperador Teodosio I al poder es lo que trajo la separación real, ya que este emperador consideraba que el imperio no iba a seguir funcionando tal y como estaba creado y que necesitaba dividirse en dos. Al morir Teodosio dividió el imperio, dando la parte oriental a su hijo Arcadio y la zona occidental a su hijo Honorio. Fue entonces, en 395, cuando tuvo lugar la creación del Imperio Romano de Oriente.
Cuál es el origen del Imperio Bizantino
A la hora de hablar sobre el origen del Imperio Bizantino debemos tener en cuenta que esto varía mucho dependiendo de la fuente que consultemos, ya que muchos historiadores consideran que el origen tuvo lugar en el año 395 con la división del imperio, pero otros estudiosos colocan otros posibles orígenes. Para completar el origen del Imperio Bizantino debemos hablar sobre los dos orígenes más aceptados, entendiendo que no existe un solo origen.
La caída del Imperio Romano de Occidente
Algunos historiadores consideran que el origen del Imperio Bizantino tuvo lugar tras la caída del Imperio Romano de Occidente, ya que piensan que el final de este hizo que el Imperio Romano de Oriente se convirtiera en un imperio propio. Este suceso tuvo lugar en el 476, cuando los bárbaros entraron en Roma y tomaron la capital. Desde este momento el Imperio Bizantino se convirtió en un imperio totalmente individual, y aunque se siguieron llamando romanos, poco a poco fueron cambiando sus características hacia la de los griegos.
Justiniano I y su intentó de reunificar el imperio
Justiniano I fue uno de los emperadores más importantes de la historia del Imperio Bizantino, logrando una gran expansión, creando el sistema legal y administrativo de la región, y ordenando la creación de algunos de los principales monumentos de la región. Su intención era reconquistar las tierras del Imperio Romano de Occidente, para así lograr reunificar el Imperio Romano.
El plan de Justiniano fue un fracaso y no fue capaz de vencer a los pueblos bárbaros, provocando que desde entonces a nadie le volviera a interesar reconquistar esas tierras. Por ello es por lo que se considera que el Imperio Bizantino tiene su origen en Justiniano, siendo el último emperador que intentó recuperar lo que había sido Roma, y comenzando un camino de independencia total.
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- Barreras, D., & Gómez, C. D. (2010). Breve historia del Imperio bizantino (pp. 18-21). Nowtilus.
- David, B. (2010). Breve historia del Imperio Bizantino. Lingua, 2, 70.
- Chrysos, E. (2004). El imperio bizantino 565-1025 (Vol. 21). Icaria Editorial.
