Historia del Arte

Vincent Van Gogh: pinturas famosas

 
Ana Prado Antúnez
Por Ana Prado Antúnez. 23 noviembre 2020
Vincent Van Gogh: pinturas famosas

Vincent Van Gogh (1853-1890) es uno de los artistas más icónicos de la historia. Un pintor con un estilo personal en el que primaba la expresión emocional sobre la plasmación de un objeto o una escena. En Van Gogh todo vibra con unas pinceladas gruesas y nerviosas y una paleta de colores brillantes e intensos. Un estilo calificado por muchos críticos como atormentado y que ha influenciado en numerosos movimientos artísticos y movimientos a lo largo del siglo XX y hasta la actualidad.

Sus obras se han convertido además en auténticos referentes para muchas generaciones, alcanzando precios desorbitados en subastas de obra de arte, si bien Van Gogh solo logró vender una pintura a lo largo de su vida. En esta lección de unPROFESOR.com te ofrecemos una selección de las pinturas famosas de Vincent Van Gogh para que puedas disfrutar de uno de los pintores más emblemáticos de las vanguardias del siglo XX.

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Índice

  1. Los comedores de patatas (1885), una de las pinturas más famosas de Van Gogh
  2. La cortesana (1887) de Van Gogh
  3. Terraza de café por la noche (1888)
  4. Los Girasoles (1888), Van Gogh
  5. El dormitorio en Arlés (1889)
  6. La noche estrellada (1889)
  7. La iglesia de Auvers (1890)

Los comedores de patatas (1885), una de las pinturas más famosas de Van Gogh

Van Gogh, influenciado por el realismo de Millet o Rembrandt y los impresionistas, fue una de las grandes figuras del postimpresionismo. Un artista emocional, expresivo y espontáneo que pintó de forma frenética durante cinco años de su vida dejando un legado de unos 900 cuadros y más de 1600 dibujos. Dentro de esta ingente obra se destaca una serie de obras más famosas de Van Gogh como Los comedores de patatas.

Este lienzo está considerado por la crítica como la primera gran obra de Van Gogh. Este cuadro forma parte de una serie de lienzos que el pintor realizó mientras vivía con los campesinos y trabajadores de Nuenen en los Países Bajos. Van Gogh quiso mostrar la dureza de las condiciones de vida de los campesinos y los efectos de esa vida gris y extenuante en sus rostros y sus cuerpos.

En Los comedores de patatas, Van Gogh nos abre la puerta a una estancia humilde en la que la familia de campesinos se apiña para comer una escasa y magra ración de patatas. Las pinceladas sueltas y los colores tierra y oscuros dominan toda la composición, contando solo con un punto de luz en la lámpara del techo, la fuente de comida y las tazas con la bebida. El resto se llena de colores tierra como los de la tierra que cultivan y de la que ya parecen estar hechos.

La tosquedad de los rostros y las manos sobrepasa el realismo y entra de lleno en la caricaturización de los personajes. La serenidad, la resignación y la humildad que muestran los rostros de los protagonistas y la escena dejan ver la veneración que Van Gogh sentía por el trabajo y la entrega de estos campesinos. Un mundo alejado del colorido y delicado mundo burgués plasmado por los impresionistas. No es extraño a Theo Van Gogh, si hermano, le resultase imposible vender estas obras en París. Esta obra se encuentra en el Museo Van Gogh de Ámsterdam.

La cortesana (1887) de Van Gogh

Como muchos otros artistas de la época, Van Gogh se sintió fascinado por los grabados de madera japoneses Ukiyo-e. Unas obras de maestros japoneses como Hiroshige y Hokusai que llegaron a Occidente a mediados del siglo XIX y que inspiraron a Van Gogh a crear esta pintura en la que se reproduce un grabado de Keisai Eisen aparecido en la portada de la revista Paris Illustré (mayo de 1886).

Van Gogh ofrece una perspectiva más amplia al colocar un fondo dorado y un jardín acuático con ranas y grullas, nombres con los que se hacía referencia a las prostitutas en jerga francesa. El uso del color y los contornos fuertes y oscuros son ya característicos del estilo más maduro de Van Gogh. Se encuentra en el Museo Van Gogh de Ámsterdam.

Vincent Van Gogh: pinturas famosas - La cortesana (1887) de Van Gogh

Terraza de café por la noche (1888)

Seguimos conociendo las pinturas famosas de Van Gogh para hablar de este lienzo, ya que es una de las primeras escenas pintadas en Arles y la primera en la que hizo un nocturno. La escena está llena de superficies luminosas y colores en contraste son una especie de desafío al cielo que está oscureciendo y en el que brillan unas pequeñas estrellas.

Van Gogh nos presenta la terraza de un elegante café de Arles ubicado en pleno centro de la localidad y punto de peregrinación de muchos amantes de la obra del pintor. Las luces de gas y las estrellas iluminan la terraza con mesas y sillas, así como los clientes del café y la camarera, mientras por la calle, ya en penumbra, pasean algunas personas. Van Gogh plasma la escena, pero también la luz y sus contrastes y la emoción que le causa pintar esos cielos nocturnos de Arles. Así se lo contó a su hermano Wil:

"Aquí tienes una pintura nocturna sin negro, con nada más que un hermoso azul, violeta y verde, y en este entorno, el área iluminada se tiñe de amarillo pálido azufre y verde limón."

Van Gogh pinta libre, con pequeños toques de pincel y pinceladas sueltas para ofrecernos todos los detalles y la palpitación de la calle, la terraza y la noche de Arles bajo todos los efectos de la luz, tanto la natural como la artificial. Se encuentra en el Museo Kröller-Muller Museum, Otterlo (Países Bajos).

Vincent Van Gogh: pinturas famosas - Terraza de café por la noche (1888)

Los Girasoles (1888), Van Gogh

Este cuadro pertenece a la serie de Los Girasoles que Van Gogh creó para decorar la habitación de Gauguin en la “Casa Amarilla”, en la que se ubicaba su estudio en Arles. Van Gogh empleó en toda la serie unas grandes pinceladas para conseguir la textura de los pétalos, además de emplear un amplio espectro de amarillos para lograr las tonalidades de las flores. Así, utilizó tanto los amarillos más intensos para los pétalos y flores más frescas, como los ocres de las marchitas.

Esa experimentación con el color y la vibrante pincelada de Van Gogh ofrecen una novedosa e increíble interpretación de uno de los temas más clásicos, el del tradicional jarrón con flores. Van Gogh supo transmitir en casa pincelada esa idea de la fugacidad de la vida, además de la intensidad y la belleza del verano de la Provenza. Este cuadro se localiza en la National Gallery de Londres.

Vincent Van Gogh: pinturas famosas - Los Girasoles (1888), Van Gogh

El dormitorio en Arlés (1889)

La Casa Amarilla de Arlés vuelve a ser protagonista en este cuadro en el que nos ofrece una vista de su habitación. La perspectiva está descentrada y libera su paleta para llenarla de colores vibrantes y llenos de intensidad, dejando de lado las representaciones realistas y los colores pasteles de los impresionistas.

Según sus propias palabras, la simplificación le daba más grandiosidad a los espacios y los objetos, además de ofrecer la sensación de calma y calidez, invitando al descanso. Se encuentra en el Museo Van Gogh, Ámsterdam.

Vincent Van Gogh: pinturas famosas - El dormitorio en Arlés (1889)

La noche estrellada (1889)

Sin duda alguna, estamos ante una de las obras de Van Gogh más importantes. Al igual que Los Girasoles, La noche estrellada es una de las obras más representativas y conocidas del pintor. Este cuadro fue pintado de memoria, siendo más una muestra de su vida interior que de un paisaje real.

El cielo se representa tumultuoso y arremolinado mediante curvas y líneas, tratando de encontrar un punto de equilibrio y tensión en la que se destaca los cipreses y el cielo nocturno. Un cuadro en el que Van Gogh vuelca su espiritualidad representando su sentimiento interior en la naturaleza. Se halla en el Museo de Arte Moderno.

Vincent Van Gogh: pinturas famosas - La noche estrellada (1889)

La iglesia de Auvers (1890)

Tras abandonar el asilo de Saint-Remy en 1890, Van Gogh viajó a Auvers, una localidad ubicada a las afueras de París. La iglesia de Auvers es una de las pinturas de los últimos meses de la vida de Van Gogh, evidenciando la lucha interna y la inquietud mental que atormentaba al pintor. En esta escena Van Gogh imprime movimiento y emoción con una paleta de color y pinceladas con colores intensos y contrastes.

Por otro lado, el pintor distorsiona y aplana el edificio de la iglesia, representándola como atrapada dentro de su propia sombra, una imagen que parece reflejar su compleja relación con la religión y la espiritualidad. Una espiritualidad que Van Gogh encuentra más en la naturaleza.

Los gruesos contornos, las pinceladas alargadas y marcadas y las franjas planas de color son algunas de las características más destacadas de esta obra. Pocos días después de pintar esta obra, Van Gogh se suicidó. La obra se exhibe en el Museo de Orsay de París.

Vincent Van Gogh: pinturas famosas - La iglesia de Auvers (1890)

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Bibliografía
  • Ngo F/Metzger, Rainer Walther (2020). Van Gogh. Obra pictórica completa. Taschen
  • Recalcati, Massimo (2017) Melancolía y creación en Vicent Van Gogh. Nuevos Emprendimientos.
  • Homburg, Cornelia (2016) Los tesoros de Vicent Van Gogh. Editors
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