Campos de Castilla: resumen y análisis

Como decíamos, la obra de Campos de Castilla de Antonio Machado es un poemario donde se recogen, en un principio, 54 poemas de diversa temática. Con el tiempo Machado fue añadiendo nuevo contenido a lo largo de las distintas revisiones que se le fueron haciendo al compendio de poemas, llegando a estar finalmente formada por 123 unidades. Lejos de ser autónomos, estos poemas están unificados en varios capítulos entre los que destacamos:

• Campos de Soria: compuesto por 9 poemas y del cual se cree que su tono de despedida se refiere al país vecino Francia, tras la vuelta de un viaje en su capital un par de años antes de su publicación.
• La tierra de Alvargonzález: está compuesto por 10 poemas con un tono sobrenatural y oscuro. Junto a Campos de Soria, estos poemas forman el grueso de la obra en cuanto a temática. El argumento principal sigue los pasos de Alvargonzález, un campesino asesinado a manos de sus dos primogénitos, llevando a la ruina toda la fortuna recogida a lo largo de su vida entera. Estos chicos están descritos en estos poemas como seres corrompidos por la codicia y la perversidad, manchados por la “sangre de Caín”. Finalmente, tras acudir el hijo menor para salvar la situación, éste sufre la misma suerte que su padre, llegando al fin completo de la fortuna del patrimonio de Alvargonzález.
• Proverbios y cantares: estaría compuesto finalmente por 53 breves poemas (inicialmente en su primera edición tenía 29). Estos versos contienen varias temáticas de diversa índole. Entre ellas podemos destacar la figura de Dios como necesidad humana, además de la crítica a los rasgos más oscuros de la sociedad, como en La tierra de Alvargonzález¸ donde se destaca la envidia y la maldad. Por otro lado, se describe la existencia del ser humano como un camino que hay que recorrer y las decisiones son las huellas que dejamos atrás.
• Elogios: en Campos de Castilla encontramos también una serie de elogios a diversos autores. Entre ellos destacamos a los dedicados a Rubén Darío, José Ortega y Gasset, Unamuno y Juan Ramón Jiménez (a quien dedica 712 versos separados en varios poemas), entre otros, dedicándole unos versos a sus trayectorias y significancia en la vida u obra del propio Machado.
• Poemas independientes: por último, también existen una serie de poemas que no están incluidos en ninguno de los capítulos mencionados, los cuales son independientes de los demás. Por supuesto, y siguiendo la estela del resto de poemas, los versos recogidos en estos poemas tratan un gran número de temáticas y métricas que pasan de lo político a la añoranza, así como el reflejo de la sociedad de su época.

En cuanto al análisis formal de la obra, podemos comenzar con lo referente a los versos, en general, y de su rima.

Normalmente la mayoría de los poemas se estructuran de la siguiente forma: ABAB, CDCD, EFEF, GHGH… Aunque también encontramos muchísimos versos alejandrinos de 14 sílabas en estructuras más paralelas, con rima en pareado, como AABBCCDD, etc.

La rima, a su vez, suele darse de forma consonante, por lo que seguir su estructura es muy sencillo. Como ejemplo de esta rima consonante y la forma más común de estructuración podemos tomar el comienzo del poema Entre Olmos, el cual aparece en este poemario:

Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.

¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.

O bien el perteneciente a A orillas del Duero como ejemplo perfecto de esos alejandrinos de estructura pareada consonante:

Mediaba el mes de julio. Era un hermoso día.
Yo, solo, por las quiebras del pedregal subía,
buscando los recodos de sombra, lentamente.
A trechos me paraba para enjugar mi frente
y dar algún respiro al pecho jadeante;

¿Cuál es el tema de Campos de Castilla?

Temáticamente ya hemos introducido el carácter multidisciplinar de Campos de Castilla, pero se ha de subrayar especialmente el reflejo de la sociedad como un elemento corrompido en nuestra naturaleza. Así, la envidia y el orgullo predominan en los seres humanos descritos por Machado en esta obra.

Como adelantábamos, la figura de Caín aparece repetidas veces a lo largo de los poemas como culto a los pecados y maldad de la sociedad que describe, haciendo así también referencias al Paraíso destruido por estos humanos y su codicia.

Con todo, este amor por la naturaleza y desilusión por el comportamiento del ser humano caracteriza la primera parte de la obra, mientras que la segunda se diferencia totalmente en temática a la anterior. En esta segunda parte reina la melancolía y tristeza influenciada por el fallecimiento de la mujer de Machado sucedida entre la primera edición y las revisiones. Por ello, podemos afirmar que esta segunda parte se compone de las revisiones y poemas añadidos posteriormente, por lo que se encontraría un importante contraste, en cuanto a temas tratados, entre los poemas de la primera edición y los introducidos más tarde.

Finalmente, en cuanto a su simbología, y brevemente, debemos señalar especialmente el uso de los elementos naturales como metáforas de las virtudes, pecados y símiles de la vida. Ciertos árboles, como el roble, la encina, los olmos o álamos, simbolizan virtudes del ser humano, mientras que el ciclo del agua representa la vida de estos, donde esta materia fluye por los ríos hasta morir en el mar.

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