Estructura de un texto argumentativo

Al igual que la mayoría de los textos, el texto argumentativo debe comenzar con una introducción, en la que se enuncie de manera clara y directa el tema a tratar y, sobre todo, la postura, a favor o en contra, que el emisor del texto va a a adoptar a lo largo del mismo.

Al tratarse de un texto de carácter subjetivo que pretender influir en las ideas u opiniones del lector, es recomendable comenzar el planteamiento de la cuestión con una cita de algún personaje célebre y reconocido (Como decía Cervantes...; Ya lo dijo Sócrates...; En palabras de Newton...), lo cual sirve para llamar la atención del lector y, de manera indirecta, comenzar a convencerle de que apoye la opinión del emisor porque, ¿quién va a contradecir lo enunciado por un escritor, filósofo o científico universalmente famosos?

Como cualquier texto escrito, los argumentativos tienen una estructura que consta de tres partes fundamentales. Aquí te ayudamos a que conozcas la estructura de un texto argumentativo.

Introducción

En la introducción se debe mencionar el tema sobre el que se va a hablar y la postura del autor. Es decir, la tesis tiene que estar escrita de forma explícita en el párrafo introductorio.

Desarrollo

El desarrollo del texto argumentativo son todos los argumentos con los que el autor trata de defender su postura. Los argumentos que se exponen sirven para apoyar la tesis y para aportar información valiosa que aporte credibilidad al texto, como hechos, citas, ejemplos, etc.

Conclusión

Este es el cierre del texto y se deberá retomar la tesis, las opiniones y la postura, como una forma de condensar y reforzar todo lo que se ha hablado a lo largo del texto. Incluso en este último punto se debe luchar por convencer al lector.

Un texto argumentativo es un tipo de texto en el que se expone una idea, opinión o posición sobre un tema. Su objetivo principal es convencer al lector de que la postura que estás defendiendo es la correcta. Es posible que, cuando te encuentres frente a la hoja en blanco, no sepas por dónde comenzar, así que te proponemos una guía con el paso a paso para escribir un texto argumentativo:

1. Elige un tema: Este debe ser relevante, interesante y debes tener una opinión clara sobre él.
2. Investiga: Lee libros, artículos, investigaciones y otras fuentes confiables que respalden tu punto de vista sobre el tema que has elegido.
3. Define tu posición: Decide cuál es tu postura con respecto al tema. ¿Estás a favor o en contra?, ¿cuáles son las razones para apoyar esta posición? Esto se conoce como tu tesis.
4. Comienza por un esquema: Para organizar tus ideas de manera lógica, puedes desarrollar un esquema con todos los argumentos que quieres presentar, en un orden que tenga sentido.
5. Escribe el texto: Ten en cuenta que siempre debe comenzar por una introducción, seguida del cuerpo del texto y una conclusión.
6. Cita tus fuentes: Si has utilizado información o ideas de otras fuentes, asegúrate de citarlas correctamente según el formato requerido.
7. Revisa tu texto: Deja pasar uno o dos días antes de revisar el texto que has escrito y realiza los cambios que sean necesarios.
8. Pide un feedback: Pide a alguien de confianza que se lea tu texto y te ofrezca comentarios honestos para poder mejorar.

Cuando se concluye la introducción general que se hace al comienzo del texto argumentativo, es recomendable volver sobre la idea que se quiere defender. Para ello, el escritor se sirve de la tesis, que es un enunciado breve y conciso a partir del cual se organizan los argumentos que apoyan lo que se quiere demostrar o rebatir.

Podemos decir que la tesis es la formulación de la postura, normalmente polémica o conflictiva, sobre la cual el lector del texto argumentativo tiene que posicionarse a favor o en contra en relación a lo expuesto en el texto. Recordemos que todo texto argumentativo tiene como finalidad persuadir al lector y que este adopte el mismo punto de vista que el autor del texto.

La RAE define la tesis de un texto argumentativo como la “opinión de alguien sobre algo”. En este sentido, podemos decir que la tesis es un enunciado que expresa el punto de vista del autor con respecto a un determinado problema, pregunta o fenómeno.

La tesis es la idea central de un texto argumentativo y se convierte en lo que el autor sustentará mediante los argumentos.

Ejemplos de tesis en textos argumentativos

Vamos a ponerte un ejemplo de texto argumentativo, en el que te hemos señalado la tesis en negrita, para que veas el importante papel que juega en el conjunto.

“El hombre, desde su origen, guiado por unas miras que pretenden ser prácticas, ha ido enmendando la plana a la Naturaleza y convirtiéndola en campo.

El hombre, paso a paso, ha hecho su paisaje, amoldándolo a sus exigencias. Con esto, el campo ha seguido siendo campo, pero ha dejado de ser Naturaleza. Mas, al seleccionar las plantas y animales que le son útiles, ha empobrecido la Naturaleza original, lo que equivale a decir que ha tomado una resolución precipitada porque el hombre sabe lo que le es útil hoy, pero ignora lo que le será útil mañana. Y el aceptar las especies actualmente útiles y desdeñar el resto supondría, según nos dice Faustino Cordón, sacrificar la friolera de un millón de especies animales y medio millón de especies vegetales, limitación inconcebible de un patrimonio que no podemos recrear y del que quizá dependieran los remedios para el hambre y la enfermedad de mañana.

Así las cosas, y salvo muy contadas reservas, apenas queda en el mundo Naturaleza natural. “

Miguel Delibes, Un mundo que agoniza.

Aquí te descubrimos los diferentes tipos de textos argumentativos.

Esperamos que con toda la información que te hemos dado sobre los textos argumentativos, ya puedas imaginarte más o menos cómo son y para qué sirven. Sin embargo, vamos a presentarte algunas de sus principales características que te ayudarán a comprender mejor esta lección:

• Puede utilizar diferentes tipos de argumentos: emocionales, lógicos o afectivos.
• Los textos argumentativos quieren convencer al lector de algo.
• El autor del texto argumentativo ordena sus argumentos de la forma más adecuada para convencer al lector.
• Utilizan argumentos para convencer a la persona que está leyendo. Estos argumentos son posiciones razonadas que se van exponiendo a lo largo del tema, de manera cuidadosa y acompañada de la opinión personal del autor.

Una vez expuesta la tesis, es hora de explicar por qué el escritor defiende o rechaza la tesis. Para conseguirlo, el autor recurre a la argumentación, que consiste en aportar una serie de razones o argumentos que sustentan dicha postura y tratar de convencer por completo al lector. Los argumentos utilizados por el escritor pueden ser de varios tipos:

• Basados en ideas que se considerar socialmente acertadas o de sentido común (argumentos racionales)
• Aquellos que recurren a pruebas científicas demostrables empíricamente (argumentos de hecho)
• Numerosos ejemplos concretos que expliquen la tesis inicial (argumentos de ejemplificación)
• Citas u opiniones de personajes célebres y con prestigio social (argumentos de autoridad)

Y, por último, estrategias lingüísticas de las que se sirve el autor para apelar a los sentimientos del lector, como, por ejemplo, la ira, la compasión, la solidaridad, el amor, el honor, etc.

Vamos a ponerte un par de ejemplos de textos argumentativos que te servirán para entender del todo esta lección.

Ejemplo de un texto argumentativo ecologista

“La deforestación está destruyendo a toda velocidad la casa de los últimos 20 yaguaretés de la región del Gran Chaco argentino. Sin bosques los jaguares quedan acorralados, al borde de la extinción. Actuá para salvar a esta especie única. […]

Completá el formulario de nuestra petición y hacé llegar esta carta a los gobernadores de Santiago del Estero, Formosa, Chaco y Salta para reclamarles Deforestación Cero y que podamos salvar a #losultimos20 Yaguaretés del Gran Chaco Argentino.”

Greenpeace, campaña “Los últimos 20 yaguaretés

Ejemplo de un texto argumentativo a favor de la tecnología

“De hecho, casi todo el mundo está convencido de que la tecnología es un amigo fiel. Hay dos razones para que sea así: en primer lugar, la tecnología es un amigo, hace que la vida sea más fácil, más limpia y más larga -¿quién puede pedirle algo más a un amigo?-; y, en segundo lugar, debido a su prolongada relación con la cultura, la tecnología no propicia un análisis minucioso de sus propias consecuencias.

Es el tipo de amigo que nos pide confianza y obediencia, exigencias, que la mayoría de la gente se inclina a conceder porque sus regalos son verdaderamente generosos. Pero, por supuesto, también presenta un lado oscuro; sus regalos no dejan de tener un precio muy alto. Planteado en los términos más dramáticos, se puede formular la acusación de que el crecimiento sin control de la tecnología destruye las fuentes esenciales de nuestra humanidad, crea una cultura sin fundamentación moral y socava algunos de los procesos mentales y de las relaciones sociales que hacen que una vida humana merezca ser vivida.

En definitiva, la tecnología es tanto un amigo como un enemigo.”

Neil Postman

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