Pintores surrealistas famosos y sus obras

El surrealismo tuvo una notable influencia del dadaísmo, un movimiento de vanguardia, teniendo como fundador a uno de sus miembros clave, André Bretón. Un artista que también aplicó al arte y la literatura el método automático de asociación libre ideado por Sigmund Freud.

Una técnica psicoanalítica que consiste en que la persona psicoanalizada exprese todas sus ideas, imágenes, emociones, pensamientos, recuerdos, traumas, etcétera. Bretón fue también el autor del Manifiesto surrealista (1924), siguiéndole artistas como Max Ernst, Salvador Dalí, René Magritte, Leonora Carrington, entre otros.

Max Ernst es un artista, escultor y poeta alemán que fue una figura clave dentro del movimiento dadaísta y el surrealista. Ernst se destaca por su gusto por la experimentación con la ilusión y lo irracional, siendo miembro destacado del Automatismo y de técnicas como el frottage y la decalcomanía. Su obra se caracteriza por representar figuras antropomórficas y fantásticas en escenarios y paisajes típicos del Renacimiento.

Celebes (1921) de Max Ernst

En esta obra se representa una especie de monstruo mecánico, de aspecto similar a un elefante, y que se ubica en un paisaje desalojado en el que aparecen también peces voladores, latas de aceite y una figura femenina. Una composición típica del automatismo surrealista y la técnica de la libre asociación.

Otras obras interesantes de Max Ernst son Oedipus Rex (1922), Saint Cecilia (Piano Invisible) (1923), Nadador ciego: efectos de un contacto (1934), El ángel del hogar (1937) o El ojo del silencio (1944).

Joan Miró es otro de los pintores surrealistas famosos e imprescindibles. Fue un artista español que destacó por ser uno de los miembros más destacados de las vanguardias del siglo XX. Un artista abstracto cuya obra se caracterizó por el uso de colores brillantes y formas geométricas. La combinación sencilla de estos elementos le ayudó a crear piezas abstractas envueltas en ambientes evocadores y surrealistas.

Al instalarse en París acude al taller de Pablo Gargallo y entra en contacto con artistas del movimiento Dadá, como André Bretón, Francis Picabia, Tristán Tzara, Man Ray, y Max Ernst.

Entre las obras surrealistas más destacadas Carnaval de Arlequín (1924), la serie de tres pinturas Interior holandés (1928), Caracol, mujer, flor y estrella (1934), Bodegón del zapato viejo (1937), Una estrella acaricia el seno de una negra (1938) y Constelaciones (1940-1941), entre otras muchas.

Leonora es una pintora, escultora y escritora británica, nacionalizada mexicana, está considerada como la última surrealista. Leonora fue una artista audaz que logró superar muchos obstáculos para convertirse en artista en un mundo artístico profundamente misógino. Leonora tuvo una experiencia vital realmente traumática, viviendo la II Guerra Mundial, un internamiento en un psiquiátrico y su huida a México, lugar donde continuaría su carrera pictórica.

Entre las obras más destacadas de Leonora Carrington: La posada del caballo del alba (autorretrato, 1937-1938), Arte 110 (1942) La casa de enfrente (1945) La giganta (1946) La cuna (1949) Tres mujeres y cuervos en la mesa (1951) y El mundo mágico de los Mayas (1984).

Autorretrato

En este autorretrato, Leonora trata de explorar su feminidad creando una especie de mimesis entre ella y una hiena. Una obra que ella pintó con tan solo 20 años y en ella nos muestra también una imagen de un caballo que se ve huir por una ventana, una especia de alter ego. El simbolismo y lo onírico son constantes en su obra.

Chirico es otro de los pintores surrealistas famosos más interesantes. Un pintor italiano que está considerado como uno de los precursores del surrealismo, siendo una de sus grandes figuras. Así, obras como La canción de amor (1914) se considera como precursora del surrealismo, fundado oficialmente en 1924.

Así, Chirico fue el fundador de la scuola metafísica, un movimiento que pretendía plasmar lo irracional con objetos cotidianos. El arte clásico, Freud, el expresionismo, Nietzche o Schopenhauer son algunas de las constantes de su obra.

Entre sus obras: La canción de amor (1914), El profeta (1915), Héctor y Andrómeda (1917), Los arqueólogos, 1927 o Plaza de Italia con fuente, (1968).

Yves Tanguy fue acogido por Bretón dentro del círculo surrealista, siendo un pintor autodidacta que consiguió un estilo propio en el que primaba la imaginación, desarrollando una obra en la que abundan paisajes solitarios y abstractos.

Unos ambientes oníricos y únicos como los que plasmó en obras como Extinción de luces inútiles (1927), El palacio con rocas de ventana (1942), Todavía y siempre (1942), La rapidez del sueño (1945) o Números imaginarios (1954).

Otro de los pintores surrealistas más famosos es Salvador Dalí, uno de sus miembros más icónicos y destacados. Un artista español muy influenciado por el psicoanálisis freudiano, empleando el arte para ahondar en su inconsciente a través del simbolismo.

Dalí también utilizó medios como la escultura, el grabado y la escritura, siendo su principal aportación teórica al surrealismo el llamado método paranoico-crítico considerando que la paranoia era la habilidad que transmitía al cerebro para encontrar enlaces entre objetos que aparentemente no tienen ninguna relación. El artista empleaba este método para la creación de obras de arte, plasmando en el lienzo todos aquellos procesos activos de la mente. Así, se generan imágenes de objetos que no existen en realidad como imágenes dobles o múltiples.

André Bretón consideró está técnica de Dalí como un instrumento fundamental para la creación artística y aplicable tanto a la poesía, la moda, la escultura, el cine o la historia del arte, etcétera.

Entre las obras más destacadas de Dalí se encuentran: El gran masturbador (1929), El hombre invisible (1929-1933), La persistencia de la Memoria (1931,) Construcción blanda con judías hervidas (1936), La metamorfosis de Narciso (1937) Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes de despertar (1944) y La tentación de San Antonio (1946), entre otras.

René Magritte fue un artista belga es uno de los artistas más prolífico del movimiento surrealista, siendo uno de sus miembros más activos y duraderos. Un artista que se caracterizó por su ingenio, ironía y su gusto por el ilusionismo.

Así, lejos del automatismo, Magritte prefirió la pintura reflexiva y minuciosa, asociando elementos de manera insólita y creando auténticos iconos como las pipas de tabaco o los bombines.

Entre sus obras más importantes se encuentran: Esto no es una pipa (1928), Los amantes (1928), Tiempo pasado (1939), El imperio de la luz (1953-1954) o El hijo del hombre (1964).

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