Características del surrealismo en la pintura

Antes de hablar de las características del surrealismo en la pintura es importante que conozcamos mejor esta tendencia. El movimiento surrealista fue fundado por André Breton en 1924, plasmando en su obra “El manifiesto surrealista” las bases intelectuales del movimiento. El término “surrealismo” ya había sido utilizado en 1917 por Guillaume Apollinaire al definir el ballet “Parade”, obra de Jean Cocteau con música de Erik Satie, escenografía y vestuario de Pablo Picasso y coreografía de Leonide Massine, como "un tipo de surrealismo", acuñando la palabra años antes de que el Surrealismo emergiera como un movimiento artístico en París. Una vanguardia artística que no sólo atrajo a pintores y escultores, extendiéndose también su influencia a nuevas expresiones artísticas como el cine y la fotografía.

Dentro del movimiento surrealista se detectan una serie de antecedentes e influencias que ayudan a comprender sus claves:

• Los estudios psicoanalíticos de Sigmund Freud, especialmente su obra más emblemática, La interpretación de los sueños (1899), se convirtieron en un referente para los surrealistas. El mundo onírico y el inconsciente como inspiración y revelación de emociones y deseos reprimidos, enfrentándose y plasmando el mundo interior del artista: las fobias, filias, sueños, monstruos, psicosis, etcétera. La sexualidad, el deseo y la violencia son los aspectos más reprimidos por la mente racional, subrayando los surrealistas cómo esos tabúes impuestos por la razón ahogan la imaginación.
• La obsesión de Breton por acabar con el llamado arte razonable y para ello optó por la creación espontánea. Un tipo de creación para la que se recurrió a distintos métodos, desde el automatismo al azar, la locura, el primitivismo o la ilogicidad.
• El ideario político de Karl Marx. Los surrealistas buscaban que la psique fuera capaz de mostrar todas las contradicciones de la sociedad e ir hacia una revolución. El surrealismo fue un movimiento lleno de rebeldía surgido tras el enorme desencanto que la primera guerra mundial generó entre los jóvenes. Este movimiento constituyó una violenta sacudida, iconoclasta y revolucionaria contra los convencionalismos y el poder establecido.

Sin embargo, tras la segunda guerra mundial, Breton se interesó aún más en el activismo político revolucionario como objetivo principal del movimiento. El resultado fue la dispersión del movimiento original en facciones más pequeñas de artistas. Los bretonianos, como Roberto Matta, creían que el arte era inherentemente político. Otros, como Yves Tanguy, Max Ernst y Dorothea Tanning, permanecieron en América para separarse de Breton. Salvador Dalí, igualmente, se retiró a España, creyendo en la centralidad del individuo en el arte.

El Dadaísmo, movimiento al que también perteneció Breton y que abandonó por diferencias con Tristan Tzara, otra de las cabezas visibles de esta vanguardia artística. El gusto por el azar, la rebeldía, el inconsciente y la imaginación son algunos de los gustos heredados del Dadá. El pintor Marx Ernst será una de las grandes figuras del dadaísmo y el surrealismo.

Imagen: Slideshare

Dentro del surrealismo se suelen distinguir dos tendencias bien claras:

El surrealismo figurativo

Los temas que suelen tratar el surrealismo figurativo son el mundo onírico y el realismo mágico. La técnica es hiperrealista, dominando el dibujo e incluyendo numerosos detalles, creando la ilusión de tridimensionalidad y enfatizando una atmósfera de sueño. El color en estas obras también se empleó con este fin, recurriendo a menudo colores saturados, como es el caso de Dalí, o a gamas monocromáticas como Tanguy. Entre los pintores más destacados del surrealismo figurativo se encuentran figuras de la talla de Salvador Dalí, René Magritte, Yves Tanguy o Paul Delvaux.

El surrealismo abstracto

Los pintores que optaron el surrealismo abstracto se decantaron por la técnica del automatismo, pintando de forma automática, rápida, siguiendo casi una compulsión en la que se van asociando imágenes de forma mecánica. Se trata de crear universos originales, sin coherencia o sentido aparente, siendo el reflejo de esa parte que no está dominada por la razón. Dentro de este grupo se agrupan figuras como Joan Miró y André Masson.

Para empezar a hablar de las características del surrealismo en la pintura debemos conocer las distintas técnicas que se emplearon durante el Surrealismo en el arte en general. Las más destacadas son la siguientes:

El automatismo

Se trataba de pintar siguiendo un impulso, sin control de la mente. Una de las técnicas basadas en el automatismo fue “el cadáver exquisito”, una técnica en la que un primer pintor comenzaba una obra con la primera idea o trazo que se le ocurría, el siguiente aportaba un nuevo trazo y así todo el grupo de pintores reunido remataba por turnos una obra conjunta. Entre los pintores que recurrieron al automatismo se encuentran André Masson Y Wifredo Lamé.

El azar

Se busca encontrar la belleza en lo que ocurre de forma espontánea, al azar, tratando de crear imágenes y composiciones sorprendentes. Dentro de la pintura será Max Ernst una de las figuras más destacadas en esta búsqueda de procedimientos técnicos de lo imprevisible y el azar. Así, los surrealistas emplearon técnicas como:

• El dripping o echar gotas de color de forma aleatoria. Esta técnica tiene al artista Jackson Pollock como uno de sus máximos representantes.
• El collage o pegar imágenes inconexas o elegidas al azar para crear una composición.
• El grattage o uso de técnicas de raspado de superficies.
• El frottage o frotar un grafito sobre un papel colocado sobre una superficie con texturas.
• La decalcomanía o pintura sobre cartón y su aplicación sobre el lienzo como si fuese una calcomanía.

Lo irracional

Uno de los métodos más conocidos el método paranoico crítico. Una técnica creada por Salvador Dalí y mediante la cual se trataba de acceder a lo irracional ya que todo aquello que vemos no está en las cosas, ya que todo está “en el fondo de nuestra alma”. Este método lo creó Dalí tras leer “La interpretación de los sueños” de Freud, adquiriendo desde entonces la costumbre de interpretar todo lo que acontecía, por trivial que pareciese.

La ingenuidad o el primitivismo

La última de las características del surrealismo en la pintura es que este tipo de arte trataba de huir de la artificiosidad del academicismo en el Arte y se mira hacia el arte ingenuo o naif, así como al arte primitivo. Entre las figuras más destacadas están Leonora Carrington y Remedios Varo.

Ahora que ya conoces las características del surrealismo en la pintura, vamos a descubrir las obras más importantes. Las temáticas fueron muy variadas, siendo especialmente relevantes y frecuentes temas relacionados con la sexualidad y el erotismo, el amor, la libertad, así como todo aquello que conculcaba las normas sociales. Así, abundan escenas oníricas, metamorfosis, escenas de caos, escenarios fantásticos, personajes mágicos y mitológicos y situaciones irreales.

Entre algunas de las obras pictóricas más destacadas del Surrealismo destacamos:

• Celebes (1921) de Max Ernst
• El Carnaval del Arlequín (1924) de Joan Miró
• Los amantes (1928) de René Magritte
• Interior holandés (1928) de Joan Miró
• El gran masturbador (1929) de Salvador Dalí
• Esto no es una pipa (1929) de René Magritte
• Bañista sentada (1930) por Pablo Picasso
• La persistencia de la memoria (1931) de Salvador Dalí
• La hora del observatorio - Los amantes (1934) de Man Ray
• Autobiografía de un embrión (1934) de Eileen Agar
• Lo que el agua me trajo (1938) de Frida Kahlo
• Todavía y siempre (1942) de Yves Tanguy
• Creación de las aves (1957) de Remedios Varo
• Hijo del hombre (1964) de René Magritte

Imagen: El Gran Masturbador, de Dalí

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