Métrica castellana: aguda, llana y esdrújula
Comienza aquí una nueva lección de unPROFESOR para centrar los contenidos en la métrica castellana, concretamente, en el uso de las sílabas y las reglas a tener en cuenta según si estas son agudas, llanas o esdrújulas. Como hemos comentado en más de una ocasión, nuestro idioma es muy rico, por lo que, como imaginarás, también contiene muchas reglas, y en la poesía, que en muchas ocasiones contiene lo más culto de la lengua castellana, son varias las normas que debemos considerar para crear versos y rimas.
Así pues, sin más dilación, vamos a descubrir el uso de la acentuación aguda, llana y esdrújula en la métrica castellana para que los poemas cumplan las reglas establecidas por la lengua.
La sílaba en la métrica castellana
El metro en un poema, según la RAE, es la medida de un verso. Algunos autores amplían esta definición añadiendo que es una especie de esquema abstracto que incluye una serie de regularidades a las que obedece la manifestación en un verso.
Para que nos entendamos mejor, podemos considerar el verso como una manifestación rítmica que contiene elementos de especial relevancia en la lengua. Es decir, que los elementos lingüísticos son susceptibles de constituir ritmos, y en este caso consideramos la sílaba, la pausa, el timbre y el acento.
Como nos interesa analizar las sílabas, recordemos que según cuál de ellas va acentuada dentro de una palabra, podemos clasificarlas como:
- Aguda: también conocida en métrica como oxítona, se produce cuando el acento se encuentra en la última palabra – pagó – camión - Antón.
- Llana: en este caso, se conoce en métrica como paroxítona, y es la más habitual en el castellano. Aquí, la acentuación se encuentra en la penúltima sílaba – Marco – poco – imagen.
- Esdrújula: también llamada proparoxítona, en este caso el acento recae en la penúltima sílaba – sílaba – esdrújula – espectáculo.
- Sobreesdrújula: no podemos olvidar el caso especial en que la palabra va acentuada antes de la antepenúltima sílaba, lo que conocemos también como superproparoxína. No hay demasiados casos, pero existen suficientes para que sea tenida en cuenta – cuéntaselo – pagándoselo.
Es importante no confundir acento con tilde. Todas las palabras van acentuadas, pero no todas tildadas. La tilde se usa solo en ciertos casos especiales. Gracias a esta consideración podemos distinguir casos en que una misma palabra, por ejemplo, cambia su significado por llevar tilde o no: pago – pagó.
En esta otra lección te descubrimos cuáles son las principales estrofas de la métrica castellana.
Análisis métrico en el castellano
La clasificación silábica que acabamos de mostrar determinará cuando analicemos métricamente un poema en castellano si nos encontramos ante versos oxítonos, paroxítonos o proparoxítonos.
Es importante recordar que la cuantificación silábica es la unidad cuantitativa del verso. Es decir, partiendo de esta medición, podemos analizar un poema con sus estrofas y versos comparando diversos esquemas. O sea que para saber la cantidad de sílabas que tiene un verso, analizaremos las sílabas de un solo sonido y las de un grupo de ellos: ca/ba/llo/ gran/de/ y/ ma/rrón.
Hemos de localizar siempre la sílaba tónica, que es aquella que va acentuada y que, por tanto, se pronuncia con mayor intensidad, diferenciándose así del resto, que son las sílabas átonas: ma/ri/PO/sa/ BLAN/ca/ DEL/ pan/TA/no.
Como ya hemos comentado, dependiendo de la posición de la sílaba tónica, clasificamos las palabras del castellano en agudas, llanas, esdrújulas y sobresdrújulas.
Aquí te damos algunos ejemplos del análisis métrico para que puedas ver cómo se lleva a cabo este tipo de análisis.
Licencias métricas castellanas
Finalmente, merece la pena conocer cuáles son las licencias métricas castellanas que se localizan en la poesía en nuestro idioma, fenómenos fonéticos que inciden en el resultado final:
- Sinalefa: la última sílaba es una vocal y la siguiente comienza también por vocal, por lo que se consideran una única sílaba: En/ va/NO - ES/pe/ro.
- Dialefa o hiato: en este caso, encontramos lo contrario de la sinalefa, es decir, las vocales de dos palabras que van continuas no forman una única sílaba: Flo/tA/ El/ pen/sa/mien/to.
- Diéresis: aquí se dividen en dos sílabas las vocales que en principio deberían ir en una sola por formar un diptongo. En/tre/ las/ hI/Er/bas.
- Sinéresis: finalmente, tenemos la última licencia, en la que encontramos el caso contrario al anterior, es decir, se unen dos vocales pese a que no forman un diptongo, de manera que se convierten en una única sílaba métrica: De/ noc/tur/no FAE/tón.
Ley de Mussafia: debemos añadir una última licencia, conocida también como ley del último acento del verso. En la misma, si un verso acaba con palabra aguda, se cuenta una sílaba más, mientras que, si es esdrújula, se contará una menos: Bus/co/ sa/BER – Sin/ es/PÍ/ri/tu.
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