Partes de un corral de comedias
El teatro en el Siglo de Oro empezó a profesionalizarse y, fue entonces, cuando empezaron a surgir los primeros espacios en los que se representaban las obras de teatro: los corrales de comedias. Tal y como su nombre indica, estos "teatros" eran auténticos corrales que se vaciaban de animales para poder albergar la pieza de teatro cuya duración solía alargarse de 3 a 6 horas. A diferencia de los teatros actuales, los corrales eran patios de vecinos que se encontraban en los pueblos y que se aprovechaban para difundir las piezas de teatro que preparaban las compañías. En esta lección de unPROFESOR vamos a descubrirte las partes de un corral de comedias para que conozcas mejor el funcionamiento de los primeros teatros que hubo en España.
Qué eran los corrales de comedias
Antes de hablar de las partes de un corral de comedias vamos a explicar qué eran y para qué se usaba. Lo primero que tienes que saber es que los corrales de comedias surgieron en 1579 cuando en España se estabilizó el género del teatro como una expresión artística que se comunicaba de forma directa con el pueblo. Tenemos que pensar que, en aquella época, no existían la mayoría del ocio del que disponemos hoy en día, no había televisión, ni Internet, ni centros recreativos, etcétera; las obras de teatro se convirtieron, pues, en el mayor entretenimiento del pueblo que, además, veía sobre las tablas todos los personajes que habitualmente veía entre sus calles.
Así pues, con la aparición del corral de comedias se consiguió que, aquellos espectáculos que comúnmente se hacían en la calle, tuvieran un espacio concreto en el que representarse. La construcción de estos espacios hicieron que el arte callejero tuviera, por fin, un espacio especial para representarse con una distribución del espacio pensado para las necesidades de la sociedad de la época y, evidentemente, con el cobro de dinero para poder ver la obra.
Los primeros corrales de comedias en España fueron dos que se construyeron en Madrid: el Corral de la Cruz y el Corral del Príncipe. Sin embargo, actualmente estos corrales ya no existen y en España tan solo podemos disfrutar de uno que mantiene la estructura 100% original: el Corral de Comedias de Almagro.
El nombre de "Corral de comedias" define, exactamente, lo que eran estos espacios ya que estaban situados en los corrales de las casas (en los patios de vecinos que se usaban para guardar al ganado) donde se empezaron a representar "comedias", nombre que recibían las obras de teatro de antaño.
Al ubicarse en espacios que ya estaban diseñados previamente, estos corrales aprovechaban las características de estas construcciones para poder representar sus obras. La forma cuadrada o rectangular de estos patios permitía que el espacio se distribuyera de una forma muy parecida a como actualmente tenemos nuestros teatros, es decir, un escenario en la parte del final, el patio pensado para el público y los balcones o galerías que unían los vecinos eran adaptados para que más público pudiera colocarse allí y, así, ver la pieza teatral.
El corral de comedias perduró en nuestros pueblos y ciudades desde el 1579 hasta el siglo XVIII, momento en el que fueron sustituidos por teatros de inspiración italiana, es decir, más renacentistas y con mayor acomodo para el público.
Las partes de los corrales de comedias
Ahora vamos a analizar las diferentes partes de un corral de comedias para entender cómo se distribuyeron estos primeros teatros en España y cómo se colocaba la gente según su posición en la jerarquía social. Recordemos que estos corrales eran patios interiores de edificios o casas que eran reaprovechados para albergar una pieza de teatro. Estas se hacían durante el día puesto que los espacios no tenían techo y, de esta forma, se aprovechaba la luz del sol.
Analicemos, una a una, las partes de un corral de comedias para conocer cómo eran estos espacios del Siglo de Oro:
- Zaguán: es la zona que conecta el interior del corral de comedias con la calle.
- Alojería: se encontraba en frente del escenario y aquí se vendían alimentos y bebidas para que la gente pudiera ir comprando pues, recordemos, que las obras solían durar varias horas. El nombre procede de la "aloja" que era un tipo de bebida de la época que se preparaba con la mezcla de especias, miel y agua.
- Patio: esta era una de las partes de un corral de comedias más importantes y destacadas. Se encuentra en el centro del edificio y ofrecía los precios más bajos, motivo por el que todos los hombres (mujeres NO) más humildes se amontonaban en esta zona estando de pie durante toda la función. Este tipo de público se les conocía con el nombre de "Los mosqueteros" y solían ser los que determinaban si una función era buena o no con sus vítores y aplausos. Si querían estar sentados, tenían que pagar más dinero y podían sentarse en unas gradas que había bajo los soportales.
- Cazuela: ahora tenemos que irnos a la primera planta del corral de comedias para encontrar la cazuela, lugar en el que se encontraban las mujeres. Estaba situada en el primer piso, justo en frente del escenario y para poder acceder a este espacio, entraban por tras puertas distintas a la de los hombres ya que no se permitía la relación entre ambos sexos. Aunque parezca una posición privilegiada dentro del corral, lo cierto es que era un espacio muy pequeño y las mujeres estaban muy apretadas entre ellas, tanto, que parecían estar en una "cazuela", de ahí el nombre. Tal era la situación en esta zona de los corrales de comedias que existía, incluso, la figura del "apretador" que, tal y como su nombre indica, se encargaba de apretar para que cupieran más mujeres.
- Tertulia o el Desván: hemos indicado que la Cazuela del Corral de Comedias estaba ubicado en frente del escenario pero en el primer piso ¿verdad? Pues los corredores o pasillos que había en los extremos de este primer piso se conocían con el nombre de Tertulia o Desván.
- Aposentos o Galerías: era la zona de los corrales que costaban más dinero y, por tanto, estaban únicamente reservadas a las familias más poderosas o ricas del pueblo. Estaban situadas, también, en el primer piso y aquí sí que estaba permitido que las mujeres y hombres compartieran espacio ya que estaban cubiertos con rejillas para que pudieran ver sin ser vistos. Aquí solían estar los gobernantes, los sacerdotes o la alta nobleza.
- Tablado: era el nombre que se le daba al escenario donde se desarrollaba la comedia o la obra teatral. Debajo de él se encontraba El Foso, otra de las partes del corral de comedias en que solía funcionar como camerino de los hombres y, además, también aquí se solían almacenar los animales que habitualmente estaban en el corral cuando no había función. Las mujeres tenían su camerino en la parte trasera del tablado.
Teatro en el corral de comedias
Las obras de teatro de los corrales de comedias cumplían una serie de particularidades que vale la pena conocer. Recordemos que, con estos espacios, se comenzó a profesionalizar el teatro ya que, previamente, se realizaban "comedias" en las calles por diferentes compañías que se ganaban la vida según la caridad que les diera la gente. Con los corrales de comedias se consiguió crear una profesión del actor y del artista, además de comenzar a verle el interés económico a dichas representaciones.
Para poder hacer una obra de teatro en el corral de comedias un arrendatario se encargaba de alquilar este espacio así como de buscar a los autores de teatro (figura muy valorada en la época y que, actualmente, se asemejaría a la figura que un director de teatro realiza en este sector). Una vez tuviera el contacto hecho, se organizaba la temporada de teatro y se empezaban a contratar diferentes actores para poder realizar la función.
Una vez ya tenían la obra ensayada y lista para presentar, se promocionaba mediante la colocación de carteles en las zonas más concurridas del pueblo. Para poder entrar a ver la obra de teatro se tenía que pagar un precio de entrada cuyo importe estaba fijado previamente por el arrendatario. Dependiendo de la zona del corral de comedias que se ocupara, el precio era menor o mayor; tal y como ya hemos indicado, la zona del patio donde estaban "Los mosqueteros" era la más económica, así como la Cazuela, reservada para las mujeres que estaban aglomeradas en pocos metros cuadrados.
La obra de teatro del corral de comedias solía durar, aproximadamente, 3 horas y se iniciaban al mediodía (en los meses de invierno) y a primeras horas de la tarde (los meses más calurosos). El objetivo era aprovechar al máximo la luz del día y las horas intermedias para evitar sufrir demasiado frío pues, recordemos, el techo de los corrales estaba descubierto.
El público que asistía a los corrales de comedias era diferente al público teatral actual pues pensemos que, en el Siglo de Oro, este género era totalmente popular, es decir, estaba pensado por y para el pueblo. Así pues, era normal que el público gritara si no le gustaba la obra, les tiraran frutas u objetos o también hablaran con los personajes de la obra. Mayormente estas intervenciones venían de la zona del Patio donde Los Mosqueteros terminaban siendo los mayores críticos de las funciones ya que el éxito de la misma dependía, esencialmente, de la reacción que se respiraba en esta parte del corral de comedias.
Dentro de todos los autores que representaron sus obras en los corrales de comedia destaca Lope de Vega quién, además, fue el encargado de revolucionar y modernizar el teatro del Siglo de Oro con "El Arte nuevo de hacer comedias" o "La comedia nueva".
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