Teatro barroco: características generales

Antes de entrar de lleno a analizar las características del teatro barroco es importante que contextualicemos la época y el momento en el que nos encontramos. Tenemos que tener en cuenta que, durante el XVI, un literato como Lope de Vega fue el causante de revolucionar el género teatral publicando el "Arte nuevo de hacer comedias", una especie de manual en el que aconsejaba seguir y cultivar un nuevo camino para hacer obras de teatro.

Esta publicación, que apareció a principios del XVII, influenció muchísimo a los autores del barroco y, por tanto, a los autores del barroco. De hecho, fue en este siglo cuando el género teatral vivió su máximo esplendor y se convirtió en un gran espectáculo. En el barroco fue cuando se construyeron los primeros teatros nacionales en toda Europa y donde brillaron las obras de muchísimos autores como, por ejemplo, los españoles Lope de Vega, Tirso de Molina y Calderón de la Barca o, fuera de nuestras fronteras, autores como Shakespeare, Molière o Corneille.

Durante el siglo XVII el teatro que comenzó su apogeo en el Siglo de Oro se perfeccionó y fue entonces cuando se empezaron a desarrollar elementos teatrales que le daban más prestigio a las producciones: desarrollo de la escenografía y el atrezzo, creación de piezas musicales para las obras, la inclusión de obras de arte pictóricas para reforzar la intensidad del espectáculo dramático, etcétera. Todo ello hizo que, poco a poco, aparecieran nuevos géneros teatrales como la zarzuela en España, la ópera o el ballet.

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Pero comencemos ya con las características del teatro barroco para conocer mejor las innovaciones que se llevaron a cabo durante el XVII. Es importante que tengamos presente que, el inicio de la revolución teatral vino promovida por la labor de Lope de Vega. Con él se comenzó a innovar dentro del género teatral y se crearon las bases de lo que sería el teatro durante los siglos venideros.

La diferencia principal que encontramos en el barroco es que, mientras que en el XVI las obras se representaban en los Corrales de Comedias, durante el XVII se empezaron a construir los primeros edificios pensados para la exhibición y la difusión de los espectáculos teatrales. Que las obras se representaran en espacios fijos permitían que evolucionaran algunos aspectos básicos del género como, por ejemplo, la escenografía. Calderón de la Barca fue el autor de teatro barroco que más consiguió evolucionar en relación a la escenografía consiguiendo crear auténticos espectáculos que dejaban al público con la boca abierta.

Durante este siglo fue cuando el teatro continuó profesionalizándose, algo que había comenzado en el Siglo de Oro pero que, en el barroco siguió evolucionando. Con el tiempo, se pudieron ir creando puestos profesionales y obras comerciales que tuvieran como objetivo ganar dinero. Paralelamente se seguían representando obras en plazas y pueblos, sin embargo, el teatro dio un paso más allá en la profesionalización.

Otra de las innovaciones más importantes que se vivió en el teatro del barroco con respecto al siglo anterior es que, durante el XVII, apareció un nuevo género teatral que se convirtió en todo un emblema de este periodo: el teatro musical. En concreto, la aparición de la ópera y de la zarzuela fue uno de los elementos más característicos del periodo.

Pero no nos confundamos: desde los orígenes, el teatro incluía piezas musicales y canciones en las piezas. Por ello, era habitual que en las obras estuvieran presentes piezas de villancicos, canciones, coplas, etcétera, que formaban parte de la producción teatral del Renacimiento. Sin embargo, en el XVII lo que ocurre es que esta música estuvo fuertemente influenciada por las producciones italianas donde comenzaba a aparecer la primera ópera con músicos como Monteverdi o Galilei.

La influencia italiana en España fue muy notoria debido a que en la corte española trabajaban muchos tramoyistas italianos que trajeron este nuevo estilo a la producción española. En el año 1627 apareció en nuestro país lo que es considerada como la primera ópera española: "La selva sin amor", escrita por Lope de Vega. No obstante, otros críticos consideran que la primera ópera no aparece hasta 1659 con "La púrpura de la rosa" de Calderón de la Barca.

La zarzuela, el teatro musical español

La producción musical más propia de las obras teatrales españolas fue la zarzuela, un subgénero teatral en el que se mezclaba el diálogo, la música y las puestas en escenas imponentes. Sin embargo, las proporciones de estas piezas eran mucho más humildes que las óperas italianas y que las semióperas de Calderón. El nombre de "zarzuela" procede del propio Palacio de la Zarzuela ya que este fue el recinto en el que se pudieron ver estas primeras obras.

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Continuamos con este listado de las características del teatro barroco para mencionar, ahora, la gran importancia que adoptó el género teatral en la sociedad de la época. Tanto si las piezas se desarrollaban en los corrales como si se hacían en los teatros o en los espacios cortesanos, estos eventos no eran como los que hoy en día conocemos. Es decir, el público no acudía un par de horas al teatro para ver una obra y marcharse a casa. En absoluto. Los días que había función se organizaba una auténtica fiesta y, durante todo el día, se iban representando diferentes obras de géneros dispares aunque, por lo general, la comedia era la principal protagonista.

Entre los actos de la obra principal era también habitual amenizar al público con otras piezas de teatro breve que se conocían como "entremeses". Uno de los autores españoles más conocidos en la producción de este tipo de pieza teatral fue Miguel de Cervantes que, de hecho, tiene una exitosa publicación que precisamente se conoce como los "Entremeses".

Normalmente, la distribución de las jornadas teatrales seguía un esquema parecido al siguiente:

• Introducción musical
• Loa (género breve de teatro que servía para presentar la función que estaba a punto de comenzar)
• Primer acto de la comedia principal
• Entremés (breve obra cómica de un solo acto con toques satíricos)
• Segundo acto
• Baile (un espectáculo que mezclaba la música y el baile)
• Tercer acto
• Jácara (pieza breve inspirada en el ambiente popular y que contaba travesuras y picardías)

Como vemos, se precisaban muchas horas para poder llevar a cabo toda la fiesta teatral, un evento que perduró hasta principios del XVIII aunque, eso sí, vivieron algunas variaciones.

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Y terminaremos esta lección con las características del teatro barroco para hablar de otro de los eventos teatrales más importantes de la época y más populares. Durante el día del Corpus Christi era habitual que en la gran mayoría de las ciudades se representara al aire libre un auto sacramental. Se trata de un subgénero literario que tan solo se representaba por motivos religiosos y durante el festejo del día del Corpus Christi, tan solo tenía 1 solo acto y desde el XIII era toda una tradición en las ciudades españolas.

La temáticas que se trataban en estas representaciones siempre eran de temática sacra y que hablaba sobre aspectos religiosos. En el teatro del barroco fue Calderón de la Barca quién consiguió dotar a estas representaciones de un carácter completamente alegórico consiguiendo, así, revitalizar el género y darle un toque totalmente artístico y espectacular.

Mediante la introducción de la alegoría en estas producciones, Calderón conseguía que las ideas más abstractas y filosóficas de la religión pudieran ser representadas de una forma muy visual y directa. Temas como la envidia o el pensamiento se personificaban sobre el escenario gracias a la actuación de actores. Gracias al desarrollo de la escenografía, Calderón consiguió crear obras imponentes que atraían a una gran cantidad de público.

Por tanto, durante el XVII, un género tan popular y mundano como el auto sacramental fue elevado a su máximo exponente gracias al trabajo de Calderón.

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