Literatura Barroca

Quevedo y Góngora: diferencias y rivalidad

Elia Tabuenca
Por Elia Tabuenca, Filóloga hispánica - UNED. 19 enero 2021
Quevedo y Góngora: diferencias y rivalidad

Una de las grandes rivalidades que existen en el mundo de la literatura española es la protagonizada por Quevedo y Góngora, dos literatos del Siglo de Oro que tuvieron una gran disputa en la época. Los dos autores vivían en el famoso barrio de Las Letras de Madrid, por lo que se conocían mucho y los encuentros (y desencuentros) eran bastante frecuentes. Ambos cultivaban una literatura muy satírica y este fue el medio que usaron para avivar aún más la llama del conflicto y, hoy en día, tenemos rastros muy visibles de la enemistad existente.

En esta lección de unPROFESOR vamos a hablar sobre Quevedo y Góngora, sus diferencias y su rivalidad tan estudiada en la historia de la literatura española. Una rivalidad que surgió como duelo literario y que tiene su origen en el 1601 en la ciudad de Valladolid. ¡Aquí te lo contamos todo!

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Índice

  1. Introducción a Quevedo y Góngora
  2. Inicio de la rivalidad entre Góngora y Quevedo
  3. La disputa entre Quevedo y Góngora
  4. Góngora y Quevedo: diferencias más importantes
  5. Quevedo y Góngora: el poema de la nariz

Introducción a Quevedo y Góngora

Antes de comenzar a hablar de la enemistad entre Quevedo y Góngora, vamos a contextualizar a ambos literatos para conocerlos mejor.

Luis de Góngora (1561-1627)

Góngora es uno de los autores del Siglo de Oro más destacados y estudiados. Nació en Córdoba y, debido a su manera tan peculiar y original de usar el lenguaje literario, creó un estilo propio que se conoce como culteranismo. Góngora apostaba por volver al estilo de los poetas clásicos y emplear algunas figuras retóricas como el hipérbaton, así como palabras cultas. El resultado de su estilo eran poemas complejos de comprender y llenos de un léxico poco cotidiano.

Francisco Gómez de Quevedo (1580-1645)

Por otro lado tenemos a Quevedo, un autor casi 20 años más joven que Góngora y que representa la otra cara de la moneda. Este autor originario de Madrid es el propulsor de una nueva corriente estética conocida como conceptismo y que, como su propio nombre sugiere, apuesta por volver al concepto propio de la palabra y, después, darle varios significados. Un autor que apuesta por la polisemia y que tiene un estilo más sencillo de comprender.

Inicio de la rivalidad entre Góngora y Quevedo

Hemos indicado que Quevedo y Góngora vivieron en el mismo barrio madrileño: el de las Letras. Sin embargo, aquí no es donde se conocieron, sino que lo hicieron en Valladolid. Primero llegó Quevedo y dos años más tarde llegó Góngora; los dos se trasladaron a esta ciudad para convertirse en mecenas de la Corte y, así, poder ir mejorando en su reputación literaria.

Fue aquí donde comenzó la disputa entre los dos autores. Todo comenzó con un poema escrito por Quevedo y que directamente se titulaba "Contra Don Luis de Góngora". Los versos son los siguientes:

Este cíclope, no siciliano,

del microcosmo sí, orbe postrero;

esta antípoda faz, cuyo hemisfero

zona divide en término italiano;

este círculo vivo en todo plano;

este que, siendo solamente cero,

le multiplica y parte por entero

todo buen abaquista veneciano;

el minóculo sí, mas ciego vulto;

el resquicio barbado de melenas;

esta cima del vicio y del insulto;

éste, en quien hoy los pedos son sirenas,

éste es el culo, en Góngora y en culto,

que un bujarrón le conociera apenas.

Este fue el poema que comenzó con la rivalidad entre Góngora y Quevedo, el punto de partida, toda una declaración de intenciones que el joven autor llevó a cabo. Pero Góngora no se quedó atrás y le respondió con estos versos:

Musa que sopla y no inspira

y sabe que es lo traidor

poner los dedos mejor

en mi bolsa que en su lira,

no es de Apolo, que es mentira…

Góngora no se quedó atrás con sus insultos y, además de tratar a Quevedo como a un ignorante, también lo bautizó con el nombre de "Francisco de Quebebo", pues se cree que este autor era un asiduo de las tabernas castellanas.

Quevedo no se quedó atrás: dijo que Góngora jugador de cartas, homosexual y el peor insulto que en España se podía decir en esa época: judío.

Quevedo y Góngora: diferencias y rivalidad - Inicio de la rivalidad entre Góngora y Quevedo

La disputa entre Quevedo y Góngora

Recordemos que el conflicto entre ambos surgió a modo de duelo literario, es decir, se enviaban poemas satíricos en los que se metían el uno con el otro. El más famoso y conocido de todos es el de "A un hombre de gran nariz" de Quevedo y que increpaba directamente a Góngora resaltando su nariz prominente.

La rivalidad comenzó en la ciudad de Valladolid, ciudad en la que se encontraba la Corte en el año 1601. Los escritores se trasladaron a esta ciudad y, para destacar en el sector, se atacaban entre ellos. En aquel entonces, Góngora ya era un literato reputado y respetado, sin embargo, Quevedo hacía únicamente un año que había aparecido en el sector. Este fue el principal motivo por el que Quevedo empezó a atacar a una gran figura como Góngora: quiso hacerse notar.

Francisco de Quevedo se atrevió a meterse con Góngora y el verso "Érase un hombre a una nariz pegado..." se ha convertido en uno de los más conocidos de nuestra historia literaria. Pero Góngora no se quedó atrás: al recibir las burlas e insultos de Quevedo, empezó a acusarle de intentar hacer traducciones de textos escritos en griego sin tener ni idea de este idioma.

Quevedo y Góngora eran grandes enemigos y su relación es totalmente visible en los múltiples poemas que se "dedicaron" el uno al otro. Versos cargados de insultos y de metáforas despreciativas que no dejan de ser un reflejo más de la relación que tenían el uno con el otro.

¿Por qué Góngora y Quevedo eran enemigos?

Pero ¿cuál es la real causa de la enemistad entre Quevedo y Góngora? Ya hemos dicho que, en la época, era habitual que unos literatos se metieran con otros para intentar desprestigiarlos y hacerse ellos un nombre en el sector. Pero eso no fue todo. En el caso de Quevedo y Góngora existen otros motivos que hicieron que no se tuvieran simpatía.

Sobre todo tenemos que tener en cuenta que los dos escritores procedían de estéticas diferentes: la conceptista, defendida por Quevedo, y la culterana defendida por Góngora (y, de hecho, se considera que Góngora es el padre de esta estética). Ambas estéticas eran muy comunes en el siglo XVII español, sin embargo, chocaban bastante la una con la otra, por lo que los fines y técnicas que se seguían eran dispares.

Quevedo del uso de cultismos léxicos que empleaba Góngora en obras como Las Soledades, así como el uso de neologismos (palabras inventadas) que perseguían reflejar un mundo propio del poeta.

Quevedo y Góngora: diferencias y rivalidad - La disputa entre Quevedo y Góngora

Góngora y Quevedo: diferencias más importantes

Vamos a hablar, ahora, sobre las diferencias entre Quevedo y Góngora y, así, entenderemos más los motivos del conflicto que existía entre ambos autores.

  • Góngora era culteranista, una corriente estética que priorizaba la forma y la complejidad de la escritura. Buscaba jugar con las palabras para enfatizar su emoción y su concepto; además, recuperaba formas clásicas para darle un toque más culto a sus escritos. Emplea un lenguaje muy culto y elevado lleno de metáforas, neologismos, hipérbato, etc.
  • Quevedo era conceptista, un tipo de estética que le da más importancia al contenido, al concepto, que a la forma. Una tradición que buscaba asociar las ideas y las palabras de manera original.

Quevedo y Góngora: el poema de la nariz

Para terminar esta lección sobre la rivalidad entre Quevedo y Góngora vamos a dejar el famoso poema de "A una nariz" que se ha convertido en uno de los más conocidos en la historia literaria. Una nariz que, además, para Quevedo era un signo más de que Góngora era judío, el insulto más feroz de la época.

Érase un hombre a una nariz pegado,

érase una nariz superlativa,

érase una nariz sayón y escriba,

érase un peje espada muy barbado.

Era un reloj de sol mal encarado,

érase una alquitara pensativa,

érase un elefante boca arriba,

era Ovidio Nasón más narizado.

Érase un espolón de una galera,

érase una pirámide de Egipto,

las doce Tribus de narices era.

Érase un naricísimo infinito,

muchísimo nariz, nariz tan fiera

que en la cara de Anás fuera delito

Pero, como hemos indicado anteriormente, Góngora nunca se quedaba con los brazos cruzados y también respondía con un poema satírico y humorístico. Aquí te dejamos "De Quevedo", un texto burlesco escrito por Góngora:

Vuestros coplones, cordobés sonado,

sátira de mis prendas y despojos,

en diversos legajos y manojos

mis servidores me los han mostrado.

Buenos deben de ser, pues han pasado

por tantas manos y por tantos ojos,

aunque mucho me admira en mis enojos

de que cosa tan sucia haya limpiado.

No los tomé, porque temí cortarme

por lo sucio, muy más que por lo agudo,

ni los quise leer, por no ensuciarme.

Así, ya no me espanta ver que pudo

entrar en mis mojones a inquietarme

un papel, de limpieza tan desnudo.

Estos son solo algunos ejemplos de la rivalidad entre Quevedo y Góngora, sin embargo, ¡hay muchísimos sonetos más que atestiguan esta relación!

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Bibliografía
  • De Paz, A. (1999). Góngora...¿ y Quevedo?. Criticón, 75, 29.
  • Conde Parrado, P. P., & García Rodríguez, J. (2005). Entre voces y ecos: Quevedo contra Góngora (una vez más). Edad de oro, (24), 107-144.
  • Celma Valero, M. D. P. (1982). Invectivas barrocas: Góngora y Quevedo. Studia Philologica Salmanticensia, (6), 33-66.
  • Arellano-Ayuso, I. (1984). Un soneto de Quevedo a Góngora y algunos neologismos satíricos.
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3 comentarios
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Weldin
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kamila lopez
muchas gracias muy util
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Oscar
Muy agradecido. Me resultó muy útil esta lectura.
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