De rerum natura de Tito Lucrecio Caro - resumen

Tito Lucrecio Caro nació en el seno de una familia aristócrata y vivió en una de las épocas convulsas de la Antigua Roma. En concreto, su vida transcurrió durante la guerra protagonizada por Cayo Mario y Lucio Cornelio Sila, la conjura de Catilina, el ascenso de Julio César, la guerra entre Octavio Augusto y Marco Antonio/Cleopatra y el ascenso del Imperio Romano.

En dicho contexto, nuestro protagonista desarrolló su gusto por la filosofía y la poesía, escribiendo su obra más sobresaliente, De rerum natura o Sobre la naturaleza de las cosas. Un poema didáctico dedicado al noble Gayo Memio, escrito en latín y compuesto por aproximadamente 7400 hexámetros.

Dicha obra, posiblemente, fue divida por Cicerón en seis partes o tomos:

• Libro 1 o Himno a Venus y elogios a Gayo Memio y Epicuro: En esta parte Tito Lucrecio nos explica que el mundo está compuesto por átomos.
• Libro 2: Explica el movimiento de los átomos y sus agrupaciones.
• Libro 3: Se habla sobre la naturaleza del alma y se afirma que es mortal.
• Libro 4: Expone la teoría de la sensación.
• Libro 5: Habla sobre el mundo.
• Libro 6: Analiza los fenómenos atmosféricos y las enfermedades, más en concreto expone los estragos de la peste en Atenas.

Las principales cuestiones que Tito Lucrecio Caro aborda en De rerum natura son:

1. El atomismo: Todo está compuesto por los átomos (pequeñas partículas indivisibles y eternas) y, por tanto, no hay nada fuera de la materia.
2. La creación: Nada se debe a la intervención sobrenatural o a la voluntad de los dioses, sino a los principios físicos y a los mecanismos de la propia naturaleza (el azar o la fortuna).
3. El evolucionismo: Lucrecio nos habla del desarrollo cultural /tecnológico haciendo alusión a la evolución en la creación de las armas: primero estaban hechas de piedras y ramas, y después, fueron realizadas con metales como el cobre y el estaño. Por otro lado, también hace referencia a la evolución biológica y nos dice que los organismos se adaptan al entorno para sobrevivir.
4. Cuestiona la existencia de los dioses: Afirma que si existen no se involucran en la vida de los mortales. Razón por la cual, el hombre se debe de liberar del miedo a los dioses y dejar de lado la infelicidad para buscar su propia felicidad (epicureísmo).
5. El alma es material y mortal, una vez muerta la persona no sobrevive al cuerpo.

Esta obra se encuadra dentro de dos de las doctrinas más importantes de la filosofía clásica: el epicureísmo de Epicuro y el atomismo de Demócrito de Ábdera.

El epicureísmo

El epicureísmo nace en Atenas de la mano del filósofo Epicuro de Samos (341-270 a.C.), fundador de la escuela “El Jardín”. Un lugar en el que la adquisición del saber estaba abierta a todos los individuos: sabios, ricos, pobres, esclavos, hombres y mujeres.

Esta doctrina se expandió rápidamente por todo el Mediterráneo, ganando tanto adeptos (Demetrio de Lacón, Laercio Diógenes, Lucrecio, Zenón de Sidón o Tito Lucrecio) como detractores (Cicerón, Marco Aurelio, Plutarco y Séneca). Entre estos últimos se difundió la idea de que los epicúreos eran personas libertinas, afeminadas y débiles, ya que, consideraban que el concepto que tenían del placer era contraproducente para su idea de virtud.

Y es que, precisamente, uno de los puntos clave de esta doctrina es su concepción y búsqueda del placer. Una búsqueda que tiene que ser racional, moderada y sin excesos, es decir, que se debe obtener un placer inteligente. Así, un placer obtenido de esa forma, es un placer bueno porque nos da la felicidad, nos aparta del dolor y nos ayuda a conseguir el equilibrio (entre cuerpo y mente), la tranquilidad o el estado ideal, la ataraxia.

Por tanto, según esta corriente debemos evitar acumular posesiones y apartarnos de los excesos, del sufrimiento, de nuestros miedos (a la muerte, a la soledad, a los dioses, al destino…) y alcanzar el placer o una vida plena.

“La clave de una vida feliz es acumular la mayor cantidad de placer y reducir al máximo el dolor”

El atomismo

La teoría atómica establece que toda materia se compone de átomos entrelazados, indivisibles, eternos, invisibles y de distintos tamaños (lo que hace variar la propiedad de la materia), que están en constante movimiento (en torbellino, los más pesados se mueven hacia el centro y los más livianos hacia fuera) y que entre ellos está el vacío (el no ser).

“... Leucipo y su compañero Demócrito sostuvieron que los elementos son "lo lleno" y lo "vacío", a los cuales llamaron "ser" y " no ser", respectivamente. El ser es lleno y sólido; el no-ser vacío y sutil. Como el vacío existe no menos que el cuerpo, se sigue que el no-ser existe no menos que el ser. Juntos los dos constituyen las causas materiales de las cosas existentes...”Aristóteles, Metafísica.

De esta forma, todo en la naturaleza está formado por diferentes composiciones de átomos: el Sol sería resultado de una gran concatenación de átomos y el alma estaría compuesta por átomos pequeños esféricos con gran movilidad y que se repartían por todo el cuerpo (concentrándose en el pecho y el cerebro). Así, el pensamiento, la conciencia o la sensación son fruto de una combinación de átomos.

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