Giorgio de Chirico: obras más importantes

Antes de entrar de lleno a conocer las obras de Giorgio de Chirico más destacadas, te dejamos aquí un repaso al estilo de este pintor:

• De Chirico se caracteriza por crear paisajes urbanos inquietantes y poco convencionales, paisajes oníricos, llenos de símbolos. Un enfoque innovador que semeja a la obra de un diseñador de escenarios teatrales.
• Estilo claro y en el que prima el gusto por el detalle.
• Un color rico, con volúmenes precisos y con referencias al arte renacentista y barroco.
• Se inspira en la filosofía de F.Nietzsche (1844-1900).

El enigma de una tarde de otoño es la primera de la serie “Plaza de la ciudad metafísica”, siendo también la que inauguró la serie de obras con escenas enigmáticas y tranquilas de ciudades antiguas. Este lienzo es el primero titulado con la palabra “enigma”, empleando esta palabra como una forma de relacionar lo real y lo irreal, siendo así que De Chirico declaró haber pintado este cuadro después de que sintiera una revelación en la Piazza Santa Croce de Florencia. Un momento en el que sintió como si vise el mundo por primera vez.

Así, representa una plaza vacía en la que aparece una fachada clásica, largas sombras y colores profundos y una estatua. La vela en la distancia parece hacer referencia al puerto de El Pireo en Grecia.

Esta es otra de las obras de Giorgio de Chirico que más impresionó sobremanera al surrealista André Bretón, quien adquirió la obra nada más verla y descubrir cómo ya alguien plasmaba escenas oníricas en las que el inconsciente era protagonista.

De Chirico reveló a Breton que el hombre representado era su padre, aunque también se identifica como un retrato del dios Dionisio.

Esta obra, considerada como una obra maestra arquitectónica, no representa un lugar en particular, siendo tan solo un escenario teatral con un telón de fondo irreal. Un trabajo en el que el pintor empleó varios puntos de fuga, colores profundos y las sombras alargadas del atardecer.

En el cuadro también aparecen elementos habituales en sus composiciones como un tren o la torre el reloj. En este cuadro concretamente aparecen como referencia a su próxima partida para incorporarse al ejército italiano en la Primera Guerra Mundial. Los trenes también se interpretan en sus lienzos como símbolos de vida y la energía de la juventud.

Esta es otra de las obras más importantes de Giorgio de Chirico, siendo también su contenido uno de los motivos más repetidos en sus obras. El artista mira siempre más allá de la apariencia y trata de plantear aspectos metafísicos de la realidad, abordando temas como la memoria, la verdad y la mitología. En este lienzo, De Chirico muestra una escena en la que se puede reconocer el Castello Estense, en Ferrar, ciudad en la que vivió en 1917. El castillo se ve al fondo del cuadro y se puede apreciar como De Chirico no se ciñe a la escala y todos los elementos parecen ser modelos en miniatura colocaos en un bodegón.

Hay unas 18 copias de este mismo cuadro hechas por el artista para fecharlas a principios de la década de 1910 e intentar venderlas, además de vengarse de los críticos que restaban valor a sus obras posteriores a esos años. Este cuadro sirvió de inspiración a cuadro de Silvia Plath (1932-1963), poeta y novelista estadounidense.

Este es otro de los interiores metafísicos pertenecientes a la serie de lienzos pintados por el artista en Ferrara. Como en otras obras de la serie, en la obra parece una sala repleta de objetos muy diversos, además de imágenes enmarcadas. Una escena inspirada por sus paseos por las arcadas de la ciudad y en la que también aparece comida, algo común en los cuadros de esta época y que parece hacer referencia a los problemas gastrointestinales que tenía.

De Chirico también realizó numerosos autorretratos, especialmente en la década de 1920. Unos cuadros en los que se representa al estilo manierista del siglo XVI. Una muestra de cómo, al pasar los años, el pintor se volvió más conservador y buscó inspiración en técnicas más antiguas. En este autorretrato se muestra como una especie de busto clásico.

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