Pinturas abstractas famosas

La mayoría de los cuadros abstractos icónicos y famosos del siglo XX fueron creados por artistas que buscaron y encontraron nuevas formas de hacer un tipo de arte que plasmase todos los cambios fundamentales a los que había asistido Occidente en materia de tecnología, la ciencia y la filosofía. Un arte versátil que buscaba una respuesta emocional en los espectadores.

Como tendencia artística, el arte abstracto arranca a principios del siglo XX, y si bien algunos especialistas consideraban a Wassily Kandinsky como autor de la primera pintura abstracta del mundo, en la actualidad, se ha reconocido como pionera del arte abstracto a Hilma Af Klint. Así en nuestra lista de pinturas abstractas famosas incluimos:

Hilma Af Klint (Solna, 26 de octubre de 1862 - Danderyd, 21 de octubre de 1944) fue una artista sueca que creó sus primeras obras abstractas en el año 1906, considerándose la obra Chaos nº2 como la primera pintura abstracta, con anterioridad a Kandinsky. Sus cuadros están llenos de un vivo colorido y mucha audacia en su formas y composición.

La propia Hilma fue consciente de que adelantaba a su tiempo y que ni el público ni la crítica estaban preparados para apreciar su arte. Para proteger su arte y que fuese apreciado, Hilma dejó estipulado que solo se mostrasen sus obras al público hasta pasados 20 años después de su muerte, pero no sería hasta 1986 cuando se organizase la primera exposición de la artista.

Tras ella, y aunque los teóricos del arte abstracto señalan que algunos elementos del arte abstracto se remontan a finales del siglo XIX, hasta hace no mucho se consideraba esta célebre obra de Wassily Kandinsky, la Primera acuarela abstracta.

Con esta obra, Kandinsky reivindicaba la pintura como uno de los campos más revolucionarios para la experimentación y el desarrollo de nuevas técnicas y estilos artísticos.

Esta composición marcó un punto de inflexión en la trayectoria pictórica de Piet Mondrian. En su búsqueda de una abstracción completa, Mondrian creía que la pureza universal podía expresarse a través de las artes plásticas, indagando en el equilibrio y la armonía compositiva a través de sus obras para transmitir quietud.

Esta obra se convirtió en todo un icono de la segunda mitad del siglo XX y uno de los símbolos de la cultura pop. Las líneas anchas contrastan con el gran cuadrado rojo, mientras el pequeño rectángulo amarillo surge en la parte inferior de la obra, mientras el rojo se encuentra con el azul.

Esta pintura constituye el paso de Miró de lo figurativo al abstracto. Esta estrella azul es una de las pinturas más importantes de Joan Miró, destacándose ese azul intenso y vibrante que el artista empleó en varias obras más y que influirá en pintores como Yves Klein y Mark Rothko.

Nicholson abandonó sus obras figurativas y abstractas cercanas al cubismo y al posimpresionismo para tratar de representar el espacio produciendo relieves abstractos. El pintor trata de mostrar cómo la pintura también puede representar el espacio.

Así, crea relieves escultóricos geométricos abstractos a mano para luego pintarlos en blanco. Su obra tiene como influencias las obras de Piet Mondrian y la escultora Barbara Hepworth, su amante en aquel entonces, además de la de abstraccionistas como Joan Miro y Alexander Calder.

Pollock fue un pintor realmente prolífico, llegando a pintar hasta 363 pinturas. Entre ellas se destaca Convergencia por su carácter innovador dentro de la historia del arte, especialmente de la pintura, por su defensa de la libertad de expresión y plasmar sus ideas sobre la guerra fría.

Esta obra se convirtió en el rompecabezas más difícil del mundo al lanzarse como juego en 1964.

Helen Frankenthaler es una artista conocida por su técnica de manchas. La técnica consistía en diluir su pintura con trementina o queroseno, absorbiéndose ese fluido resultante por el lienzo sin imprimar. Las manchas generaban una especie de aura que daba a sus obras una sensación de movimiento continuo.

Montañas y mar supone un paso más allá desde el expresionismo abstracto. La obra de Frankenthaler es cambiante, translúcida y ligera.

Esta obra fue vendida en 2007 por 72.84 millones de dólares, convirtiéndose en la obra de arte de posguerra más cara vendida en una subasta.

Rothko alcanzó fama y notoriedad gracias a esta obra, una obra parte de una serie de lienzos en bandas horizontales de color, consiguiendo transmitir la sensación de que estuvieran los colores flotando frente al campo de color contra el que están colocados. El artista realizó numerosas variaciones siguiendo una amplia gama de movimientos y estados de ánimo.

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