Autores de la literatura naturalista española - Los más importantes

Pero antes de entrar de lleno en la temática y conocer algo mejor al grupo de autores de la literatura naturalista española, vamos a saber en qué consistió exactamente este movimiento que tuvo repercusión en diversas artes.

El naturalismo literario nace a finales del siglo XIX, tal vez como un movimiento opositor a la literatura romántica, que había tenido gran fuerza en Europa desde finales del siglo XVIII. En contraposición a esta, el estilo y las descripciones eran prolíficas en detalles y se centraban principalmente en las clases más bajas y desfavorecidas de la sociedad.

En las novelas naturalistas era común establecer el entorno, tanto en ciudades como ambiente rural, que era un opresor sobre el ser humano, con una capacidad enorme para embrutecer y sacar lo peor de cada individuo. De hecho, se considera como una evolución del realismo, pero yendo más allá, intentando exponer el comportamiento humano provocado por el ambiente social, que les lleva a comportarse según sus impulsos.

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Ahora ya sí, vamos a conocer quiénes son los principales autores de la literatura naturalista española:

Emilia Pardo Bazán

Nacida en Madrid en 1851, pero de origen gallego, fue la primera mujer que se consideró como precursora del naturalismo literario. Su obra sufrió fuerte rechazo y polémica en España, ya que la estética usada por el movimiento chocaba en cierto modo la teología y la religión.

Entre sus obras más importantes encontramos Los Pazos de Ulloa o La cuestión palpitante. En esta otra lección te descubrimos las características del naturalismo en Los Pazos de Ulloa.

Vicente Blasco Ibáñez

Toca ahora el turno de otro de los grandes autores de la literatura naturalista española, Vicente Blasco Ibáñez. Nació en 1867 y se dedicó desde joven al periodismo, la literatura y la política. Su obra destacó por narrar con bastante maestría los conflictos sociales de su época entre clases pobres y obreras y los privilegiados.

Entre sus novelas destaca poderosamente La barraca, pero también otras como Mare Nostum o Los cuatro jinetes del apocalipsis.

Leopoldo Alas “Clarín”

Leopoldo Alas Clarín es otro de los autores de la literatura naturalista española más importantes. Nace en 1852 y se dedica a la filosofía, las leyes y las letras. Gracias a sus múltiples artículos literarios, filosóficos y políticos acabó por ser una de las mentes más claras y críticas de su tiempo.

Dentro de su mucha narrativa dedicada sobre todo a la descripción del interior humano, destaca el toque irónico y naturalista de La Regenta.

Benito Pérez Galdós

Nació en 1843 en las Islas Canarias, aunque su vida y obra tuvo lugar en Madrid. Fue un gran cronista de la evolución de las clases en la capital del país y la decadencia del mismo.

Destacan entre sus obras principales Fortunata y Jacinta y Doña Perfecta.

Jacinto Octavio Picón

Tal vez es sea el autor más desconocido de esta lista, pero este escritor, periodista, pintor y crítico de arte también tuvo una afilada pluma destacando las más profundas inquietudes de las clases sociales españolas.

Destacan entre sus obras principales títulos como La hijastra del amor o Juan Vulgar.

Como ya hemos comentado, el naturalismo literario tuvo gran presencia en toda Europa. Si bien en España ya hemos visto que se cultivó con enorme profusión por autores de gran talla, hay otros que merecen la pena ser nombrados también aquí:

• Émile Zola, francés nacido en París que teorizó e impulsó con fuerza el movimiento. Sus novelas se conocen en grupo como Los Rougon Macquart.
• Antón Chéjov, dramaturgo ruso conocido por obras como El tío Vania o La gaviota, usaba la acción indirecta para relacionar temas.
• Nikolái Gógol, otro autor ruso promotor del realismo que trabajó las condiciones sociales con humor, frescura y un toque grotesco.

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Los dos autores más representativos del naturalismo español son Emilia Pardo Bazán y Leopoldo Alas “Clarín”. En los apartados anteriores te hemos hablado un poco acerca de su vida, pero ahora vamos a profundizar más en su obra.

La obra de Emilia Pardo Bazán

Emilia Pardo Bazán es una de las figuras más importantes del naturalismo español por su obra literaria, que se adentra en la vida real y detallada de la sociedad de su época. Sus escritos hablan acerca de temas como la vida en el campo, la condición humana y las relaciones sociales, influenciada por el naturalismo francés del siglo XIX.

Uno de sus trabajos más importantes es la novela Los pazos de Ulloa, publicada en 1886. Esta obra es un retrato crudo y realista de la vida en una propiedad rural en Galicia. A través de la historia, Pardo Bazán muestra las difíciles condiciones de vida de los campesinos, el poder dominante de los terratenientes y las complicadas relaciones entre los personajes.

El estilo literario de Pardo Bazán se caracteriza por su objetividad y su representación fiel de la realidad, sin idealizaciones ni romanticismos. Usando su enfoque naturalista, la autora logra transmitir la crudeza de la vida en el campo y las complejidades de las relaciones humanas en un contexto marcado por la desigualdad social y la lucha por sobrevivir.

Leopoldo Alas “Clarín”

Otro de los principales representantes del naturalismo español fue Leopoldo Alas, también conocido como “Clarín”. En su obra más destacada, La Regenta, muestra una mirada crítica a la sociedad de su época, siempre desde los principios del naturalismo literario.

En esta novela, Clarín presenta a Ana Ozores, la protagonista, atrapada en un ambiente opresivo y restrictivo, moldeado por las normas sociales y religiosas. A través de una descripción detallada y sin adornos de las pasiones humanas, el autor muestra cómo el entorno y las circunstancias influyen en el comportamiento y destino de los personajes. Clarín utiliza la observación minuciosa para retratar la realidad social de su época.

Un ejemplo de esta visión naturalista se encuentra en la descripción de Vetusta, la ciudad ficticia donde se desarrolla la trama de la novela. A través de este escenario, el autor nos explica cómo el entorno influye en las acciones y el destino de los individuos.

Aquí te descubrimos las obras de Leopoldo Alas Clarín más importantes.

El naturalismo surgió en España aproximadamente en 1882, aunque causó mucha controversia.

Los sectores más conservadores lo veían como algo inmoral y contrario al catolicismo, ya que cuestionaba la libertad del individuo para decidir su comportamiento. Aunque hacia 1890 el interés por el naturalismo empezó a disminuir, esto no detuvo a Vicente Blasco Ibáñez, quien continuó escribiendo novelas naturalistas durante las dos primeras décadas del siglo XX.

Por otro lado, la poesía se siguió escribiendo y el público la disfrutaba, aunque actualmente los temas puedan parecer muy distantes a nuestra forma de vida.

Ahora que ya conocemos los autores de la literatura naturalista española más importantes, vamos a conocer mejor este estilo literario. Como todas las corrientes literarias, el naturalismo tiene unas características que lo hacen único. Estos son los factores que te ayudarán a determinar que una obra forma parte del movimiento naturalista.

Intenta ser imparcial

Los escritores naturalistas priorizan la objetividad sobre la subjetividad, a diferencia de los románticos. Sus obras se enfocan en mostrar las dificultades y problemas que enfrentan las personas, como la corrupción, el alcoholismo y las enfermedades, presentando historias sin demasiadas esperanzas individuales.

Aunque el realismo ya intentaba reflejar la realidad con precisión, el naturalismo va más allá porque intenta retratar la miseria humana con todo detalle. Los autores naturalistas buscan representar la realidad tal y como es, mostrando tanto sus aspectos agradables como los más duros.

Descripciones muy detalladas

Los naturalistas no solo se centran en personajes que viven en condiciones miserables, sino que también se toman un tiempo para describir sus entornos. Estos ambientes suelen ser sórdidos y deplorables, y los escritores se esfuerzan por incluir descripciones muy detalladas de estos lugares.

La importancia de la observación

La observación es importante tanto para los realistas como para los naturalistas. Sin embargo, los naturalistas llevan esta observación al límite, presentando una visión desencantada de la realidad de su época. Sus obras evidencian la descomposición de la sociedad y critican las instituciones tradicionales.

Se habla de las clases sociales marginales

Los escritores naturalistas hablan de las clases más desfavorecidas o marginadas, buscando explicar los problemas sociales desde una perspectiva materialista. Esto contrasta con los realistas, que critican a la clase burguesa. Para la burguesía, las obras naturalistas ofrecían una forma de evasión, en contraste con las críticas dirigidas a su propia clase que se hacían en las obras realistas.

No hay lirismo

Los naturalistas no persiguen la belleza en su lenguaje. Su estilo es más crudo y directo, ya que buscan reproducir la jerga popular y reflejar la realidad de manera auténtica, sin adornos poéticos.

Tanto el realismo como el naturalismo compartían la idea de ofrecer una visión objetiva de la sociedad en el arte, en oposición a los valores del romanticismo. Sin embargo, existen diferencias importantes entre ambos.

Como hemos mencionado anteriormente, el realismo reflejaba los valores morales de la burguesía de la época y quería resaltar los aspectos positivos de la sociedad y con una intención pedagógica. Las novelas realistas denunciaban lo feo, lo vulgar y lo violento como males sociales que debían corregirse.

Por otro lado, el naturalismo adoptaba una perspectiva amoral, sin diferenciar entre lo feo y lo bonito, ya que veía a la humanidad como algo regido por leyes biológicas y sociales fuera de su control. Mientras que las obras realistas tienen un tono aleccionador o moralista, el naturalismo muestra una visión más pesimista e indiferente.

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