Características del naturalismo

Antes de conocer las características del naturalismo vamos a entender mejor este movimiento. Normalmente, está muy emparentada con el realismo ya que tiene algunas semejanzas muy determinantes con este movimiento. El realismo fue un movimiento que apareció como reacción al romanticismo: se huyó de la fantasía para mirar cara a cara a la realidad y ofrecerla al lector de una manera objetiva. La literatura realista pretendía convertirse en una literatura documental en la que tanto se reproducían los aspectos más bellos de la vida como aquellos más vulgares.

Émile Zola es considerado el padre del realismo, sin embargo, fue altamente criticado con la aparición de su novela "Thérèse Raquin" en el 1867. Ante estas críticas, él se desmarcó del movimiento realista y determinó que él formaba parte de otro grupo de escritores: los naturalistas.

Por tanto, el naturalismo tiene que verse como una rama del realismo. Lo que perseguían de forma insistente era poder representar realidad de una forma objetiva y sincera. Huían de la artificialidad y evitaban reproducir aquellas partes de la vida que pueden ser más exóticas o sobrenaturales. En el naturalismo se quería hablar sobre esa parte del mundo que, casi siempre, está oculta: el racismo, la miseria, la corrupción, etc.

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Sin embargo, es muy habitual confundir el realismo y el naturalismo porque cuentan con algunas bases que son muy similares. Para que comprendas mejor qué es cada concepto, aquí vamos a ofrecerte una comparación de ambas visiones del mundo.

El realismo quería que el arte huyera del artificismo del romanticismo. Lo que buscaba era mostrar la realidad de forma objetiva y, para ello, usaba recursos como utilizar el lenguaje cotidiano de la población. Los realistas observaban la realidad de una forma muy metódica para poder documentar todo aquello que sucedía en el día a día.

En cambio, el naturalismo quiso dar un paso más allá, por eso, muchos críticos consideran que es un tipo de realismo más exhaustivo. Su metodología fue mucho más científica y basaban sus obras en algunos conceptos de ciencias como el determinismo o el materialismo. Observaban y documentaban la vida cotidiana pero, también, ponían a sus personajes en situaciones experimentales para ver lo que podría ocurrir en la realidad.

En esta otra lección te descubrimos las principales diferencias entre el naturalismo y el realismo.

Entremos ya de lleno a conocer las características del naturalismo más destacadas. Todos estos elementos te permitirán poder leer una obra literaria y averiguar si la corriente que influencia al autor es, o no, naturalista. Aquí tienes las más importantes.

Influencia del determinismo

El determinismo es la creencia de que todas las personas estamos determinadas por la situación en la que nacemos: nuestro sexo, nuestra ciudad, nuestra clase social, etcétera. Por tanto, en las novelas naturalistas no existe el libre albedrío, los personajes están totalmente condicionadas a su origen. La relación causa-efecto es la base del determinismo que impide que los personajes puedan tomar realmente sus propias decisiones y vivir la vida que quieran.

Novelas pesimistas

Debido a esta asfixiante condición en la que se encuentran los personajes del naturalismo, en toda la obra se suele respirar un aire pesimista. Una de las características del naturalismo es que querían dar visibilidad a aspectos que forman parte de la realidad y que, desde siempre, habían sido obviados en las artes y la literatura. La violencia, la enfermedad, el vicio, etc., son algunos de los temas que vemos en estas novelas.

Literatura objetiva

Debido a la voluntad de reflejar la realidad de la forma más veraz posible, los naturalistas empleaban un discurso objetivo en el que el narrador promovía un tono impersonal. No se involucraba en los personajes, simplemente narraba lo que a ellos les ocurría y sin poner ninguna frase ni comentario que revelara su pensamiento. Esto en parte es también influencia del espíritu científico que tenían los naturalistas y que trataban sus obras como un laboratorio en el que hacer pruebas y experimentar.

Novelas como laboratorio

Otra de las características del naturalismo es que consideraban que el texto literario era su propio laboratorio. Los naturalistas investigaban a la sociedad en sus propias creaciones. Aprovechaban las condiciones de personajes para intentar experimentar con ellos y lanzar hipótesis sobre cómo sería su futuro y su destino. Los naturalistas se consideraban científicos y su laboratorio era la literatura.

La herencia genética

Además de estar influenciados por nuestro contexto social, los naturalistas también creían que estábamos influencias por nuestros genes, por nuestra propia herencia. Las virtudes o defectos que se pasan de generación en generación es algo que nos condiciona sobremanera y que determina la manera en la que estamos viviendo en el mundo.

En contra del romanticismo

Tanto el realismo como el naturalismo surgieron como reacción al movimiento romántico. Los románticos habían apostado por llevar a cabo un tipo de arte que explorara el interior del ser humano, las emociones, los sueños, el subconsciente, etcétera. Un tipo de literatura muy aislada de la realidad y en la que el poeta se convertía en una especie de Dios creador. Los realistas y naturalistas reaccionaron ante esta representación tan poco real del mundo y por eso promovieron otro tipo de arte que se alejara de la fantasía y reflejara el mundo tal y como es.

Uso de la ciencia y del método científico

Los naturalistas se consideraban científicos de la realidad. Por ello, seguían un método científico que pretendía analizar la vida de una forma objetiva y real. Los escritores naturalistas observaban, anotaban, investigaban y, después, escribían todo lo que habían visto. De una forma sistemática y sin involucrarse emocionalmente. Lo que querían era analizar la realidad y para hacerlo tenían la novela y el campo literario que les servía de laboratorio de experimentación.

La influencia de Darwin

Y, por último, otra de las características del naturalismo más destacadas es que este movimiento coincidió con la aparición de El origen de las especies de Charles Darwin que se publicó en el 1859. El científico se basó en la biología evolutiva para intentar explicar de dónde viene el ser humano. Darwin detalló las distintas evoluciones de los seres vivos en el paso de generaciones y habló acerca de la selección natural, un concepto que indica que en la naturaleza solo gana aquel más fuerte o más preparado para sobrevivir. Los naturalistas concebían a las personas como especies y que todas ellas estaban luchando para procurar lograr su propia supervivencia.

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El naturalismo se convirtió en una ruptura con el realismo anterior que reinaba en la mayoría de obras literarias. Por esa razón, los autores comenzaron a tratar temas diferentes, que eran relevantes para ellos en el momento. Estos son los principales temas del naturalismo.

Influencia del entorno en la personalidad

El naturalismo busca retratar de forma objetiva y realista la realidad humana y social. Uno de sus enfoques principales es cómo el medio ambiente y las condiciones sociales influyen en la vida y personalidad de las personas. Los escritores naturalistas muestran cómo la genética y las circunstancias sociales moldean a los personajes, resaltando la falta de libre albedrío.

Lucha por la supervivencia

En las obras naturalistas, se refleja la lucha de los personajes por sobrevivir en un entorno hostil y cruel. Las condiciones sociales y económicas los empujan a extremos, llevándolos a comportamientos inmorales o desesperados.

Explotación y opresión social

El naturalismo denuncia las injusticias y desigualdades sociales, retratando las condiciones de vida de las clases más bajas. La pobreza, la miseria y el sufrimiento son temas recurrentes en estas obras.

Lado oscuro de la naturaleza humana

Se muestra el lado más primitivo y animal del ser humano, haciendo hincapié en los instintos básicos y la falta de civilización que pueden desencadenar tragedias y conflictos.

Enfermedad y degeneración

El naturalismo habla sobre enfermedades físicas y mentales, mostrando cómo afectan a la vida de los personajes y son consecuencia de las condiciones de vida y la herencia genética.

Determinismo y condición humana

Los escritores naturalistas desarrollan la idea de que el destino de los individuos está determinado por factores biológicos, sociales y económicos. Esta visión lleva a la degradación y alienación de los personajes, quienes parecen ser víctimas de su propia naturaleza y circunstancias.

Vulnerabilidad y falta de control

Se muestra cómo el ser humano está indefenso ante los poderes más grandes que lo rodean, como la naturaleza, la sociedad y el destino. Esto le impide cambiar su situación.

Émile Zola fue el precursor del movimiento naturalista en Francia, aunque no fue el único. Autores de todo el mundo se unieron a esta corriente y a continuación te vamos a presentar los más importantes.

Émile Zola (Francia)

Émile Zola ha sido reconocido como el pionero del naturalismo en la literatura. Sus obras ejercieron una gran influencia en la novela del siglo XX. Aunque inicialmente probó el mundo de la poesía y escribió folletines, finalmente se dedicó exclusivamente a la novela.

Entre sus obras destacan Les Rougon-Macquart (1871-1893), Thérèse Raquin (1867), Naná (1880) y Germinal (1885).

Guy de Maupassant (Francia)

Guy de Maupassant es otro representante destacado de la escuela naturalista, influenciado por Gustave Flaubert. A lo largo de su breve vida, encontró en el cuento su género más preciso. Es autor de más de un centenar de cuentos y descubrió también en la novela.

Entre sus obras más conocidas se encuentran Bola de Sebo (1880) y Una vida (1883).

Thomas Hardy (Gran Bretaña)

Thomas Hardy, escritor y poeta inglés, es uno de los principales representantes del naturalismo británico. Inicialmente formado como arquitecto, posteriormente se dedicó por completo a la escritura. Sus primeras novelas tienen tintes románticos, pero luego adoptó un tono pesimista y existencialista, fuertemente influenciado por el determinismo.

Entre sus obras más destacadas están Tess D'Urbervilles (1891), Jude el Oscuro (1895) y El regreso del nativo (1898).

Emilia Pardo Bazán (España)

Emilia Pardo Bazán, perteneciente a la aristocracia española, fue una figura intelectual adelantada a su tiempo. Escribió obras que desafiaban las convenciones sociales de su posición, como La tribuna (1882), una novela que retrata la vida proletaria.

Entre sus obras, también destacan Los pazos de Ulloa (1886) y Madre Naturaleza (1887).

Vicente Blasco Ibáñez (España)

Vicente Blasco Ibáñez es el máximo representante del naturalismo español. Influenciado por Balzac y Zola, abandonó la política para dedicarse por completo a la escritura.

Entre sus obras más destacadas se encuentran Arroz y tartana (1894), La barraca (1898), Cañas y barro (1902) y Los cuatro jinetes del Apocalipsis (1916).

Theodore Dreiser (Estados Unidos)

Theodore Dreiser fue un novelista y periodista estadounidense y un representante del naturalismo en su país. Sus obras suelen abordar la pobreza y las situaciones marginales, manteniendo una mirada crítica hacia el "sueño americano".

Entre sus obras más conocidas se encuentran Jennie Gerhardt (1912), El financiero (1913), El titán (1914) y Una tragedia americana (1925).

Eugenio Cambaceres (Argentina)

Eugenio Cambaceres fue un escritor y político argentino, autodenominado como naturalista.

Su obra más conocida, En la sangre (1889), condena el lujo y explica cómo la personalidad está condicionada por la herencia genética.

Federico Gamboa (México)

Federico Gamboa fue un escritor y diplomático mexicano y uno de los mayores exponentes del naturalismo en México.

En su novela Santa (1903), retrata la vida de la Ciudad de México desde la perspectiva de una joven campesina, mostrando su visión personal de la realidad social de su tiempo.

El naturalismo tuvo sus comienzos en Francia en la década de 1870, en un momento en el que el realismo dominaba en gran parte de Europa y el Romanticismo había perdido buena parte de su influencia.

Este surgimiento coincidió con la difusión de importantes ideas científicas, como el positivismo de Auguste Comte, la teoría de la evolución de las especies y los descubrimientos en genética. Estos avances científicos vinieron acompañados de cambios filosóficos, dejando a un lado las explicaciones religiosas o mitológicas y abrazando una búsqueda de fundamentos en hechos observables.

En este contexto de cambio, los escritores también se vieron influenciados. Uno de los pioneros en formalizar el naturalismo fue Émile Zola, quien estaba al tanto de los avances científicos de su época. Esto le permitió desarrollar una nueva perspectiva literaria.

Siguiendo los pasos de Zola y tomando sus obras como referencia, otros escritores comenzaron a construir sobre estas bases. Así surgió el naturalismo, primero en Francia y luego extendiéndose a América y el resto de Europa. Durante varias décadas, esta corriente literaria tuvo una gran popularidad, hasta la llegada del siglo XX.

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