Arte moderno: características

El arte moderno surgió en un momento de grandes cambios políticos, económicos y sociales. Una transformación que vino marcada por la Revolución Industrial y como las fábricas y el desarrollo del mundo urbano afectaron el modo de vida de las personas por completo. La idea del progreso y la prosperidad sin límite condujo a una euforia que tuvo tanto avances tecnológicos, sociales, sanitarios y culturales, como daños colaterales como las duras condiciones laborales de los trabajadores y los conflictos bélicos.

Por lo que respecta al mundo del arte, la arquitectura vivió un auge debido al crecimiento de las ciudades, además de aparecer una nueva clase de empresarios ricos que pasaron a ser grandes mecenas y coleccionistas de arte.

La aparición de la fotografía y del tubo de pintura de estaño plegable (1841) supusieron una revolución dentro del mundo de la pintura al permitir salir del estudio o fotografiar paisajes o escena que deseaban recrear en sus cuadros.

Los temas del arte moderno también cambiaron, dejando a un lado los temas académicos para explorar temas sociales y críticas a la nueva sociedad.

En este apartado te ofrecemos cuáles son las principales características del arte moderno.

1. Es un fenómeno propio de Europa y el resto de Occidente, siendo fruto de la revolución industrial.
2. No se ajusta al academicismo de siglos anteriores y se huye de lo tradicional.
3. Se despierta un gran interés por el arte de otros tiempos y lugares como el arte oriental, el arte africana o el arte prehistórico. Atrae todo lo exótico y diferente.
4. Los artistas modernos se volcaron en la innovación constante en lo que se refiere a temas, técnicas y materiales.
5. El concepto de arte cambia y se amplía al cuestionarse y teorizar sobre cuáles son los límites del arte y sus funciones.
6. Junto al arte moderno, y ayudando a fomentarlo, se desarrolló el comercio del arte y aparecen figuras como la del marchante de arte, las galerías de arte o las exposiciones de arte independientes de las exposiciones de arte tradicionales.
7. La burguesía pasó a tener un papel más importante dentro del mecenazgo, relevando al mecenazgo desempeñado en siglos anteriores por la Iglesia, la nobleza o los monarcas.
8. También se comienza a crear arte por el arte, sin tener que plegarse a ser medio de transmisión de los mensajes políticos y religiosos oficiales.
9. No se trata ya de imitar la naturaleza y ser exclusivamente figurativos, introduciéndose la abstracción.
10. Todo tiene una intencionalidad, desde el tema a las técnicas elegidas. El pensamiento y la labor introspectiva del autor toma protagonismo.
11. Las obras de arte moderno están abiertas a varias interpretaciones, introduciendo al espectador en interpretaciones más espirituales e imaginativas.
12. El protagonismo de la espiritualidad del autor supuso también la aparición de multitud de movimientos artísticos y vanguardias. Se complementaron, siguieron o enfrentaron, siendo muestra de enorme efervescencia creativa de la época.
13. Los movimientos de vanguardia modernos fueron muy diversos y coexistieron en el tiempo, aunándose en torno a una o varias figuras relevantes y a un manifiesto de intenciones.
14. Tiene un toque revolucionario y transformador, siendo a menudo rechazado por las instituciones oficiales.

Aunque a menudo se utilizan como sinónimos, el arte moderno y el arte contemporáneo son las denominaciones de dos períodos diferentes en la historia del arte y responden a diferentes contextos históricos, filosóficos y estéticos.

Así, bajo el concepto de arte moderno se engloba a todos aquellos movimientos artísticos que surgieron a finales del siglo XIX y continuaron hasta mediados del siglo XX, mientras que se define como arte contemporáneo a la época que abarca desde mediados del siglo XX hasta la actualidad.

Pero, además de esta diferencia cronológica, estos dos tipos de arte también presentan otra serie de diferencias que detallamos a continuación:

• El arte moderno se caracterizó por romper con las tradiciones del pasado y volcarse en una búsqueda constante de nuevas formas de expresión. La experimentación con técnicas, materiales y temáticas, desafiando las convenciones académicas, tuvo como resultado una gran variedad de movimientos artísticos. El impresionismo, el cubismo, el surrealismo y el impresionismo son algunos de los movimientos más destacados del arte moderno. Sin embargo, el arte contemporáneo es ecléctico y globalizado, siendo así que hay más una pluralidad de movimientos y perspectivas difíciles de encuadrar en un único movimiento.
• El arte moderno se centra en la innovación, la subjetividad y la abstracción, enfatizando en la percepción y la interpretación personal del artista, mientras el arte contemporáneo explora temas relacionados con la política, la identídad, la cultura de masas y la tecnología, abriendo paso a un gran número de prácticas artísticas: instalaciones, videoarte, performances y, en general, el arte digital.
• También marca una importante diferencia el contexto social e histórico en el que se desarrollaron ambos períodos. El arte moderno surgió en una época de cambios radicales en la sociedad, como la industrialización y las guerras mundiales, mientras el arte contemporáneo tiene como trasfondo un mundo tecnológico y globalizado, en el que la diversidad y la interconectividad juegan un papel importante.
• Por último, otra diferencia significativa radica en la relación del artista con el público y con los medios de comunicación. El arte moderno, aunque vanguardista y rompedor con lo académico, seguía siendo accesible en gran medida a través de las galerías de arte y los museos tradicionales. Sin embargo, el arte contemporáneo tienen a su disposición una gran variedad de plataformas para poder interactuar con una audiencia más amplia y diversa. Además, el arte contemporáneo busca la participación activa del espectador rompiendo así las barreras entre el arte y la vida cotidiana.

El arte moderno abarca una amplia gama de movimientos y estilos surgidos en un período de tiempo que va desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, cada uno de ellos con unas características distintivas y destacadas contribuciones al desarrollo del arte. Entre los movimientos más destacados podemos señalar los siguientes.

Impresionismo

Este movimiento surgió en Francia en la década de los 80 del siglo XIX. Un movimiento rupturista con el arte academicista al centrarse en la luz y el color y volcarse en pintar al aire libre, fuera del estudio. Los impresionistas empleaban pinceladas sueltas y colores brillantes para capturar los momentos fugaces y escenas de la vida cotidiana. Si enfoque en la percepción y la atmósfera revolucionó la pintura, alejándola del realismo.

Postimpresionismo

Este movimiento, desarrollado a finales del siglo XIX, supuso una respuesta al impresionismo. Entre sus figuras clave se encuentran Vincent Van Gogh, Paul Cézanne y Paul Gauguin, todos conocidos por el uso de formas geométricas, colores cálidos y vividos y temas simbólicos.

Fauvismo

Este movimiento surgió a principios del siglo XX se caracteriza por un uso arbitrario y audaz del color. A su frente se destaca la figura de Henri Matisse, artista que, al igual que el resto de fauvistas, buscó expresar emociones más que representar la realidad.

Cubismo

A su frente se encuentran Pablo Picasso y Georges Braque, dos artistas que descompusieron las formas naturales en formas geométricas abstractas e introdujeron múltiples perspectivas dentro de una misma imagen. Un movimiento revolucionario que desafió por completo las convenciones de la perspectiva tradicional.

Futurismo

El futurismo (1909) celebra la modernidad, la velocidad y la tecnología, buscando siempre la representación del dinamismo del mundo industrial mediante formas fragmentadas y líneas de fuerza.

Expresionismo

Este movimiento floreció en Alemania a principios del siglo XX. Un movimiento que se centró en la representación de emociones intensas y subjetivas. Entre los principales artistas se destacan Edvard Munch y Egon Schiele.

Dadaísmo

Surgido durante la Primera Guerra Mundial, el dadaísmo es un movimiento antiarte que desafía las convenciones y la lógica. Tristán Tzara y Marcel Duchamp son algunas de sus figuras.

Surrealismo

Este movimiento comenzó en las década de los 20 del siglo XX y se centró en explorar el subconsciente y el mundo de los sueños. Estuvo liderado por André Breton, en este movimiento también se destacaron figuras como Salvador Dalí y René Magritte, creadores de imágenes fantásticas y oníricas procedentes del inconsciente y la imaginación.

El arte moderno se caracteriza por su gran diversidad de estilos y movimientos, siendo casa uno de ellos liderado o impulsado por artistas influyentes y que dejaron una huella duradera en la historia del arte. Entre los principales artistas del arte moderno se destacan los siguientes nombres.

Claude Monet (1840-1926)

Monet fue uno de los fundadores del Impresionismo y se destacó por su destreza en plasmar la luz y el color. Sus pinturas más emblemáticas son la serie de nenúfares y la de la Catedral de Rouen, famosas por la capacidad del artista para capturar los efectos cambiantes de la luz y la atmósfera.

Vicent Van Gogh (1853-1890)

Van Gogh es uno de los representantes del postimpresionismo. Su estilo único y su trágica vida personal le han convertido en una figura icónica dentro de la historia del arte. Entre sus obras se destacan “La noche estrellada” o “Los girasoles”.

Pablo Picasso (1881-1973)

Picasso es uno de los artistas más influyentes del siglo XX, siendo conocido por ser cofundador del cubismo junto con Georges Braque. Obras como “Las señoritas d'Avignon” y el “Guernica” muestran su capacidad para revolucionar el mundo del arte y explorar nuevas formas de expresión artística.

Henri Matisse (1869-1954)

Matisse fue la figura central del fauvismo, famoso por un uso audaz y arbitrario del color, además de por su enfoque en la forma y el diseño. Sus obras se destacan por su vitalidad y su simplicidad.

Salvador Dalí (1904-1989)

Dalí fue una de las figuras más destacadas del surrealismo y es conocido por su obras oníricas y fantásticas. Pinturas como “La persistencia de la memoria” son algunos de los grandes ejemplos para explorar el subconsciente y lo onírico.

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