Obras de arte del siglo XIX más importantes
“La balsa de la Medusa” (1819), “La libertad guiando al pueblo”(1830), "Las espigadoras" (1857)“Olympia”(1863), "Impresión, sol naciente" (1872), "El grito" (1893) y "Los jugadores de cartas" (1890-1895) son algunos de los títulos de obras de arte más importantes del siglo XIX.
El siglo XIX fue uno de los períodos de mayor transformación dentro de la historia del arte. Un momento marcado por movimientos que desafiaron el academicismo y abrieron nuevas vías de expresión artística. Este siglo abarcó desde el Neoclasicismo hasta la revolución del Impresionismo y los primeros inicios del Modernismo.
En esta lección de unPROFESOR.com te ofrecemos una selección de algunas de las mejores obras de arte del siglo XIX y una breve semblanza de cuáles son sus características principales.
- Características del arte del siglo XIX
- La libertad guiando al pueblo (1830), de Eugène Delacroix
- La balsa de la Medusa (1818-1819), de Théodore Géricault
- Las espigadoras (1857), de Jean-François Millet
- Olympia (1863), de Édouard Manet
- Impresión, sol naciente (1872), un símbolo del Impresionismo
- El grito (1893), de Edvard Munch
- Los jugadores de cartas (1890-1895), de Paul Cézanne
Características del arte del siglo XIX
Aunque hubo una notable diversidad de estilos artísticos, el arte del siglo XIX se distingue por las siguientes características generales:
- Diversidad de estilos. Desde el Neoclasicismo y el Romanticismo hasta el Realismo, el Impresionismo y el Postimpresionismo, el siglo XIX asistió al surgimiento de una gran variedad de estilos artísticos.
- Innovación técnica. La invención e introducción de nuevas técnicas y materiales, como el tubo de pintura portátil, permitió a los artistas trabajar al aire libre y experimentar con colores y texturas.
- Enfoque en la vida cotidiana. Muchos artistas se centraron en representar la vida cotidiana y los paisajes contemporáneos, alejándose así de los temas históricos y mitológicos.
- Énfasis en la emoción y en la experiencia personal. El Romanticismo fue uno de los estilos artísticos del siglo XIX que más énfasis puso sobre lo emocional y la experiencia subjetiva.
Aquí tienes un repaso de las características del arte del siglo XIX.
La libertad guiando al pueblo (1830), de Eugène Delacroix
Esta obra de Delacroix esta considerada como una de las obras maestras del Romanticismo. Un cuadro que constituye una alegoría de la Revolución de Julio en Francia y en la que Delacroix representa a Marianne, el símbolo de la República Francesa, la libertad y la madre patria francesa desde 1792. La joven se representa tocada con un gorro frigio y liderando a un grupo diverso de personas en un levantamiento.
El uso de colores vibrantes, una composición dinámica y una estructura piramidal logran transmitir toda la energía, el ímpetu y el caos de las revoluciones de la época. Como curiosidad, Delacroix incluyó un autorretrato suyo entre el grupo de personas que siguen a la Libertad.
Aquí te dejamos un comentario de La libertad guiando al pueblo.
La balsa de la Medusa (1818-1819), de Théodore Géricault
Otra de las obras más importantes del siglo XIX, y también clave del Romanticismo, es esta impactante pintura de Théodore Géricault. La obra se basa en un trágico y polémico incidente acecido en 1816, el hundimiento de La Medusa, un barco abandonado a su suerte y en el que fallecieron casi 150 marinos. El caso fue un auténtico escándalo en Francia e inspiró a Géricault a realizar esta pintura de denuncia.
La pintura es conocida por su realismo brutal y la crítica social implícita, destacando la desesperación y el sufrimiento de los supervivientes. La obra combina una composición dramática con un gran detallismo en los detalles anatómicos. Así, Géricault, obsesionado por el tema, recurrió a la ayuda del cirujano Jean-Baptiste-Henri Savigny para poder estudiar los cadáveres y apreciar mejor los efectos del rigor mortis y el color que imprime en los cuerpos.
Géricault dispuso las figuras de la balsa de manera asimétrica, desordenados y empleando varias líneas directrices para crear una estructura piramidal, sin puntos de fuga y creando un efecto teatral. Este cuadro se exhibe en el Museo del Lovre en la misma sala en la que se encuentra La Libertad guiando al pueblo de Delacroix, pintor amigo de Géricault, al que también retrato entre los moribundos de la balsa.
Aquí te dejamos las características de La balsa de la Medusa.
Las espigadoras (1857), de Jean-François Millet
Millet es representante del Realismo y este cuadro es una de sus obras más emblemáticas. Esta obra de Millet constituye todo un tributo al mundo del campo. En la pintura, el artista nos muestra a tres mujeres campesinas recogiendo espigas tras la cosecha, al tiempo que captura su dignidad y la dureza de su trabajo.
Para ello, Millet emplea una paleta terroso y una composición equilibrada para conseguir resaltar esa conexión íntima entre las figuras humanas y la tierra que trabajan.
Olympia (1863), de Édouard Manet
"Olympia" es otra de las obras de arte del siglo XIX más importantes. Constituye una obra pionera y polémica al desafiar todas las convenciones artísticas de su tiempo al presentar a una mujer desnuda mirando directamente al espectador.
La pintura fue también controvertida por representar a la mujer sin adornos, empleando un enfoque plano, con una iluminación cruda y rompiendo con las técnicas tradicionales. Aquí tienes las características de la pintura de Manet.
Impresión, sol naciente (1872), un símbolo del Impresionismo
Esta pintura de Monet es todo un icono de la pintura impresionista, dando el nombre a todo el movimiento. En esta obra, Manet capta un amanecer en el puerto de Le Havre con unas pinceladas rápidas y colores vibrantes. La obra se destaca por su enfoque de la luz y la atmósfera, consiguiendo reflejar la percepción del momento del artista.
Aquí te dejamos un comentario y análisis de Impresión, sol naciente.
El grito (1893), de Edvard Munch
Esta pintura está asociada con el simbolismo y el proto-expresionismo. “El grito” es uno de los cuadros más icónicos del arte occidental, transmitiendo una profunda angustia existencial a través de una figura central estilizada y deforme que parece emitir un grito y transmitiendo todo ese dolor dentro de un paisaje distorsionado y surrealista.
El uso de líneas onduladas y colores intensos subraya aún más ese sentimiento de ansiedad y desesperación.
Los jugadores de cartas (1890-1895), de Paul Cézanne
Paul Cézanne, precursor del Modernismo, creó una serie de pinturas tituladas “Los jugadores de cartas”. En ellas representan a campesinos franceses jugando a las cartas. La serie es conocida por su exploración de formas geométricas y el uso de la perspectiva, constituyendo una clara muestra de transición hacia el Cubismo.
En esta obra, Cézanne emplea un paleta de colores cálidos y una composición estructurada para dar así énfasis a la monumentalidad y la serenidad de la escena. Sin duda, otra de las obras de arte del siglo XIX más importantes y que tienes que conocer.
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- DELACROIX, Eugène. La Libertad Guiando al Pueblo, 1830. Óleo en lienzo, vol. 260, p. 325.
- EISENMAN, Stephen F.; CROW, Thomas E. Historia crítica del arte del siglo XIX. Ediciones Akal, 2001.
- NAVASCUÉS PALACIO, Pedro. El siglo XIX. Bajo el signo del Romanticismo. 1992.
- PAGANO, José León. El romanticismo en las artes plásticas. Verbum, 1931, vol. 24, no 79, p. p. 1001-1014.
- ROSENBLUM, Robert; JANSON, Horst Woldemar. El arte del siglo XIX. Ediciones Akal, 1992.
- SALVADÓ, Neus. Delacroix: abanderado del romanticismo francés. Clío: Revista de historia, 2012, no 127, p. 44-53.