Hedonismo: significado y características

Para entender qué es el hedonismo, lo primero que tenemos que hacer es acudir a su etimología y, según esta, la palabra hedonismo procede de la palabra griega ἡδονή hēdonḗ, que significa placer, más -ismo y hace referencia a la doctrina filosófica que considera como único bien supremo, el placer, siendo este el principio y el fin de la vida. Asimismo, debemos ubicar su origen en la Antigua Grecia, con Arisistipo de Cirene (S.IV a.C.) y Epicuro (S.IV-III a.C.) y sus respectivas escuelas: Escuela cirenaica y epicureísmo.

De esta forma, hedonismo se puede definir como una doctrina en la que el placer se erige como un bien supremo y único al que todo individuo debe aspirar para vivir en serenidad, tranquilidad y en convivencia, rechazando los bienes materiales, evitando todo aquello que lo desestabilice y todo lo que cause dolor.

No obstante, debemos tener en cuenta, que el concepto de placer es muy amplio y no debemos simplificarlo. Así, por ejemplo, para Arisistipo la búsqueda del placer no tiene límites, siendo más importantes los placeres del cuerpo que los intelectuales.

Mientras que para Epicuro existen los placeres necesarios (comer, beber…) y los placeres innecesarios (la fama, el poder y los excesos). De esos dos placeres, los innecesarios hay que evitarlos y los necesarios hay que cubrirlos, pues son los que nos llevan a la felicidad.

De esta forma, lo que debemos hacer es gestionar y controlar esos placeres negativos y las pasiones a través de la prudencia. Es lo que define Epicuro como ataraxia, un placer que puede ser placer físico como al intelectual.

“El placer es el bien primero. Es el comienzo de toda preferencia y de toda aversión. Es la ausencia del dolor en el cuerpo”

A lo largo de la historia de la filosofía se han ido desarrollando varios tipos de hedonismo. Entre lo que destacan:

• El eudemonismo: Su principal representante es Aristóteles (S.IV a.C.) y, para él, el placer sería sinónimo de la consecución de la felicidad, como finalidad de la vida. Es lo que se define como la ética de la felicidad: Una acción es correcta siempre que nos haga feliz y, por ello, debemos procurar nuestra felicidad. Igualmente, esta ética se divide en dos: ética teleológica (determina si una acción es correcta o incorrecta y se basa en la bondad o maldad de las acciones en función de las consecuencias) y la ética deontológica (es una ética formal, donde lo que importa es la acción en sí y no el resultado.
• El libertinismo: Es un tipo de hedonismo radical, por el cual, se establece que no se debe restringir nada que tenga que ver con el placer. Ya sea, corporal, sexual, intelectual… De esta forma, la delimitación del placer es perjudicial para el individuo porque va en contra de su naturaleza. Dentro de esta corriente, destacan como representantes dos escritores: John Wilmot (S.XVII) y Donatien Alphonse Francois de Sade (“El marqués de Sade”, S.XVIII).
• El utilitarismo: Nace en torno al S.XVIII-XIX de la mano de filósofos como James Mill (S.XVIII), Jeremy Benthan (S.XIX) o John Stuart Mill (S.XIX). Según esta corriente hedonista, el placer que nos lleva a la felicidad no debe ser individual, sino social. Es decir, que la felicidad de una persona pasa por el bienestar social.
• El hedonismo axiológico o ético: Esta corriente defiende que el placer es un valor intrínseco en la persona y que lo que nos lleva a buscar el placer y evitar el dolor nos influye/determina para actuar de forma correcta.
• El hedonismo contemporáneo: Desarrollado por el filósofo Michel Onfray (S.XX), defiende que hay que huir del hedonismo vulgar y superficial actual (basado en el consumismo) y acercase a un hedonismo filosófico, por el cual, se llega a un equilibrio que nos aparta del vacío existencial /del desarraigo y en el que también tiene cabida el placer corporal.
• El hedonismo estético: Es una de las corrientes hedonistas más curiosas y, a través de esta, se establece que el placer se encuentra en lo bello: en una canción, en un cuadro, en un paisaje… De esta manera, se divide entre placer puro (placer estético que evita el dolor) y el placer mixto (placer estético que puede ser trágico y bello a la vez, como por ejemplo la historia de Romeo y Julieta).

Imagen: Respuestas.tips

Para entender mejor el significado y características de hedonismo vamos a conocer ahora las escuelas principales que defienden esta doctrina:

Escuela cirenaica

Aristipo de Cirene, discípulo de Sócrates, fue el fundador de esta escuela y uno de los máximos representantes del hedonismo. Para este filósofo, la búsqueda del placer no tiene límites, siendo más importantes los placeres del cuerpo que los intelectuales. En esto consiste la felicidad, que sería la suma de todos los placeres, si bien, el ser humano, ha de ser prudente, y no dejarse dominar por los mismos.

El placer que defiende Aristipo es más individual que colectivo. Solo importa la satisfacción de los deseos personales e inmediatos, hasta tal punto, que para alcanzarlos, es lícito pasar, incluso, por encima del resto de los humanos. La moral, en este contexto, tiene un papel muy limitado.

Epicureísmo

El fundador de esta escuela fue Epícuro de Samos. Este pensador, afirma que todos los seres vivos buscan el placer y huyen del dolor. La felicidad, por tanto, consistirían en la satisfacción de los placeres, sobre todo de los deseos básicos.

El placer, para Epicuro, significa ausencia de dolor, y no tiene que ver con el placer físico, como en el caso de la escuela cirenaica, y a también, a diferencia de esta corriente, apuestan por un tipo de placer menos inmediato, más a largo plazo, teniendo muy presentes las consecuencias de sus acciones. El placer, desde el punto de vista de Epicuro, se asocia con la tranquilidad, la ausencia de pasiones, esto es, la ataraxia, el autocontrol, llegando a afirmar, incluso, que es posible ser feliz estando sometido a las torturas más horribles, y tampoco tiene sentido preocuparse por cosas que escapan al control humano. Hay cosas, como la muerte, que son inevitables, y por lo tanto, no tiene sentido sufrir por esto.

“Así pues, la muerte no es real ni para los vivos ni para los muertos, ya que está lejos de los primeros y, cuando se acerca a los segundos, estos han desaparecido ya”.

El placer, para Epicuro, se identifica con el bien supremo, si bien es cierto que para el griego, el placer está en la moderación y en la vida contemplativa e intelectual.

“También en la moderación hay un término medio, y quien no da con él es víctima de un error parecido al de quien se excede por desenfreno”.

La felicidad, para Epicuro, no consiste en la acumulación de riquezas ni en la satisfacción de los deseoso corporales, porque para el pensador, no es más feliz el que más tiene sino el que menos necesita. Epicuro va a diferenciar entre los deseos naturales (necesarios e innecesarios) y los antinaturales (siempre innecesarios).

• Los deseos naturales necesarios, son los que se refieren a las necesidades básicas: comer, beber, seguridad, salud...
• Los deseos naturales innecesarios, serían el sexo, la amistad...
• Los deseos innaturales innecesarios son la fama, el poder, el prestigio…

Los primeros, han de ser satisfechos rápidamente. Los segundos, debemos tratarlos de la forma menos egoísta posible, intentando dirigirlos a la satisfacción del placer del otro/a. Y este es el orden que hay que seguir, ya que no se debe renunciar a la satisfacción de un deseo natural y necesario, como la seguridad, por uno innecesario, como el sexo, y mucho menos por uno antinatural, como sería el poder, de lo contrario, el dolor está asegurado.

Imagen: Emaze

A continuación te descubrimos las principales características del hedonismo para que entiendas mejor esta corriente filosófica. Son las siguientes:

1. La felicidad consiste en la búsqueda del placer y en la ausencia de dolor.
2. La consecución del placer se asocia con la vida feliz, si bien es cierto que este placer es entendido de manera diferente por los distintos defensores de esta corriente, situando, en algunos casos el placer físico sobre el intelectual, y en otros, justamente lo contrario.
3. El placer intelectual es considerado superior al físico por la mayor parte de los hedonistas.
4. El placer consiste en la ausencia de dolor, tanto propio como ajeno.

Imagen: Slideshare

Para que entiendas mejor el hedonismo pasamos a mostrarte una serie de ejemplos de hedonismo que están en nuestro día a día:

• A una persona le gusta la informática, decide estudiar dicha carrera porque le produce placer y, además, porque puede optar a un puesto de trabajo remunerado ● Tener como amigos y reunirse con personas que suman y que no restan: personas con las que te produce placer estar y hablar, evitando las personas que te desequilibran.
• Invertir en la compra de una casa que te gusta porque te produce placer, siempre y cuando se adapte a tu situación económica para que no te complique la vida en el futuro.
• Una persona que practica deporte porque le hace feliz y le gusta. Ahora bien, siempre y cuando no sea en exceso y le produzca dolor físico.
• Comprar comida porque te gusta comer y te da placer, siempre y cuando no sea en exceso y se adapte a tu economía.

Imagen: Slideplayer

G. E. Moore, en su obra Principia Ethica (1903) hace una critica al hedonismo, al que acusa de caer en la “falacia naturalista”, por identificar el placer con lo bueno, ya que, realmente, es lo mismo, y por lo tanto, no explica qué es el placer. Esto es, decir que el placer es bueno, es una tautología que no aporta ni añade ningún tipo de conocimiento, y mucho menos, un fundamento ético.

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